El próximo 13 de febrero llega a los cines Capitán América: Brave New World, la primera película en la que Anthony Mackie toma el testigo de Chris Evans como el emblemático superhéroe y que además supone el debut en el Universo Cinematográfico Marvel de Harrison Ford, que da vida al recién elegido presidente de Estados Unidos Thaddeus E. “Thunderbolt” Ross. En el filme, dirigido Julius Onah (‘The Cloverfield Paradox’), el flamante Capitán América está acompañado de su fiel escudero, Joaquin Torres, el nuevo Falcon de Marvel encarnado por Danny Ramírez.
«Es muy decepcionante, pensé que ya habíamos superado todo esto, que lo habíamos dejado en el pasado, que íbamos a cambiar leyes y encontrar forma de naturalizar y hacer que los latinos que ya están ahí que se queden», afirma Ramírez en una entrevista concedida a Europa Press al referirse a las duras imágenes que llegan estos días desde EE.UU. de deportaciones masivas de inmigrantes ordenadas por Donald Trump.
Y aunque tanto Mackie como Ramírez recuerdan que la película se basa en los cómics y escribió años antes de que Trump volviera a la Casa Blanca y, por tanto, cualquier paralelismo es «casual», lo cierto es que el filme de Marvel llega en un contexto político y social convulso en el que las lecturas relacionadas con la actualidad son prácticamente inevitables.
«Siempre queremos movernos hacia adelante en lo social, en las leyes, y con todo esto parece que estamos yendo hacia atrás», reflexiona el actor, nacido en Chicago y criado en Miami pero que, como latino hijo de inmigrantes, su madre es mexicana y su padre colombiano, se siente verdaderamente sorprendido de haya «muchos latinos» apoyando la política migratoria del actual presidente estadounidense.
«Lo que se me hace muy extraño es que hay muchos latinos que están en la otra línea, que piensan que sí, que eso es lo que tenemos que hacer. Eso me confunde, me rompe el corazón y espero que, obviamente, que la gente hable y que podamos, con esfuerzo y con nuestra voz, cambiar lo que está pasando», reflexiona el actor que advierte de que aún es pronto para calibrar el «impacto» que esta medida contra la inmigración va a tener no solo en el ámbito económico, sino también en el «humanitario».
Ramírez, que debutó en el UCM en 2021 dentro de la serie Falcon y el Soldado de Invierno, y que ha participado en otras producciones de Hollywood como la saga The Walking Dead o Top Gun: Maverick, forma parte del cada vez más nutrido grupo de superhéroes latinos de Marvel junto al Namor de Tenoch Huerta, la Ajak de Salma Hayek, el Caballero Luna de Oscar Isaac o la América Chavez de Xochitl Gomez.
«Para mí, personalmente, ha sido no un sueño realizado, porque nunca pensé que sería posible ser un superhéroe. Cada día me levanto con mucha energía porque sé que es algo especial para nuestra comunidad. Y me pregunto ¿Qué puedo hacer con esto? ¿Qué historias puedo ayudar a financiar o lo que sea para que esto tenga impacto?», reflexiona el actor que tiene «fe» en que estos personajes en este tipo de superproducciones sean «los primeros pasos para cambiar mucho el cine latinoamericano a nivel internacional».
«En este momento que estamos viviendo ahorita, y esto conecta con la película, todos buscamos símbolos y personas para que nos den fe… buscamos héroes, héroes en la vida real», dice el actor que ve «muy difícil» no encontrar paralelismos en la trama de Capitán América: A Brave New World, que aborda el inicio de un mandato presidencial en un contexto de conflicto y tensión internacional. «Pero lo que me fascina a mí es que es algo que ocurre orgánicamente porque en los cómics, que están escritos mucho antes, es similar lo que pasa. Y, obviamente, hay cosas que se puede comprar», dice.
Europapress.