“No sé lo que pasó, pero lo que puedo asegurar es que el muchacho ya estaba dado de alta de clínica y cirugía, y apareció muerto”, reveló a Tiempo Argentino una calificada fuente del hospital Mariano y Luciano de la Vega de Moreno, donde el domingo pasado ingresó baleado Nicolás Pelayes, acusado de haber disparado en la cabeza a un agente de la Bonaerense en medio de una persecución. Empleados del centro de salud y familiares del chico de 18 años denunciaron que antes de morir el chico fue víctima de torturas por parte de enfermeros y policías.
“Ya estaba todo dispuesto para que Pelayes fuera a declarar a la fiscalía o para ser trasladado a una unidad penitenciaria. No puedo confirmar que lo hayan asesinado pero todo es muy sugestivo”, continuó la fuente consultada, quien precisó que el hospital estableció que el joven murió entre las 14 y las 15 del lunes.
Esta historia, de ribetes escalofriantes, comenzó cerca de las 21 del domingo cuando según la versión de la policía, Pelayes se trasladaba con un cómplice en una moto robada junto a otros dos sospechosos más que iban en otra moto. A la altura de Colombia y Camilli, en el barrio San José de Moreno, un móvil del Comando de Patrullas, intentó identificarlos pero éstos se dieron a la fuga.
Metros después, en la esquina de Italia y Camilli, la moto en la que iba Pelayes pierde el control y los dos sospechosos caen al suelo. Uno de ellos intentó seguir la huida a la carrera y cayó detenido a unas dos cuadras de allí, mientras que Pelayes logró entrar por la parte trasera a una casa en Panamá y Francia.
En ese momento, dos policías de civil que estaban de franco y que viven en la zona se sumaron a la persecución. El subteniente del Grupo de Apoyo Distrital (GAD) Ángel Escalada era uno de ellos y se llevó la peor parte cuando ingresó en la vivienda tras los pasos de Pelayes. Apenas saltó al patio de esa casa, el agente recibió un balazo en la cabeza.
De acuerdo a la hipótesis policial, quien disparó contra Escalada fue Pelayes. Para la familia del muchacho, en cambio, se trató de fuego amigo proveniente de una agente de la Bonaerense ya que aseguran que el chico no estaba armado. Más allá de este contrapunto, que los investigadores deberán esclarecer a través de pericias y una planimetría para determinar la posición de cada uno, lo más escabroso es la grave denuncia de los familiares, amigos y hasta enfermeros del propio hospital que sostienen que el muchacho fue torturado hasta la muerte dentro del establecimiento.
Escalada fue operado en el Hospital de Moreno, donde le realizaron una craniectomía para descomprimir la presión que le había provocado el proyectil en el lado izquierdo de la cabeza y luego fue trasladado a la clínica Fitz Roy de Capital Federal, donde se encuentra estable.
Pelayes, por su parte, recibió tres balazos en sus piernas y uno en el glúteo y fue detenido.
¿Torturas en el hospital?
Como principal evidencia, la familia de Pelayes aportaron a la Justicia un video en el que se ve al muchacho con vida sobre la camilla del hospital donde un médico le practica una especie de enema y el joven da claras manifestaciones de dolor y de total lucidez. El video fue compartido en redes sociales con una frase irónica, por lo que se estima, sale desde la misma policía.
Medios locales, se comunicaron con Silvina Pelayes, la madre del chico donde afirmó, “mi hijo estaba bien, se lo ve bien en las imágenes y después me lo entregan muerto”.
Además señaló, “hoy ya lo sepulté: lo único que quiero es que paguen los que hicieron esto. Mi hijo estaba reventado por dentro y por fuera”, acusó la mujer, quien aseguró que también realizó la denuncia sobre la difusión de las imágenes que comenzaron a propagarse como reguero de pólvora por todas las redes pro policías.
“Con mi hijo se hicieron fotos virales, lo expusieron como un trofeo. Todo el barrio lo vio por dentro y por fuera”, señaló, compungida la mamá del chico.
Por su parte, Nadia, una de las primas del muchacho muerto, le dedicó unas palabras a través de sus redes sociales. “A nosotros nadie nos devuelve tu vida Nico, pero te juramos hacer justicia para que paguen los que te lastimaron sin necesidad de hacerlo, los que te mataron para cubrir causas propias y todos aquellos que estaban en esa sala grabando y sacándote fotos: policías y enfermeros”.
Después agregó, “nadie justifica los malos actos de Nicolás Pelayes, mi primo, pero esperamos que se haga justicia y que los que tengan que pagar paguen. El corrupto Hospital Mariano y Luciano De la Vega de Moreno, y todos los que están presentes haciendo lo que la ley prohíbe”, sostuvo la mujer.
Este fin de semana, allegados del Nicolás Pelayes se movilizarán a las puertas del hospital para reclamar justicia y que el caso no quede impune.