Venezuela, un país con vastos recursos naturales, se encuentra en una encrucijada geopolítica y económica sin precedentes. Con 303 mil millones de barriles de petróleo, la nación sudamericana posee la primera reserva probada de petróleo a nivel mundial, representando el 24.4% de las reservas de la OPEP. Pero el petróleo no es el único tesoro que alberga; sus riquezas se extienden al carbón, oro, hierro, bauxita y gas natural, posicionándolo como un actor clave en el escenario global de recursos naturales.
Durante 25 años de revolución bolivariana, Venezuela ha defendido su soberanía sobre estos recursos, buscando equilibrar el bienestar de su pueblo con los intereses económicos globales. Este enfoque ha generado tensiones tanto con la burguesía financiera local como con potencias internacionales, especialmente Estados Unidos.
El gobierno venezolano ha emprendido esfuerzos para diversificar la economía más allá del esquema rentista petrolero. Esto incluye el desarrollo de otros sectores como la minería, el turismo y la agricultura, así como la modernización de la industria de hidrocarburos.
El camino hacia la diversificación y el desarrollo económico no ha estado exento de obstáculos. Venezuela enfrenta una guerra económica multidimensional, caracterizada por sanciones internacionales que han afectado severamente sus ventas de petróleo y provocado la salida de grandes empresas del sector. Estas medidas coercitivas unilaterales han llevado al país a buscar nuevas alianzas y estrategias de supervivencia económica. En este contexto, Venezuela ha puesto sus ojos en el grupo BRICS como una alternativa para fortalecer su posición internacional. La solicitud de integración a este bloque de economías emergentes podría significar un giro estratégico para el país.
Concretamente podría aportar entre el 30 y 40 por ciento del valor global en reservas naturales al grupo, consolidándolo como una fuerza energética y minera formidable en el escenario mundial. Además de las reservas de petróleo y gas natural, Venezuela cuenta con el 4 por ciento de las reservas de agua dulce del mun-do, un recurso cada vez más valioso en el contexto del cambio climático y la seguridad hídrica global.
A pesar de los desafíos, Venezuela continúa siendo un actor clave en la geopolítica mundial. Su abundancia de recursos naturales la convierte en un objetivo codiciado por diversos actores internacionales, desde gobiernos hasta magnates. Sin embargo, el gobierno venezolano insiste en que estos recursos pertenecen al pueblo y que cualquier negociación debe respetar la soberanía nacional. En este punto, Maduro advirtió: «Gobierno de los Estados Unidos, si ustedes quieren el petróleo de Venezuela, tienen que pagarlo al precio del mercado. El petróleo es de Venezuela, no de los gringos».
El futuro de Venezuela dependerá en gran medida de su capacidad para navegar estas aguas turbulentas, diversificar su economía y forjar alianzas estratégicas que le permitan maximizar el beneficio de sus vastos recursos naturales para su pueblo. El éxito en este empeño podría no solo transformar la economía venezolana, sino también reconfigurar el equilibrio de poder en América Latina y más allá. «
Comunas y poder popular
Tras la elección de 30.000 jueces de paz en todo el país en diciembre de 2024 y una nueva convocatoria para el próximo 26 de enero, la ciudadanía de Venezuela volvió a mostrar gran interés en su derecho de ejercer el voto. Qué implica la organización comunal para los venezolanos y qué rol cumplen estos jueces de la Paz Comunal en la vida cotidiana. Una comuna es una forma de organización social que busca la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones. El concepto de comuna se basa en principios de autogestión, solidaridad, democracia participativa y control comunitario sobre los recursos y servicios. De acuerdo con la Ley Orgánica de los Consejos Comunales (2010), se define como una unidad territorial donde se agrupan consejos comunales, cooperativas y otros actores sociales para realizar proyectos de desarrollo local.
En la Ley Orgánica del Poder Popular impulsada por el expresidente Hugo Chávez Frías, se entiende como Poder Popular a “la instancia primaria para el ejercicio del poder, la participación y el protagonismo popular”, ejercido en diversas instancias que “están constituidas por los diferentes sistemas de agregación comunal: consejos comunales, comunas, ciudades comunales, federaciones comunales, confederaciones comunales y los otros que, de acuerdo a la Constitución y la ley, surjan de la iniciativa popular”.
Una comuna se compone de varias estructuras: el consejo comunal, los comités de trabajo, las unidades productivas y los proyectos sociales. Los consejos comunales son la base y se componen de representantes elegidos por la comunidad.
En las elecciones de diciembre de 2024 se eligieron en todo el país 15.000 jueces de paz titulares y 15.000 jueces suplentes, de una oferta electoral de más de 52.288 candidatos.
Justamente en ese sentido, el propio vicepresidente Diosdado Cabello confirmó que en las elecciones en «5297 circuitos comunales» que se realizaron en diciembre último hubo una muy buena asistencia del electorado. Por su lado, el presidente Nicolás Maduro impulsará una nueva Consulta Popular para el 26 de enero, la primera en el año 2025 y se comprometió a que haya cuatro fijas al año, de diversas temáticas, más otras dos, puntualmente vinculadas a cuestiones relacionadas con la juventud y a la cultura.