Un grito desgarrador se escuchó en todo el edificio. Algo inesperado para quienes estaban en el lugar. La mayoría no sabía qué había pasado, pero algunos vieron con sus propios ojos toda la escena; una imagen que no olvidarán por el resto de sus vidas.

El martes 4 de junio, la comunidad educativa de la escuela Nº 28 DE 4 del barrio de Barracas fue testigo de la muerte de un trabajador de mantenimiento escolar, mientras realizaba la reparación del ascensor. El hecho ocurrió durante el recreo y varios estudiantes presenciaron la tragedia. El hombre murió aplastado por el elevador, mientras su compañero se encontraba en la parte superior del edificio. Ambos pertenecen a una empresa tercerizada contratada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA).

Como publicó el martes 4 de junio este medio, el hecho ocurrió a las 14:30 de esa jornada. El Ministerio de Educación de la Ciudad se presentó en la escuela y se comprometió a la realización del peritaje, su informe y una próxima reunión con el personal de la institución. Sin embargo, la primera respuesta de la cartera educativa “fue endilgar la responsabilidad en la empresa tercerizada, cuyos datos son desconocidos para el conjunto de la comunidad y son contratadas por el GCBA”, destacaron en el comunicado los integrantes de la comunidad educativa.

En paralelo a las declaraciones de funcionarios de la cartera educativa, la policía detuvo al compañero del hombre muerto y rápidamente la justicia caratuló el hecho como ”Homicidio Culposo”. Quien lleva adelante la investigación es el juzgado criminal y correccional 58, a cargo del Dr. Iturralde, secretaría 64 a cargo de la Dra. Neuville.

Pasaron 14 días y el hombre continúa tras las rejas. “No tenemos el nombre de la persona, la escuela no lo brinda. La sensación que tenemos es que el GCBA claramente no se hace cargo de la situación. A pocos minutos de ocurrido el hecho culparon a la empresa y de hecho el detenido, el compañero del fallecido, queda en esta instancia, está incomunicado”, contó a Tiempo Jorge Arellano, profesor de educación física de la escuela.

La semana pasada se acercó al establecimiento educativo la familia del fallecido, para tener un poco más de información sobre la muerte del trabajador y ver el lugar en el que murió, pero las autoridades escolares no les permitieron la entrada, diciendo que tenían que dirigirse a la comisaría para pedir información y que la escuela no se la podía brindar.

“Tenemos una reunión de docentes el próximo 26 de junio en la escuela, sin dictado de clases, y el GCBA se comprometió a bajar a la escuela y a darnos una explicación, en la que por supuesto preguntaremos el nombre de la persona, el por qué de su detención y veremos en qué instancia queda todo. Esperamos tener respuestas, esperamos que esto tenga una solución como se merece”, agregó Arellano.

En el mismo sentido, sintetizó: “Pedimos que no se trabaje más en las escuelas cuando esté en funcionamiento escolar, con niños y docentes y personal auxiliar. Primero queremos justicia por este muchacho y que quede esclarecido este lamentable hecho y que se hagan cargo las personas que deban hacerse cargo”.

La escuela Nº 28 de Barracas es de jornada completa y tiene aproximadamente 350 alumnas y alumnos. Tras el fatal accidente dentro del horario escolar, los chicos recibieron atención psicológica y sus maestros estuvieron dándoles contención. Luego del accidente, la supervisión escolar del distrito 4 no quería suspender la jornada escolar, pero tras el reclamo de las familias y docentes los chicos no asistieron a la escuela.