El mosquito Aedes Aegypti parecía olvidado en la agenda pública de los últimos meses, pero aunque no lo veamos, está. Y en cualquier momento puede llegar a multiplicarse por tierras argentinas. Tras un 2024 con récord de casos, en 2025 se empiezan a encender las alertas: el Estado de San Pablo declaró la emergencia, y el Ministerio de Salud argentino recomendó «fortalecer la vigilancia» a las distintas jurisdicciones, casi libradas a su suerte.
San Pablo ya superó los 124.000 casos y las 113 muertes. Aunque no está aislada. Perú, Colombia, Paraguay y México también están viviendo subidas exponenciales de casos. A partir de la alerta emitida por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ante el aumento de riesgo de brotes de dengue debido a la reintroducción del serotipo DENV-3 en la región, el Ministerio de Salud de la Nación recomendó a todas las jurisdicciones «fortalecer la vigilancia, estudio y notificación de casos en el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud. Asimismo, aconseja prestar especial atención a la aparición de síntomas compatibles con Síndrome Febril Agudo Inespecífico en personas que hayan viajado a países con circulación de esta enfermedad».
Los casos de Dengue
Según el último informe de la situación epidemiológica del dengue publicado por la OPS, a la semana epidemiológica (SE) 4 del 2025, en la Región de las Américas se reportaron 355.621 casos sospechosos de dengue en 20 países y territorios de la región. La mayoría concentrados en Brasil (83%), seguidos por Colombia (6,65%), Perú (2,3%) y México (2,2%).
De acuerdo a lo publicado en el último Boletín Epidemiológico Nacional, los casos con antecedentes de viaje registrados en nuestro país corresponden a personas que viajaron a Brasil, Colombia, Cuba, India, Maldivas, México, Paraguay, Perú y Tailandia.
«Por este motivo, el Ministerio de Salud recomienda a las jurisdicciones fortalecer la capacidad diagnóstica de sus sistemas de salud, promoviendo la detección temprana y la atención y seguimiento adecuados, a fin de evitar el desarrollo de formas graves de la enfermedad –insistieron en la cartera conducida por Mario Lugones–. Se recomienda también aumentar la sospecha diagnóstica frente a viajeros con síntomas o contactos estrechos de casos confirmados. También recuerda la importancia de informar a la población sobre las medidas de cuidado y la eliminación de criaderos para reducir la exposición a los mosquitos transmisores del virus y evitar contagios».
Y completaron instando a las jurisdicciones (las mismas a las que el Gobierno desfinancia con menos aportes y recursos) a que «refuercen la vigilancia vectorial, epidemiológica y laboratorial, a fin de prevenir la proliferación del vector e identificar los serotipos que circulan en el país para asegurar la capacidad de preparación y respuesta y reducir la incidencia de la enfermedad. Dengue constituye un evento de notificación obligatoria (ENO), por lo que la totalidad de los casos sospechosos deben ser notificados inmediatamente a través del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS 2.0) realizando una completa investigación epidemiológica».
El peso sobre las jurisdicciones
De nuevo el Ministerio de Salud de la Nación insistió en la responsabilidad total de las jurisdicciones: «El trabajo de las jurisdicciones tiene incidencia directa en la respuesta del sistema frente a brotes o epidemias. La implementación de estas medidas a nivel regional es fundamental para tener una mayor comprensión del comportamiento y evolución de esta enfermedad en el país y, además, anticipar estrategias de prevención y control adecuadas».
Si bien los casos de dengue confirmados durante la temporada 2024-2025 se encuentran por debajo de las cifras correspondientes a los dos últimos años, en las últimas semanas hubo un hecho que encendió las alarmas de los especialistas: la notificación del primer caso de dengue con serotipo 3 (DENV-3) sin antecedentes de viaje al exterior.
En el país circulan los serotipos 1 y 2, y la presencia de una nueva variante podría aumentar la cantidad de contagios y pacientes con enfermedad grave. Aunque por ahora representa un porcentaje ínfimo del total –el 50 por ciento corresponden a DENV-1 y el 47 por ciento a DENV-2–, la presencia de DENV-3 es una señal de alerta. Además, un estudio citado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) demostró que la única vacuna contra el dengue que está aprobada por los organismos sanitarios tiene menor protección contra el serotipo 3 en comparación con el 1 y el 2.
En diálogo con la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, el investigador del Conicet y divulgador científico Juan Manuel Carballeda sostiene que hasta ahora la situación es tranquila, pero podría empeorar en los próximos meses: “Por ahora tenemos muy pocos casos en Argentina, pero hay que esperar a ver qué pasa en marzo y abril donde se dan los picos. La presencia de DENV-3 es preocupante porque es un serotipo que no circulaba o lo hacía marginalmente en la región. Sabemos que cuantos más serotipos distintos circulan en una misma región a la vez, más aumenta el riesgo de dengue grave”.
A grandes rasgos, un serotipo es una variante de un virus que puede causar determinada enfermedad. En el caso del dengue se conocen cuatro (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4) y siempre prevalecen unos por encima de otros. En Argentina, DENV-1 fue el responsable del mayor número de casos en las epidemias de 2009, 2016 y 2020, mientras que DENV-2 fue el serotipo predominante en 2023. Por eso, la aparición de DENV-3 en el país representa un riesgo porque la infección por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente, aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave.
Además de Argentina, este serotipo que estuvo ausente durante varios años, reapareció o aumentó su presencia en la mayoría de los países de América. Uno de los motivos de la suba de casos en el sudeste de Brasil (en comparación a años anteriores) se debe a la mayor presencia de DENV-3 desde julio de 2024. “El aumento del serotipo 3 en el sudeste requiere atención, ya que muchas personas nunca tuvieron contacto con esa variante del virus, lo que puede impactar en la evolución de los casos”, afirmó en conferencia de prensa un funcionario del ministerio de Salud brasileño.
La OPS emitió una alerta epidemiológica y advirtió: “la reaparición de DENV-3, después de una ausencia prolongada en algunas áreas de la región, aumenta la vulnerabilidad de las poblaciones que no han sido previamente expuestas a este serotipo”.