“Acá otra vez, con las mismas vallas y la misma patronal”, dice una trabajadora de prensa que se abriga del frío con un mate y el calor solidario de las compañeras y compañeros del gremio que se acercan a Tacuarí 1846. La historia de los despidos en Clarín es un loop que arrancó en los noventa, se repitió en el 2000, también en abril de 2019 y regresa en estos días.
La resistencia es distinta. Es cada vez más potente. La acumulación sindical también le dio vida a un nuevo gremio surgido desde las redacciones. SiPreBa está presente delante del vallado que montó Clarín. Hay gorras, banderas y chalecos. Hay carteles sobre la improvisada mesa para la conferencia para rechazar los despidos.
Pero, sobre todo, hay fuerza colectiva para revertir el escenario que comenzó en la madrugada del domingo, con las 48 cesantías notificadas por mail. “Ni económico ni de reconversión digital, este conflicto es plenamente político”, sintetizó Carla Gaudensi, secretaria general de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren) para dimensionar el peso del ataque de los Héctor, Magnetto y Aranda.
En primera persona
En la rueda de prensa también están Agustín Lecchi (secretario general de Sipreba), Matías Cervilla y Sebastián Díaz (ambos delegados de la Comisión Interna de Clarín). Y hay despedidos, con sus historias sobre el hombro. Cecilia Vecchiarelli trabaja en el sector audiovisual. Fue una de las despedidas en 2019 y también una de las reincorporadas en la pelea por los puestos de trabajo. El domingo volvió a ser echada por segunda vez. “Para la empresa somos simplemente un número”, dice y hace una pausa para que no se le termine de quebrar la voz.
Está Leonardo Torresi, periodista gráfico de toda la vida que hace cinco años decidió pasar al área de video y aprendió a editar y hacer guiones. “La reconversión la hicimos solos hace más de 10 años”, señala y menciona a Rodolfo Del Percio, otro de los cesanteados. En 2011, Del Percio llegó al medio más grande del país convocado por Ricardo Kirschbaum para construir un estudio para Clarín TV. Fue nada menos que la persona que cimentó la reconversión digital, la excusa que hoy utilizan para dejarlo afuera de la redacción.
Sistemas y redes sociales también son otras de las áreas afectadas por los despidos. “Les pedimos que dejen de mentir”, reclamó Díaz. “¿Qué cambio digital se puede hacer sin compañeros de edición de video?”, se preguntó Cervilla.
La respuesta se enmarca en una coyuntura en la que el SiPreBa viene de lograr la personería y esta semana intensificó un plan de lucha para recomponer los ingresos con urgencia. “Buscan disciplinar”, explica Lecchi en otro tramo de la conferencia. Y hay un número que lo muestra con contundencia: los salarios de los 48 despedidos representan el 6% de las remuneraciones correspondientes al Directorio y la alta gerencia del Grupo Clarín durante todo el 2022. Los CEOS embolsaron 2.078 millones de pesos el año pasado. O, dicho de otro modo, según los datos del balance público de la empresa les alcanzaría con achicar sus dietas con apenas seis de cada cien pesos para sostener a los 48 cesanteados.
¿Una jugada distractiva?
En las primeras 48 horas de conflicto, la corporación no sólo mostró sus cartas sino que también movió sus aceitados vínculos políticos. “En abril de 2019 lo que en ese entonces era la Secretaría de Trabajo no nos abrió ninguna puerta ni nos recibió”, recordó Gaudensi.
Esta vez la administración capitalina a cargo de Horacio Rodríguez Larreta actuó con celeridad y la Secretaría de Trabajo convocó a las partes a reunirse. Desde el sindicato, que nunca fue notificado, cuestionaron la maniobra por circunscribirse al ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. “Echaron corresponsales de todo el país. No hay dudas que el marco de discusión es nacional”, argumentan desde el gremio.
“Estamos en lucha hace tiempo y vamos a seguir”, remarcó Gaudensi cerca del final de la conferencia. El lunes, Clarín no había acatado la conciliación ni participó de la reunión en la sede laboral. Tampoco dejó entrar a la redacción a las trabajadores y los trabajadores. Solo les entregó un papel para que se contactaran con un tal Navarro. “No es casual que esto pase en este momento en particular. Vamos a hacer una gran movilización el viernes si no hay respuestas y también cese de tareas en todas las redacciones de medios privados”, anticipó Lecchi.
Como en la asamblea de urgencia del domingo, la pelea entregó otra pequeña victoria. “Vamos, vamos que tenemos la reunión”, apuraban delegados y delegadas para trasladarse hasta la segunda audiencia convocada por el Ministerio, donde esta vez sí se presentó la empresa Clarín/Agea. Además, comenzó a acatar la conciliación que retrotrae los despidos.
Próximos pasos
“Desde SiPreBA sostenemos el estado de alerta y movilización. Continuamos con las medidas previstas en todo el gremio por la recomposición salarial, como el cese de tareas de prensa escrita”, señaló el gremio en un comunicado. El cemento de Tacuarí al 1800 será otra vez el punto de la resistencia. Habrá otra asamblea frente a la redacción de Clarín para repetir frente a los CEO del Grupo que prensa sigue en lucha.