Los fiscales Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo brindaron una conferencia de prensa para explicar los avances de la investigación de la desaparición de Loan Danilo Peña, el nene de 5 años que fue visto por última vez el 13 de junio en la localidad de 9 de Julio, en la provincia de Corrientes. Se descartó la hipótesis de que se haya perdido y la causa pasará al fuero federal. Poco antes, el gobernador Gustavo Valdéz había adelantado que podía tratarse de un caso de trata.

El ex militar Carlos Pérez y la funcionaria municipal María Caillava quedaron imputados formalmente como coautores de los delitos de “captación de personas con fines de explotación agravado por ser la víctima menor de edad”; mientras que Antonio Benítez, Mónica del Carmen Millapi y Daniel “Fierrito” Ramírez fueron acusado de partícipes primarios. En tanto, el comisario de la ciudad, Walter Maciel está apuntado de «encubrimiento por favorecimiento real, calificado por la gravedad del delito precedente y la calidad de funcionario público del autor. Ahora, el caso quedó en manos de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX).

El fiscal Castillo fue el primero en tener la palabra: “Se toma conocimiento del hecho el jueves a eso de las 18, por lo que la Comisaría de 9 de Julio empieza a hacer la búsqueda y la familia dice que se perdió en el lugar. A eso se sumó a la búsqueda la comunidad”, indicó el funcionario judicial, quien recordó que al otro día se presentó en la casa de la abuela y “en tiempo real, aunque la señal era escasa, di el alerta Sofía y con la autorización de los padres, publicamos la foto del niño”.

Desde el primer momento no descartamos ninguna de las hipótesis. Se han tomado todas las líneas investigativas, dimos los alertas y el aviso a Interpol. Hay una cuestión jurídica, que por una cuestión del hecho, hemos tenido que dar un encuadre jurídico, pero siempre con un norte: encontrar a Loan”, continuó el fiscal, al tiempo que destacó las tareas de las fuerzas de seguridad de la Provincia y las federales; y la colaboración de los medios de comunicación. 

Chillaba y Pérez.

Castillo también mencionó que del análisis de los teléfonos secuestrados a los seis sospechosos hay muchas pruebas, pero no quiso adelantarlas. «Hay diligencias que se consideran reservadas, porque estamos frente a un niño que no encontramos. Hay información sensible que no vamos a poder dar porque se puede comprometer el éxito de la investigación. Hay cuestiones que estamos manejando solo adentro del Ministerio Público, y ahora estamos pasando el legajo, por una cuestión de incompetencia al Juzgado Federal de Goya”, sostuvo.

El fiscal confirmó que con el correr de los días advirtió que había inconsistencias por lo que ordenó la detención del comisario, al entender que “había un entorpecimiento en la búsqueda del menor”. Inclusive, habían notado que el jefe policial enviaba a la fiscalía a las personas que participaban de las marchas para que declaren, cuando no lo habían solicitado. “Nos distraía en la investigación y comprometía las diferentes hipótesis”, describió. 

A su turno, Barry señaló que “desde el principio no se descartó ninguna línea. Nunca se dejó de lado ni que el niño haya sido llevado o se haya perdido, dadas las dimensiones del lugar o el paisaje”. Además, consideró que los testimonios de los otros menores que habían estado en aquel almuerzo familiar fueron concluyentes al sostener que Loan había ido en dirección a la casa de la abuela.

“Los perros se mantuvieron en el rastro de Loan dentro de la zona comprendida entre la casa y los montes aledaños al naranjal, hay 570 metros de la casa al naranjal, 25 binomios de perros indicaron que el nene no salió de esa zona”, dijo Barry, y relató que la zapatilla del chiquito fue encontrada a tres kilómetros de allí, pero “ningún perro tomó un rastro hacia ningún lado. Loan no llegó hasta allí nunca. La zapatilla fue colocada, se relaciona con una alteración clara de la escena del hecho” que le achacó al comisario.

“La prueba de odorología -detalló Barry– a los vehículos de Pérez y Caillava, dieron positivo: en menor medida en relación a la camioneta de Pérez y en un 100% en relación al Ka de Caillava. Esto se relaciona con el tiempo que permaneció en cada vehículo. Coincide con que en la camioneta se fueron de la casa de la abuela; y en mayor medida, porque posteriormente fue trasladado en el Ka”.

En otro orden, el fiscal argumentó que «está acreditada la captación, aunque la finalidad sea un elemento evolutivo, hay mucho material probatorio que no podemos develar porque está relacionado con el contenido de los teléfonos y no quiero comprometer eventuales avances de la investigación y que los resultados se frustren”.