Si el final de año trae consigo un aire de levedad, fiesta y balances, enero implica descanso –al menos en el hemisferio sur– pero también “rosca” de verano. Esto es, según la jerga de estas latitudes: diálogos y negociaciones por fuera de los ámbitos formales. Con el inicio de la temporada arrancó esa ronda de charlas reservadas. La protagoniza la dirigencia de cada espacio político. Y en este 2025 hay una prioridad absoluta: al tratarse de un año de renovación legislativa, cada fuerza partidaria define su mejor estrategia electoral, condicionada por su presente.

El mapa de comicios nacionales y locales estará atravesado por dos grandes objetivos en tensión. Mientras La Libertad Avanza (LLA) busca implantarse en todo el país, convertirse en primera minoría electoral y fragmentar al arco opositor, los gobernadores -sean del PJ, de la UCR o de sellos provinciales- evalúan el mejor modo de resguardar su fortaleza en el distrito propio.

Eso sí, para los mandatarios provinciales cercanos a Javier Milei aparece una tercera opción, descartada por el resto: convertirse en la franquicia local de LLA.

Por historia reciente y peso demográfico, el año electoral tendrá dos definiciones claves para todo el sistema político. Serán las elecciones locales de CABA y de la Provincia de Buenos Aires. De lo que resulte de ambas dependerá el futuro de la relación entre el macrismo y el mileísmo, por un lado, y el reacomodamiento interno del kirchnerismo como corriente más dinámica (y polo de poder) del peronismo, por otro.

Si el jefe de gobierno porteño Jorge Macri ya resolvió desacoplar los comicios de CABA del calendario nacional, su par bonaerense Axel Kicillof aún mantiene el misterio.

Kicillof recibió el año nuevo en la isla Martín García junto a su esposa Soledad Quereilhac, sus hijos Andrés y León, más pobladores del lugar. Días antes de la Navidad, el viernes 20 de diciembre, protagonizó lo que puede ser visto como su última actividad política del 2024. Ese día compartió una mateada bajo el sol con vecinos en la plaza Malvinas de La Plata. Allí dijo lo siguiente: “Tengo la obligación de ponerme al hombro la construcción de un frente político que sea una alternativa para el futuro de nuestra provincia”. Y adelantó que el frente político provincial a construir debía ser “inmenso”.

Aquella charla adelantó -cual primera señal- la impronta que tendrá la participación del mandatario bonaerense en una eventual -y próxima- campaña. Pero, además, el mensaje del gobernador a los vecinos dejó entrever lo que ya es una decisión meditada y asumida en su círculo de confianza: que Kicillof busca encabezar una estrategia electoral que potencie las chances en los comicios de cargos provinciales y municipales. “En esta elección Axel tiene la responsabilidad de liderar un gran frente político”, subrayó el ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, en diálogo con Tiempo.

Katopodis fue uno de los negociadores avalados por Kicillof cuando se debatió en la Legislatura el paquete de leyes económicas que fue trabado por la oposición. Incluía el permiso para tomar nueva deuda, la ley fiscal y el presupuesto 2025. Junto a Katopodis intervinieron el ministro de Economía provincial, Pablo López, y la secretaria general de la gobernación, Agustina Vila.

Consultado por este diario, Katopodis aseguró que el rol de Kicillof en materia electoral será “articular un gran frente opositor (NdR: al gobierno nacional) en la provincia de Buenos Aires”.  “Vamos a articular demandas, preocupaciones y angustias que existen en una parte de la sociedad de la provincia de Buenos Aires. Esa es la tarea que tiene que representar el peronismo. Y lo hará, claramente, desde un frente que amplíe y no que cierre. Queremos construir un frente que construya desde la Provincia una punta de lanza, un punto de quiebre, para reiniciar una reconstrucción del peronismo y de un frente opositor a nivel nacional”, amplió.

A nivel nacional, las elecciones generales están programadas para el domingo 26 de octubre. Ese día se renovará casi la mitad de la Cámara de Diputados (127 bancas sobre 257) y un tercio del Senado (24 senadores sobre 72). Además se utilizará por primera vez la Boleta Única de Papel (BUP).

Sobre un potencial desdoblamiento de los comicios bonaerenses, en La Plata dicen que la decisión aún no está tomada. Un factor para tener en cuenta es si la gestión de Javier Milei logra suspender o eliminar las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), previstas para el 3 de agosto. El jefe de Gabinete mileísta, Guillermo Francos, explicitó en varias oportunidades que esa es la voluntad del Ejecutivo.

