Su vuelo, su nocturnidad y su particular estética hacen que el murciélago suela tener mala prensa. Pero en realidad tiene una gran función en la naturaleza, como controlador de insectos. La Argentina es uno de los países que cuenta con una variedad importante de ellos, que ahora sumó una nueva especie a sus registros.

El lugar es la Reserva Natural Osununú, ubicada en San Ignacio, provincia de Misiones, que alberga al 25% de las especies de murciélagos del país. Allí, investigadores descubrieron que hay una nueva especie, el Nyctinomops mbopicuare, un insectívoro de gran relevancia como controlador de insectos.

El equipo conformado por representantes de la Universidad Nacional de Tucumán, la Universidad Nacional de Córdoba, del Conicet y de Fundación Temaikèn hallaron esta nueva especie de murciélago en los peñones de la Reserva de Fundación Temaikèn, en el sur de la provincia.

El Nyctinomops mbopicuare es de la familia Molossidae o Moloso. Según contaron, se caracteriza por tener pelo de color café, gris, canela, rojizo o negro. Sus orejas suelen ser muy grandes y se alimentan de insectos como polillas y cascarudos. «Poseen un rol muy importante como controladores, ya que come mosquitos que son transmisores de enfermedades para el hombre. Asimismo estos murciélagos regulan a aquellos insectos que pueden perjudicar cultivos», relataron.

A partir de este nuevo hallazgo, en Osununú se encuentran 17 especies de las 41 que habitan en Misiones. Hasta el momento, en Argentina se hallaron 70 especies. Sobre este nuevo descubrimiento, Jerónimo Torresin, coordinador del programa Selva y Pastizal de Fundación Temaikèn, señaló: “es importante ya que también es una muestra de la gran biodiversidad que hay en el sur de Misiones y en la región del Teyú Cuaré en particular, donde se emplaza la Reserva Natural Osununú. Por eso, es fundamental seguir trabajando en su conservación. Además de concentrar un alto porcentaje de las especies de murciélagos que se encuentran en el país, esta región también alberga a especies que están en peligro de extinción y que solo existen aquí, como la flora endémica”. 

La Reserva Natural Osununú conserva ecosistemas únicos por sus valores biológicos, históricos y culturales. Cuenta con un equipo interdisciplinario de guardaparques, biólogos y educadores y posee un circuito de itinerarios interpretativos, una estación científica y un vivero de especies nativas. LJunto con el Parque Provincial Teyú Cuaré, fueron declarados en 2013 como Área de Importancia para la Conservación de los Murciélagos (AICOM) por la Red Latinoamericana y del Caribe para la Conservación de los Murciélagos. 

La reserva en Misiones.

El antecedente riojano

Hace pocos años hubo otra especie descubierta en la Argentina. En agosto de 2019, en el sur de la provincia de La Rioja, en las localidades de Olta y Ulapes, científicos del Conicet que forman parte del Programa de Investigación de Biodiversidad Argentina (PIDBA) de la Facultad de Ciencias Naturales e Instituto Miguel Lillo (UNT), participaron del descubrimiento de una nueva especie de la orden de los quiróptero (Chiroptera) del género Eptesicus. ¿Qué son los quiróptero (Chiroptera)? Claro, los murciélagos.

Los ejemplares, tal como publicó la revista Journal Of Mammalogy, fueron bautizados como Eptesicus ulapesensis (debido a su procedencia). El hallazgo se produjo en un ambiente “típicamente chaqueño”, tal como lo definió Tatiana Sánchez, becaria posdoctoral del CONICET en el PIDBA y primera autora del artículo.

“La especie es fácilmente distinguible por su coloración y tamaño”, definió en su momento. Posee un pelaje dorsal relativamente corto de aproximadamente 6 mm, que se caracteriza por ser sedoso, con pelos de color marrón oscuro en la base, y el resto de color marrón dorado o amarillento con un fuerte contraste en comparación a la tonalidad del vientre. La longitud total del cuerpo va desde los 93 a los 115 mm y su antebrazo mide entre 41 y 45.8 mm.

“Al igual que otras especies del género, es sexualmente dimórfica. Es decir que las hembras tienden a ser más grandes que los machos”, afirmó Sánchez. También difiere de otros ejemplares del género por algunos rasgos del cráneo y la mandíbula. Los estudios determinaron que la caja craneana de esta nueva especie es ligeramente más ancha que el rostro y tiene una constricción postorbital bien marcada.

Los murciélagos y sus beneficios ecosistémicos

Con la excepción de los roedores, los murciélagos son los animales placentarios más diversos abarcando más de 1300 especies diferentes. Casi un 6% están en la Argentina. “A pesar de que tienen muy mala prensa cumplen roles significativos para la prosperidad del ecosistema”, consideró Sánchez.

Los murciélagos comprenden una amplia diversidad de grupos alimenticios. Las especies más diversas y abundantes son las insectívoras, como la descubierta en Misiones, consideradas controladoras de plagas en cultivos de zonas rurales o urbanas. También están los frugívoros; estos pueden ser muy abundantes en selvas ya que llevan a cabo un gran trabajo en la dispersión de semillas y propagación de plantas.

En una menor proporción, existen los llamados nectarívoros, muchos de los cuáles cumplen roles importantes en la polinización de las flores (por ejemplo del agave, de importancia comercial ya que de esta planta se extrae el tequila). También hay murciélagos pescadores y carnívoros; estos últimos se alimentan de ranas y pequeños roedores.

Finalmente, está el gremio de los hematófagos, que se alimentan de sangre. A pesar de su histórica mala reputación, resultan muy útiles porque su saliva es objeto de investigaciones biomédicas para el tratamiento de enfermedades cardíacas.

Sánchez concluyó: “Muchas de las amenazas a las que se enfrentan los murciélagos en la actualidad, tales como la pérdida de hábitat, el cambio climático y, principalmente, el desconocimiento de la gente, reflejan los desafíos de conservación de nuestra era”.