Dante Saborido es la voz, tecladista y beatbox del grupo Malditos Perros Secuaces, donde comparte aventuras con Axel Martínez (bajo, voz y pistas) y Bruno Razionale (batería y pad). Lo que hacen es una mezcla entre rap, rock duro, soul, alternativo y diferentes influencias bien disímiles que forman un estilo peculiar, que, sobre todo, disfrutan de compartir. La banda se encuentra lanzando en todas las plataformas digitales su primer trabajo, un disco grabado y filmado, como su nombre lo indica, En vivo en Niceto Club, mientras trabajan en el primer disco de estudio.
Además, estos jóvenes organizan el próximo 6 de julio en Espacio Morán (Pedro Morán 2147) una nueva fecha de Ranchada, una jornada multidisciplinaria, algo así como un happening cultural contemporáneo, que contiene todo tipo de propuestas artísticas: DJs, charlas, performances, proyecciones y una nueva presentación del libro Al taco. Historia del rock argentino hecho por mujeres. Malditos Perros Secuaces será el acto musical principal, pero también ofrecerán sus propuestas Vale Acevedo, La Notorius y Carmen Sánchez Viamonte, entre otros.
“Hace unos dos años que decidimos hacer la banda, tenemos que decir y lo que hacemos tiene que ver con lo que pasa hoy en día. Creemos que no hay que dejarse paralizar. Tenemos que hacer y disfrutar de encontrarnos y generar espacios para charlar, pensar y divertirse, a pesar de todo”, comenta Dante Saborido. Dante, como puede inferirse a partir de su apellido, es hijo de Pedro Sabrorido.
-¿Cómo definen su música?
-Creo que es una mezcla ecléctica y heterogénea de las influencias que tenemos, que día a día va mutando. El hip hop lo tenemos arraigado pero también hay rock, que son sonidos de nuestra adolescencia, lo que nos rodeaba. Hay distintas fuentes y combinamos todo para ver qué sale. No nos gusta definirnos en términos de género. Nunca vamos a decir si hacemos esto o aquello. Sino más bien mostrar que nos gusta esto, esto otro, para que vayan apareciendo diferentes creaciones. Hay variadas influencias. Compartimos la secundaria y escuchábamos mucho Divididos, Sumo, Red Hot Chili Peppers, Rage Against the Machine. Empezamos haciendo covers de estas bandas y fue evolucionando. Pero venimos de palos diferentes. Al bajista le gusta el punk y se la pasaba viendo a 2 minutos, el batero sabe tocar jazz fusión y a mí me gusta más los Beatles. De toda esa mezcolanza sale nuestra música.
-¿Por qué su primer disco es un disco en vivo?
-Lo grabamos en diciembre de 2022, en un recital en Niceto. Grabamos y filmamos todo. Salió porque nos encanta tocar en vivo. Lo disfrutamos y es donde más se entiende nuestro fundamento. Queríamos plasmar eso: “Que lo primero que salga sea nuestra esencia”, pensamos. Nos gusta tanto tocar que alguna vez hemos tocado como cuatro horas seguidas. Íbamos a competencias de breakdance y tocábamos ahí. Musicalizamos en vivo. Y cuando había rondas de improvisación, también. La euforia y la efervescencia que nos encanta la encontramos en el escenario. Estar ahí, en el presente es algo mágico. Pero bueno iremos dando pasos hacia lo convencional también, pero siempre buscando pasarla bien.
-¿Cómo definirías Ranchada?
