Los pumas están encerrados en una jaula. Puede que les hayan lastimado una pata o que los hayan dejado sin agua un tiempo, para que estén doloridos o sedientos y salgan despacio. Para ser un blanco más fácil. Abrirán la reja cuando el cazador esté listo para dar el disparo certero. Por el que pagó miles de dólares y tras el cual quiere llevarse la piel o la cabeza como trofeos. Así de cruel es la ‘caza enlatada’, que se nutre de criaderos o ‘fábricas de pumas’ para tal fin.

Tras mucho reclamo, esos espacios se están desarticulando en Argentina. Y los resultados comienzan a volverse concretos. Durante septiembre se trasladarán los primeros pumas rescatados de criaderos destinados a la caza por trofeos hacia la Reserva Natural Pumakawa, en Villa Rumipal, Córdoba.

En abril el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible emitió la Resolución 133/22, que prohíbe la importación, exportación y tránsito interjurisdiccional de trofeos de caza de especies de fauna silvestre autóctona. En base a esa normativa se desarticularon criaderos de pumas en La Pampa que nutrían cotos de ‘caza enlatada’.

Pumas bajo el ala de Kai Pacha

Entre ocho y diez de los animales encontrados allí irán a vivir bajo el ala de Kai Pacha, a cargo de la reserva Pumakawa. Es la principal referenta en la protección de pumas en el país y está contenta y expectante por esta decisión.

“Ya tenemos todo listo para la recepción. Implicó un trabajo de recintos y de reestructurar el lugar, porque van a vivir 10 o 15 años a nuestro cargo y todo lo que es manutención es como adoptar un hijo. Hay que planificar la atención, la mano de obra, el depósito de alimentos para aumentar la cantidad de pumas. Teníamos un sistema para los 13 nuestros y hubo que reestructurar eso”, cuenta Pacha desde Córdoba.

“Lo bueno es que lo hicimos en conjunto con Nación. Es una buena acción, es el modo de terminar con los criaderos de pumas para caza enlatada. Estos criaderos tenían la función de surtir los cotos de caza donde encerraban al puma en una jaulita mintiéndole al cazador por cinco o 10 mil dólares, para asegurarle que pasaría el puma por tal lugar. Así se llevaban un trofeo, la cabeza o el cuerpo embalsamado o la piel”, lamenta la mujer.

Kai Pacha es el nombre quechua que eligió la trabajadora social Karina Maschio cuando decidió dedicar su vida a la protección de animales. Se hizo cargo de la reserva El Edén, que tenía su padre y había sido asolada por los incendios forestales de 2009. Reflotó la iniciativa como Pumakawa, una ONG dedicada a la conservación de especies autóctonas en riesgo. Ahora, junto a Humane Society Internacional (HSI), Fundación Cullunche y la Red Argentina Contra el Tráfico de Especies Silvestres (RACTES), entre otras organizaciones ambientalistas, consiguió que se trasladen los primeros pumas de criaderos hacia la reserva natural Pumakawa.

El logro forma parte de la campaña “No a la caza de pumas, trofeos de sangre”, que impulsan esas organizaciones y ya acumula más de 65 mil firmas en Change.org pidiendo por el fin de la caza por trofeos. Según datos difundidos desde ese espacio, una encuesta reciente reflejó que el 86% se opone a la caza por trofeo y el 92% se mostró a favor de su prohibición.

El puma es uno de los 10 felinos que habitan Argentina y uno de los de mayor distribución en todo el continente americano. El país ocupa el 7° puesto en el ranking de exportaciones de trofeos de caza. Por lo pronto, la caza deportiva continúa siendo legal pero se desbarata la caza enlatada a partir de la desarticulación de los criaderos.

Pumas
Foto: Gentileza No a la caza de pumas

Sin trofeos en la aerolínea de bandera

La medida del traslado de pumas a la reserva natural de Kai Pacha llega un año después de otra normativa importante para la protección de estos animales: la prohibición del traslado de los trofeos de caza de puma y fauna autóctona en vuelos de Aerolíneas Argentinas. Fue la aerolínea número 46 en el mundo en tomar esta decisión.

“Ahora estamos logrando que no existan más los criaderos. Vamos a intervenir en la castración de los pumas que quedaron y, a modo de negociación con los dueños, recibirles pumas como acto de que acepten desarticular los criaderos. Porque les significan un gasto y el fin productivo ya no lo tienen. Así nos aseguramos que la ‘fabrica’ se termine”, explica la especialista. Agrega que “es un proceso de desmantelamiento que lleva su tiempo. Ubicar pumas no es fácil, Nación no cuenta con un lugar propio y es difícil que los centros de rescate reciban pumas, porque están con cupo lleno. Nosotros tuvimos que ampliar la estructura y hacer un esfuerzo por recibirlos”. De hecho, se pueden aportar donaciones para contribuir: [email protected]

Para Pacha “es un paso grandísimo, es como que nos sumamos como país a los pocos países del mundo que prohíben la caza enlatada. Acabamos con esta caza al prohibir los criaderos. Por ejemplo Sudáfrica no lo está logrando, tiene cacería enlatada de leones y hace años que tratan de revertirlo, pero es una costumbre arraigada y un comercio importante”.