El calendario electoral del año muestra una tendencia en alza al desdoblamiento de las elecciones locales. Además, Corrientes y Santiago del Estero elegirán gobernador en 2025, ya que por haber tenido intervenciones federales renuevan autoridades desacopladas del resto del país.

El cronograma de llamados a votar arrancará el domingo 13 de abril en Santa Fe, con las PASO provinciales y en simultáneo la elección de convencionales para reformar la Carta Magna santafesina. La seguidilla seguirá en Salta el 4 de mayo, para elegir legisladores provinciales; luego en San Luis y Chaco el 11 de mayo, también para cargos parlamentarios locales.

El 29 de junio llegará el turno de los comicios generales de Santa Fe mientras que, el domingo 6 de julio, tras el anuncio realizado por el alcalde Jorge Macri junto a su flamante vocera Laura Alonso, todo el país estará expectante de lo que ocurra en CABA. Ese día (porque las PASO locales podrían suspenderse) tendrán lugar las elecciones generales en las que el PRO pondrá a prueba su capacidad de mantener continuidad en el distrito que lo vio nacer.

Sin embargo, el almanaque político podría sumar más desdoblamientos. Otros gobernadores están evaluando desacoplar y así evitar la simultaneidad con el 26 de octubre. Según información que circula en La Plata, el chubutense Ignacio Torres y el neuquino Rolando Figueroa estudian “desenganchar” el llamado a las urnas de sus provincias. Algo similar se le atribuye al santiagueño Gerardo Zamora, quien debe fijar la fecha para la elección de su sucesor (o sucesora, como la senadora Claudia Ledesma Abdala, su esposa).

Esta saga de decisiones ya tomadas -más otras por anunciarse- es seguida al detalle por la dirigencia del peronismo de la provincia de Buenos Aires. En el territorio bonaerense, como se sabe, conviven varios polos de poder; en particular dentro del peronismo.

Esa coexistencia implica una tensión a la que un diputado justicialista proveniente de otro distrito, el porteño Eduardo Valdés, describe con una metáfora insuperable: “Antes eran hermanos, después primos hermanos, después primos segundos y ahora van en camino a ser cuñados peleados”. Valdés agrega una acotación final: “Incluso siendo cuñados peleados siguen siendo de la familia. Porque uno sabe cuándo rompe definitivamente con la familia y cuando no”.

Las diferencias del PJ bonaerense están concentradas en un punto, al menos en el corto plazo: si Kicillof decide desacoplar la elección provincial o no. En la última cumbre del partido a nivel provincial, realizada en el parque Los Robles de Moreno, la titular del justicialismo y dos veces presidenta Cristina Fernández de Kirchner planteó que desdoblar era inconveniente.

Una postura similar se le atribuye al exministro de Economía y dirigente del Frente Renovador (FR) Sergio Tomás Massa. Fuentes del FR consultadas por Tiempo ratificaron ayer la posición del tigrense: “Estamos a favor de que haya elecciones concurrentes un solo día y que la gente compare la Boleta Única de Papel (BUP) y el sistema tradicional. Diputados nacionales con BUP y legisladores (provinciales) y concejales con boleta partidaria”, señalaron.

Por otro lado, en la definición de lo que ocurrirá con la elección bonaerense hay que tener en cuenta el rol de los intendentes. El PJ de la provincia más poblada gobierna 84 municipios sobre un total de 135. Pero además gestiona las ciudades con más habitantes. “Los intendentes del peronismo hoy representan el 70% del electorado de la Provincia. Eso hay que ponerlo en valor. Y tiene que ser compatible para que, después, todos podamos acompañar y apalancar la elección (nacional) de octubre”, argumentó a Tiempo un dirigente del conurbano que avala con entusiasmo la idea de desacoplar.

El dirigente, con influencia en la primera sección del conurbano (norte y oeste del GBA), propone que los comicios de legisladores provinciales y concejales se adelanten al primer semestre. Los jefes comunales están algo molestos porque hasta ahora no prosperó ninguna iniciativa que modifique la ley impulsada por María Eugenia Vidal que les impide una nueva reelección.

La resolución electoral de Kicillof llegará a finales de febrero o principios de marzo. Para entonces ya se sabrá si el gobierno nacional convocó a sesiones extraordinarias para eliminar las PASO. Terminar con las primarias nacionales podría contribuir a la fragmentación opositora, ya que las disidencias internas de los partidos y las pujas por liderazgos deberían definirse directamente en los comicios generales. Pero quitar las PASO, además, haría más compleja la organización legal y logística de los comicios generales porque ya no se aplicaría el filtro del 1,5% del padrón, por lo que podría ampliarse la cantidad de listas.  «

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