La Legislatura porteña sancionó hoy la modificación de la Ley de Catastro, un proyecto impulsado por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta, por 36 votos a favor y 19 en contra. La oposición y organizaciones sociales denunciaron que encubre la posibilidad de instalación de barrios cerrados y náuticos en la Ciudad de Buenos Aires.
El proyecto presentado el 3 de junio modifica la ley de Catastro 3999 del 2011 y regula la ubicación y la extensión de los inmuebles edificados y baldíos. Sin embargo, legisladores y legisladoras indicaron que incluye artículos que permiten la instalación de barrios privados. Semanas atrás, la Comisión de Planeamiento Urbano emitió dictamen en el que se quitaron las figuras de “conjuntos inmobiliarios” y “propiedad horizontal especial”, sin embargo, persisten las dudas detrás de la ley.
El vicepresidente de la comisión y diputado del Frente de Todos, Javier Andrade, sostuvo que “hubo una redefinición de algunas cosas que, sin mencionar los conjuntos inmobiliarios ni la Propiedad Horizontal Especial, están netamente dirigidas a admitir e incorporar situaciones que son propias de los conjuntos inmobiliarios”.
“Los barrios y parques empresariales cerrados estaban en el proyecto original. No los inventamos nosotros. Como hubo un rechazo masivo, sacaron ese término de la ley y nos dicen que ya no los contempla. Estamos ante un cambio que busca más aquietar la indignación que provocó en las y los ciudadanos que de eliminar verdaderamente la posibilidad de que existan en la Ciudad barrios privados, barrios náuticos, parques empresariales y otro tipo de enclaves urbanos que segregan al resto de la población, fundamentalmente con base en la riqueza”, le dijo el diputado a este diario.
El legislador de Vamos Juntos y presidente de la Comisión, Daniel Del Sol, defendió la iniciativa y dijo que lo que se busca es “agilizar los trámites y acompañar de la mejor manera los procesos de reurbanización e integración de barrios”. “La oposición ha colaborado y mucho en este proyecto. Por eso me extrañan (las críticas). Nunca vamos a estar contentos con todo lo que ponemos, pero sinceramente hemos encontrado cosas que pusieron y fueron valiosas, pero nunca alcanza. Esta ley va a permitir contar con un catastro acorde a la normativa actual. Además se busca”, afirmó Del Sol en el recinto.
El Colectivo de Arquitectas, un grupo de más de 300 mujeres profesionales, también alertó sobre esta situación. Gabriela Muzio, integrante de la organización, sostuvo que “prácticamente no fue discutida y presenta falencias de diversa índole”. “Lo que nos preocupa especialmente es que creemos que aún habilita la existencia de barrios cerrados en la Ciudad, algo totalmente ajeno a nuestra cultura ciudadana e históricamente rechazado. Se trata de enclaves urbanos exclusivos cuya existencia tendrá efectos de la más diversa índole. Generalmente son predios de gran extensión cuyas calles son privadas y no son atravesables por peatones ni por el transporte público y privado. Esto genera barreras urbanas, desintegración territorial y, sobre todo, exclusión”, le dijo a Tiempo Argentino.
Por su parte, el legislador del Frente de Todos Matías Barroetaveña remarcó que la norma “permite la existencia de polígonos con calles internas que no se cedan a la ciudad, lo que claramente es una luz verde a la construcción de barrios privados”. “Esto muestra una vez más, el plan de apropiación que posee Larreta en beneficio de los desarrolladores privados, lo mismo que pretenden hacer en Costa Salguero y en los terrenos de la ex ciudad deportivo de Boca. No los llaman barrios privados, pero son eso”, afirmó el diputado porteño.
Muzio explicó el impacto para la vida social y económica de la ciudadanía porteña. “La construcción de conjuntos cerrados exclusivos contribuye a elevar el precio de la tierra y de la vivienda, lo que se traduce en aumento de alquileres, productos y servicios. Todo esto concertado provoca que quienes no pueden afrontar los gastos que representa vivir en la Ciudad, deban irse. La idea de que calles, veredas y parques son de todos y todas es parte constitutiva de la identidad porteña, resulta inaceptable pensar que existirán espacios verdes y circulaciones en la Ciudad cuyo acceso estará vedado a la mayoría de nosotras/os”, declaró.
También se sancionó la reforma al Código de Edificación, aprobado en 2018 que habilitó la construcción de viviendas mínimas de 18 metros cuadrados. “Nos hace retroceder en calidad de vida, se flexibilizan las condiciones de ventilación e iluminación, se genera la posibilidad de construir espacios bajo la cota de parcela, y se mantiene la posibilidad de construir viviendas de 18mts; no hemos aprendido nada de la pandemia que nos reclama más verde, más ventilación, más metros; Larreta nos propone vivir peor”, sostuvo Barroetaveña.