En las últimas horas el ministerio de Educación de la Nación informó los resultados de las pruebas Aprender realizadas en diciembre del año pasado. Estos muestran una disminución en el proceso de aprendizaje en lengua y un promedio más estable en el área de matemática. Si se comparan las muestras realizadas en 2016 y 2018, se nota un retroceso en la “comprensión lectora” y los niveles de lectoescritura, en las 24 jurisdicciones provinciales. Durante la presentación, el ministro Jaime Perczyk, afirmó que estos resultados se explican por “los dos años de pandemia, pero también por los antecedentes” en clara alusión al período 2016 – 2019 del macrismo donde hubo una fuerte desinversión en materia educativa, que afectaron “las condiciones sociales de los chicos” aseguró. “Veníamos de cuatro años de desfinanciamiento en el área, y también incide cómo afectan las condiciones socioeconómicas” agregó.
Un dato a tener en cuenta es que la participación respecto a los muestreos anteriores fue mayor. Tanto a nivel de los estudiantes, 82,3 % en 2021, contra 78,7 % en 2018 y 70,8 en 2016–, como también a la cantidad de escuelas que llegó a un nivel de participación del 93,3%. Las evaluaciones en el área de lengua y matemática en estudiantes de sexto grado de la educación primaria fueron realizadas por 623.558 estudiantes de 19.639 escuelas. De estos establecimientos el 61 % corresponde a escuelas urbanas y el 39% a escuelas rurales. De ese total, el 81% (15.913 escuelas), son de gestión estatal, y apenas el 18,9 % (3.725 colegios) de gestión privada. El 43,4 % de estudiantes fueron mujeres, y el 42 % de varones, y un 14,5 % no definió una identidad de género.
En lengua hubo un aumento del nivel “por debajo del básico” y del nivel “básico”, detalló el ministro, en concreto: 22,3 % de los estudiantes no alcanzó el punto necesario, y el 21,7 % que sí alcanzó ese nivel, queda detrás del 17,6 % del 2018. En cambio, en el nivel “satisfactorio”, el desempeño en lengua, el 33,6 % de esta muestra es menor al 39,9 % de 2018. Y en el nivel de resultados “avanzado”, el 22,4 % queda muy por detrás del 35,4 % de 2018.
Desde el ministerio de Educación nacional, aseguraron que para contrarrestar los efectos de la desinversión educativa del macrismo y los dos años de pandemia, se tomaron varias decisiones: mayor distribución de libros por alumnos, un mayor nivel de conectividad, y aplicar un aumento en los días y horas de clases; al mismo tiempo que se considera el ingreso al sistema educativo en niños de 3 y 4 años, para potenciar su desempeño futuro.
En relación al deterioro de la comprensión lectora, el ministro destacó la incidencia del nivel socioeconómico de los hogares, ya que, según varios estudios, esta práctica responde a procesos familiares y/o grupales. Hay un “nivel educativo en las familias y sobre todo en las madres”, que incide “en la comprensión lectora” más que en el resultado de las operaciones matemáticas, señalaron. Para evaluar el “índice económico del hogar” de las y los estudiantes, se les preguntó a los chicos por el nivel educativo de los padres y por la existencia de ciertos bienes con los que cuenta la familia. “Entre ellos, los libros” subrayó el ministro.
La Ciudad y su postura frente a los resultados
Si se comparan los resultados de todas las jurisdicciones con la Ciudad de Buenos Aires, son muy similares: la comprensión lectora va en retroceso. En ese sentido, la decisión de la cartera educativa de Nación es «asumir el problema y dar soluciones desde nuestro gobierno». Sin cargar sobre los estudiantes ni los docentes de la Ciudad. El titular de la cartera educativa nacional señaló: “Hay que comprar más libros y que los estudiantes puedan llevarlos a los hogares, hay que tener más horas de clases y también hay que subir el piso de la edad en que se ingresa al sistema”.
“Las Pruebas Aprender confirman lo que anticipamos una y otra vez: cerrar las escuelas durante tanto tiempo tuvo un costo enorme en el aprendizaje de los chicos y chicas de todo el país, no solo de la Ciudad. Sin embargo, el presidente no veía (ni ve) esta emergencia”, dijo la ministra Soledad Acuña. Rápidamente la vicepresidenta de la comisión de educación de la legislatura porteña, Maru Bielli, salió a responderle: “Pero, Soledad, los datos nos dicen que tu política “aperturista” no sirvió de nada: se sostiene una misma tendencia a nivel nacional que en CABA. Hoy se comprueba que el berrinche tuvo mucho más de especulación política que resultados concretos de mejoras en el aprendizaje”. La docente y legisladora porteña por el Frente de Todos (FdT) agregó “Es más, si tomamos la evolución de las pruebas desde el año 2015 -inicio de tu gestión como ministra- la Ciudad también muestra la misma tendencia que el total del país. ¿Qué quiere decir esto? Que a pesar de ser la jurisdicción con más recursos, no lograste hacer la diferencia”, y concluyó, “Y sobre las pruebas de CABA -TESBA y FEPBA- pedirte que hagan públicos los resultados de manera completa y transparente, ya que hasta el momento sólo contamos con una noticia en línea”.