-Es un ciclo que se nos ocurrió para juntar todo lo que nos gusta. Desde febrero lo venimos haciendo y está bueno. Esta será la cuarta edición y será XL. Desde las ocho de la noche hasta lo que dé. Morán es un lugar hermoso, siempre nos tratan increíble y todo suena de puta madre. Lo organizamos y tocamos, pero la idea es que pase de todo: vienen bandas invitadas que son sorpresa, todo entre ferias de diseño gráfico, de ropa, charlas, presentaciones de videos, artistas emergentes, se lee poesía… Se presenta un libro sobre las mujeres del rock de los años 50 hasta los 2000… También va estar Vale Acevedo tocando unos temas y de invitada en nuestro show. Después del show habrá open mic de neo soul y rap, donde liberamos el género urbano, con la idea que la gente participe y se cope. Nuestro show es enérgico y queremos que los que la vean se dejen llevar por eso. Se da una sinergia especial. Hoy en día es esa la que nos queda, darnos ánimo.
-¿Es una manera de resistir?
-Total. La idea de juntarse es que pasen cosas, de vernos, pensar que podemos hacer, teniendo un espacio de alegría y esperanza. Somos muchos los que queremos que pasen cosas lindas también, no estar mal todo el tiempo y amargados. Eso no lo podemos permitir. Este es un espacio para generar cultura y que se mueva la cosa, a pesar que algunos no quieran.
-¿Cuánta influencia tiene tu viejo y su mirada tan particular en lo que vos hacés?
–Obvio que influyó, por supuesto. Un montón. Desde lo cotidiano se construye todo lo que uno hace, me parece. Como padre siempre me bancó en todas. Y en el flujo creativo, compartimos momentos de charla y de compartir miradas. Eso siempre me impulsó a la creación y me ayudó a meterme en la música. Fue un punto de contacto muy fuerte entre nosotros. Ya sea escuchando Charly, los Beatles o los Who, que fue una banda que mi viejo redescubrió por mí: yo me fanaticé y me encariñé mucho y él también terminó escuchándolos. Siempre buscamos esa conexión. El humor está metido en todo, pero en otro plano, no como el que usa en los libros o el los sketchs: no es que nos manejamos como si fuéramos algunos de sus personajes. Pero le buscamos la gracia a todo lo que nos pasa.
-¿El humor es una herramienta?
-Es algo imprescindible en el día a día, en la cotidianeidad porque si uno no puede reírse de lo que pasa, es todo un garrón mal. Es todo un bajón o muchas cosas lo son, pero para digerirlas sin veneno lo necesitas, me parece. La solemnidad está bien pero el humor siempre prima. Igual depende. A mí me pasa que tengo momentos muy nihilistas y el existencialismo parece invadirme, pero bueno, cuando puedo me cago de risa y está todo bien. Siempre hay que buscar otra perspectiva, otro tipo de punto de vista, y una buena manera de articular las emociones es con el humor, para distanciarse de ciertas situaciones que así lo ameriten.
-¿Cómo ves el panorama de la Argentina?
-Es complejo. Yo no soy un militante, ni estudie política, ni nada. Pero es un momento muy particular. El nivel de incertidumbre y caos es muy alto, no sabés si todo va a explotar por el aire o no, si lo peor ya pasó o está por venir… No se sabe hasta dónde podemos aguantar. Entonces creo que es el momento para encontrarse. Organizarse, socializar. Es un momento para hablar, para debatir. Quizá putearse, pero no solo por decir que no pienso como vos, sino un para decir bueno ahora qué hacemos. Siempre con el objetivo de que hacer para construir, nunca para destruir. Tenemos que encontrar la manera de salir adelante. Yo siento que no hay a quien seguir, y que la salida es colectiva. ¿Qué onda? ¿Qué hacemos? Hagamos algo. Es un gran momento para eso. Con la banda tenemos ganas de seguir haciendo. Estamos conformes con lo caminado y lo logrado, pero buscamos mucho más. Hacemos música que habla de cómo nos sentimos y expresa cómo nos gustaría que fuera el mundo. Es lo que amamos.
Ranchada
Un happening cultural contemporáneo con música en vivo de Malditos Perros Secuaces. Artistas invitadas: Vale Acevedo y Carmen Sánchez Viamonte. Charlas. Dj set. Proyección de cortos. Open mic. Sábado 6 de julio a las 20 en Espacio Morán, Pedro Morán 2147.