De no creer. Destruir patrimonio cultural de gran valor y la celebración del vaciamiento en nombre de un falso ahorro, parece ser parte de la estrategia del actual presidente del INCAA. Carlos Pirovano (especialista en microeconomía, finanzas y planeamiento estratégico, pero sin ninguna experiencia en el rubro audiovisual) publicó un breve informe sobre sus seis meses de gestión a través de sus cuentas de redes sociales.

En distintas publicaciones, celebradas y defendidas a ultranza  por un ejército de trolls,  se anuncia desinversión en mantenimiento de edificios y alquileres, como los destinados al resguardo del archivo cinematográfico. A través de su cuenta X, el historiador de cine y archivista Fernando Martín Peña, una eminencia  local en la materia, expresó: “Como me cansé de anticiparlo, entre los ‘edificios que dejarán de usarse’ están los dos que contienen las copias en fílmico que guarda el INCAA. Nunca sabremos qué harán con el material”. 

Carlos Pirovano.

“Los materiales de archivo son registros vitales para nuestra cultura; estaban guardados en  un edificio en la calle Moreno enfrente de la Enerc, aunque la mayoría del material de archivos fílmicos se guardaban en la calle Ensenada al 600, en el barrio de Floresta, en un edificio que realmente estaba bastante mala condicionado pero tenía archivos de todo el material fílmico que el INCAA recibe por ley. La idea de esta nueva gestión es trasladarlos al segundo subsuelo del Enerc lo cual no está bueno por un montón de razones: la primera razón es que es un lugar que siempre fue muy húmedo lo que empeoraría las condiciones en las cuales el archivo se encuentra en términos de condiciones de conservación. La preservación es una obligación, hay una ley que es la ley de la cinemateca y archivo de la imagen nacional que así lo demandan”, cuanta Nicolás Vetromile, trabajador del INCAA / Enerc, delegado General Adjunto de ATE INCAA.

Menos INCAA, menos soberanía

Las repercusiones por el informe de gestión no se hicieron esperar de todo el arco político. Pero son fieles a las políticas de achicar todo lo que sea creativo o cultural. De hecho se anuncian también recortes de todo tipo, hasta los que tienen que ver con los docentes que van a las distintas sedes de las provincias de la Enerc.

Archivo audiovisual del INCAA.
Foto: Prensa INCAA

Dicho esto y pesar de la extrema gravedad, Pirovano lo ve como un triunfo: “Siguiendo el mandato del presidente Javier Milei de ahorro y cuidado del dinero del contribuyente, se han tomado una serie de medidas que en una primera etapa han permitido ahorrar más de $3.000 millones anuales, y que tienen como objetivo el equilibrio financiero para fin de año” afirma la publicación en X y en Instagram del milesita.

En realidad, el recorte al que se refiere se trata de despidos (de 254 trabajadores) y paralización de la actividad cinematográfica en general, jamás para mejorar la actividad o intentar hacerla crecer.  Además de inaudito, es una de las tantas operaciones que apelan a la ignorancia y a trabajar la irascibilidad de los que desconocen el funcionamiento de las industrias culturales del mundo.

El encargado de la tarea de ajuste y vaciamiento, y los voceros circunstanciales, omite en todas sus intervenciones un dato clave, que ya se sabe pero que nunca está de más repetir: el Fondo de Fomento Cinematográfico se compone de recursos que genera el propio medio con un porcentaje de las entradas de cine (10%), y un porcentaje de la recaudación del ENACOM que ronda el 25%.

Frente del edificio central del INCAA.