Como todo el mundo sabe, los tres mosqueteros fueron, en realidad, cuatro. Al comienzo de la saga escrita por Alejandro Dumas, D’Artagnan es un joven gascón que anhela unirse al cuerpo de mosqueteros de Luis XIII. Allí conoce a los otros tres que ya pertenecen a él: Athos, Porthos y Aramis.
A lo largo de la historia, contada a través de tres libros: Los tres mosqueteros, Veinte años después y El vizconde de Bragelonne, D´artagnan participará de muchas peripecias y su relación con sus tres amigos se convertirá en un símbolo de amistad, lealtad y unión. Su lema era: “Todos para uno y uno para todos”, una frase que atravesó los siglos y que aún suele irrumpir en las conversaciones cotidianas.
Los tres volúmenes abarcan la vida de D´Artagnan desde su juventud llena de ilusiones hasta el momento en que es un viejo soldado desilusionado pero que mantiene su fe inquebrantable en la libertad y el honor.
La famosa novela, un verdadero bestseller de su época, fue publicada inicialmente como folletín en el periódico Le Siecle entre los meses de marzo y julio de 1844. Más tarde, pero en ese mismo año, la publicará la editorial Baudry en un volumen y, dado su éxito, habrá una nueva edición en 1846 a cargo de otra editorial y con ilustraciones de Vivant Beaucé.
El autor, dice haberse basado para construir su historia en manuscritos encontrados en la Biblioteca Nacional de Memorias del señor D´Artagnan, teniente capitán de la primera compañía de los Mosqueteros del Rey escrita por Gatien de Courtiz de Sandras. Además, según se dice, contó con la colaboración del historiador Auguste Maquet en muchas de las novelas y habría sido él quien le habría sugerido la historia de los mosqueteros.
Pero si bien Dumas parte de un personaje real, lo ficcionaliza al punto de darle el mismo tratamiento de los personajes nacidos de su imaginación. Además, ubica la acción en otra época.
El personaje de D´Artagnan está inspirado en Charles de Batz-Castelmore, conde de Artagnan, capitán de la guardia de mosqueteros de Luis XIV de Francia, que murió en el sitio de Maastricht el 25 de junio de 1673. Más allá de sus hazañas militares, fue Dumas quien lo hizo célebre al convertirlo en el protagonista de su famosa novela. Según se cuenta, el verdadero D´Artagnan murió mientras leía el informe de que había sido ascendido a un rango más alto.
Es probable que de no ser por la pluma de Alejandro Dumas, el no hubiera pasado de ser un oscuro personaje histórico y la fecha de su muerte sólo habría figurado en algún acta perdida. A diferencia del D´Artagnan concebido por Dumas, la suya fue una vida sin grandes resplandores y jamás realizó los encargos del rey que sí tuvo su par literario.
Pero ambos personajes, el literario y el verdadero, mueren en la misma ciudad, Maastrich. Al personaje literario Dumas puso en su boca sus últimas palabras: «Athos, Porthos, hasta luego. Aramis, adiós para siempre.» D´Artagnan, por lo tanto, tuvo dos vidas y también dos muertes.