Textos memorables, bellos, clásicos que no pertenecen a ninguna antología pero que el ojo adiestrado y asombrado de Ana María Bovo logró reconocer entre estantes de su biblioteca gestó la idea original de Sucesos literarios argentinos la obra de teatro que se repone hoy a las 20 y estará en cartel durante seis funciones. «Eran piezas sueltas, cuentos o relatos que fueron publicados en algunos medios y que estaban en la intimidad de una lectora», cuenta su creadora.
La obra recorre textos de Isidoro Blaisten, Esther Cross, Daniel Moyano, Juan José Saer, Javier Villafañe, Ángel Vargas, entre otros. «Hago una dramaturgia sobre cada cuento y si coincido en que el cuento sea literal es porque esa modalidad me requiere una literaridad. A veces en la lectura funciona y no en la puesta en escena, hay que hacer un rito de pasaje de la literatura a la oralidad, pasarlo a la sintaxis», explica Bovo.
«Cuando ensayo le pongo el cuerpo y la gestualidad que absorbe una gran parte del texto. Es un trabajo que se hace manteniendo la belleza literaria. De esa manera, el texto deja ser el patrimonio único de la transmisión y el relato se expande permitiendo múltiples lecturas», cuenta.
Las historias que tienen su lugar en una vieja librería de calle Corrientes son muy diferentes entre sí. «Toda selección excluye un montón de piezas literarias que hubiese querido incluir, pero me quedé con los cuentos que me permitieron armar universos muy diferentes y mostrar paisajes», comenta la realizadora.
Bovo cumple este año tres décadas de trabajo teatral que se centró en la narración. «Llegué a este lugar por intuición y después decodificando y dándole un lenguaje. Tengo el orgullo de saber que hay cosas que conté hace 30 años y que han resistido el paso del tiempo. No han envejecido con la adaptación de ese momento».
Enamorada de la posibilidad de contar, Bovo afirma que los nuevos medios de comunicación no han impactado tanto la forma de contar, aunque sí abrieron otros canales de interacción. «Cada soporte tiene sus códigos, mail, Facebook, Twitter. Yo uso las redes para hacer fotorrelato, y ahí vivís un feedback muy similar al del escenario. Y después pasan cosas como que un chico de la secundaria se comunicó a través de las redes para pedirme que lo ayude con un resumen de mi novela que estaban leyendo en la escuela», comenta divertida.
Además de su labor en escena y de la docencia, Bovo está a punto de editar su segunda novela. «Siempre estoy buscando al manera de expresarme. A esta altura ya tengo varios soportes expresivos: teatro, fotorrelato y novela», finaliza la directora. «
Sucesos literarios argentinos, los domingos a las 20 en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543