Durante los últimos años, universidades, institutos y municipios avanzaron en la incorporación de la enseñanza de lenguas originarias, en muchos casos como resultado de demandas motorizadas por las propias comunidades. De acuerdo con un relevamiento del Centro de Estudios del Lenguaje en Sociedad de la UNSAM, un tercio de las universidades nacionales y provinciales enseñan al menos una lengua indígena.
“Se trata de espacios bien ganados y que tienen su importancia a la hora de sostener la presencia de lenguas originarias en el ámbito académico, donde históricamente han sido otros los saberes validados”, señala Suyana-Magalí Gingins, profesora de quechua y parte de la comunidad Ayllu Mink’akuy Tawantinsuyupaq. En algunos casos, la oferta universitaria consiste en cursos extracurriculares, generalmente arancelados y abiertos a la comunidad, como el Laboratorio de Idiomas de la UBA, que enseña guaraní, mapuche y quechua. En otros casos, las propuestas de extensión son gratuitas, como la Cátedra Libre de Idioma y Cultura Mapuche que ofrece la Universidad Nacional del Comahue desde hace 27 años.
La Universidad Nacional de La Plata incorporó la enseñanza de lenguas indígenas al plan de estudios de sus carreras de grado. “Los estudiantes de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social pueden cursar la Cátedra de Idioma Originario y validarla como parte del programa obligatorio de la carrera. La oferta de la lengua a cursar va variando año a año. Desde su apertura en 2014, se enseñó mapudungun, quechua, qom y guaraní”, aclara Melisa Happel, responsable del relevamiento efectuado por la UNSAM.
Algunos municipios también recogieron las demandas de comunidades originarias y comenzaron a brindar capacitaciones gratuitas. La Dirección de Derechos Humanos de Tigre ofrece desde 2021 cursos de guaraní y moqoit. A partir del año pasado también incluyeron quechua y qom. Esta iniciativa de revitalización lingüística surgió a raíz de una propuesta de la Unión de Pueblos Originarios, que nuclea comunidades de Tigre y Escobar. En esa línea, el Instituto Municipal de las Culturas de Almirante Brown brinda formación en “Cultura y lengua quechua”. Un taller creado inicialmente para brindar herramientas a docentes de la zona: se fue ampliando y hoy es un espacio que nuclea a un grupo nutrido y diverso de interesados. “Hay, por supuesto, un número importante de personas que buscan recuperar la lengua familiar, pero también asisten adultos mayores que encuentran en estos talleres municipales un espacio de contención y pertenencia”, observa Gingins, docente.
De acuerdo con el «Mapa de las Lenguas Indígenas», elaborado por docentes del Programa de Lenguas Originarias del Centro Universitario de Idiomas (CUI), en Argentina existen 36 lenguas indígenas pertenecientes a 38 pueblos originarios: 15 siguen vigentes, nueve están en proceso de recuperación y 12 sin hablantes.
Desde 1987, el Centro de Investigación y Formación para la Modalidad Aborigen (CIFMA) forma docentes interculturales bilingües moqoit, qom y wichi en Chaco. Se trata de un terciario destinado exclusivamente a personas de estas comunidades, que puedan ser futuros profesionales en las escuelas chaqueñas con mayoría de alumnos indígenas. Lucía Romero Massobrio, docente de la UNSAM e investigadora especializada en procesos de recuperación de lenguas indígenas, subraya: “El CIFMA es un espacio clave de recuperación lingüística y reafirmación de la pertenencia étnica para algunos grupos. Su propuesta de formación es pionera y se enmarca en políticas más amplias que se proponen garantizar la educación y la distribución del empleo público, demandas muy vigentes de las comunidades indígenas en la provincia”.
Más que traductores, mediadores interculturales
En la formación superior avanza la interpretación y traducción de lenguas indígenas. La Universidad Nacional de Salta ofrece desde 2021 una Diplomatura en Interpretación Intercultural Wichi-Castellano para el Acceso a la Justicia. En Chaco se pueden estudiar desde 2018 las tecnicaturas superiores en Interpretación en Lengua Indígena Moqoit, Qom y Wichi. El intérprete no sólo tiene como función traducir sino también ser un mediador intercultural, posibilitando el entendimiento de los modos de ser, pensar y actuar que conforman a una determinada cultura. “La figura del traductor-intérprete aparece en los discursos de los estudiantes y de los traductores como una manera de luchar contra las prácticas discriminatorias de las que son víctimas los pueblos originarios”, apunta Georgina Fraser, docentey especialista en traducción e interpretación de lenguas indígenas.