Mauricio Macri se transformó en el primer presidente democrático en degradar el área de Salud al rango de Secretaría. Desde que se creó por primera vez un Ministerio para atender ese derecho constitucional, solamente habían tomado esa decisión las dictaduras de los generales Pedro Eugenio Aramburu en 1955 y Juan Carlos Onganía en 1966. La decisión anunciada el lunes fue leída por los especialistas como la confirmación de un vaciamiento implementado en la cartera sanitaria desde el inicio de su gestión en 2015.
A falta de menos de cuatro meses para terminar el año aún no se ejecutó ni la mitad de los $56.485 millones de pesos presupuestados para 2018. Y según los últimos datos provistos por el Ministerio de Hacienda en su sitio Presupuesto Abierto, entre los programas con menor nivel de ejecución se encuentran el de Cobertura Universal de Salud (14,66%), que debe garantizar los medicamentos para los centros de primer nivel de atención; el de Lucha contra el SIDA y Enfermedades de Transmisión Sexual e Infecto Contagiosas (35,92%), cuyo titular el mismo lunes presentó su renuncia; el de Desarrollo de la Salud Sexual y la Procreación Responsable (31,72%), que el presidente Macri dijo que aumentaría tras el rechazo a la ley de Aborto legal, seguro y gratuito; y el de Atención Sanitaria en el Territorio (37,06%), que garantiza el acceso a la salud para población vulnerable.
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“Este es un símbolo de lo poco que le interesa la salud al gobierno”, analiza Ginés Gonzalez García, ex ministro de Salud entre 2002 y 2007. “Ya había desjerarquizado al Ministerio en lo presupuestario y en las acciones. Suspendieron el programa Remediar. Hubo faltantes de medicamentos y de reactivos. Hoy renunció el director del área que maneja VIH y enfermedades de transmisión sexual. Están suspendiendo vacunas obligatorias. Entonces lo que hacen es un maquillaje donde devalúan la idea de lo que significa la salud. Lo que viene va a ser peor”, añade.
“En las provincias saben que hay muchos programas que los maneja la Nación, porque así se define por ley. Pero el mensaje que se viene transmitiendo desde la gestión de Lemus es que cada provincia debe arreglarse. La Nación se viene retirando de su compromiso. Es un muy mal síntoma de lo que es prioritario para el gobierno. Porque tratan de ser sagaces con los centavos mientras son estúpidos en los dólares, donde cada día venden un montón para bajar la moneda”, continúa. “Cuando llegaron a cortar las vacunas me di cuenta de que podían hacer cualquier cosa, y con bajar de rango del Ministerio siguieron. Este es un golpe muy fuerte no sólo a la acción, sino al emblema, al espíritu”, finaliza.
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Cuando se conoció la intención de degradar el Ministerio de Salud a la jerarquía de Secretaría, los distintos ministros provinciales redactaron un comunicado conjunto en repudio a la medida. También se sumó la Junta Interna de Delegadas y Delegados del Ministerio de Salud. Y diversas organizaciones como la Sociedad Argentina de Infectología, la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología y la Fundación Soberanía Sanitaria, manifestaron su repudio. Ninguno de los gestos fue suficiente. Las medidas de protesta continuarán este miércoles, cuando a las 11 de la mañana se realice un abrazo al edificio del ex Ministerio.
*Nota elaborada con el aporte de Marta Flores en el marco del programa de prácticas profesionales realizado entre Tiempo y la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV)