Se acercan los días cálidos y con ello prácticamente la certeza de una nueva epidemia de dengue, tras el brote récord de la temporada anterior. Luego de que el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anunciara la semana pasada el inicio de la vacunación en su distrito, lo mismo hizo este martes el jefe de Gobierno, Jorge Macri. Ante la inexistencia de un plan coordinado desde Nación, las campañas dependen de cada distrito.

En este marco, Macri anunció que el 18 de septiembre comenzarán a otorgarse turnos para la vacunación de adolescentes de 15 a 19 años, primera franja etaria a inocular. A diferencia del anuncio bonaerense, en este caso no se especificó si se priorizará a quienes ya hayan tenido la enfermedad, que corren más riesgo de desarrollar un cuadro grave.

«Vamos a trabajar sobre las recomendaciones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), que es el mayor grupo de expertos que tiene nuestro país al respecto y que ha recomendado vacunar de una manera focalizada y segmentada, especialmente para los grupos de edad que más transmiten la enfermedad, empezando de 15 a 19 años para ir progresando a la medida que sea necesario», dijo el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, durante la conferencia compartida con Macri desde el Hospital Muñiz.

El plan de vacunación se desarrollará de manera progresiva y en etapas: después de los adolescentes de 15 a 19, avanzará paulatinamente con los jóvenes de 20 a 29 años y, finalmente, con los adultos de 30 a 39 años. Para el resto de la población –entre los 4 y los 60 años, siempre previa consulta médica- el costo de la vacuna es de alrededor de 90 mil pesos por cada una de las dos dosis.

Apelar al vecino

“Cuando superamos el brote de dengue más grande de la historia, dijimos que íbamos a aprovechar la experiencia para la próxima campaña. Como Gobierno no nos corremos de nuestra responsabilidad y estamos preparados y trabajando, y también les pedimos a los vecinos un compromiso profundo porque el mosquito vive en las casas y tenemos que trabajar juntos para erradicarlo. Necesitamos el compromiso de todos los vecinos”, dijo Macri.

En agosto último, en una entrevista con este diario, la especialista Victoria Cardo –investigadora del Grupo Ecología de Enfermedades Transmitidas por Vectores de la Escuela de Hábitat y Sostenibilidad de la UNSAM– había advertido que con apelar a las responsabilidades individuales no alcanza: “Hay que insistir en la prevención y se requiere de una presencia mucho más fuerte a nivel Estado. En la epidemia de este año faltó muchísimo. Tanto en cuanto a campañas como a acciones concretas. Las campañas apuntan mucho a la responsabilidad del ciudadano común, pero olvidan un montón de otros actores y potenciales criaderos y zonas de riesgo en los que el vecino no tiene injerencia. Como los cementerios, con gran cantidad de floreros que se transforman en criaderos”.

Los anuncios dados a conocer este martes forman parte de un plan dividido en cuatro etapas: de julio a septiembre; de octubre a diciembre; enero; y de febrero a junio. “Hay que entender que el mosquito no está en las plazas como muchos creen, sino en las casas, el mosquito que transmite el dengue es un mosquito mascota que deja sus huevos allí, por eso es tan importante que no haya agua estancada o el descacharreo, también denunciar los criaderos», apuntó Quirós. «La prevención de esta enfermedad tiene como principal pilar disminuir la masa de mosquitos. Hay muchos estudios que demuestran que la cantidad de criaderos activos que hay en una ciudad determinan la gravedad del brote», agregó.

Según el Gobierno de la Ciudad, la primera etapa está sucediendo actualmente y consiste en llevar adelante los operativos para combatir y eliminar criaderos del mosquito. De octubre a diciembre se busca el refuerzo de los trabajos de descacharreo en las casas. En el verano, cuando el virus empieza a circular, el foco está en la asistencia sanitaria. De febrero a junio, “se implementa la red de atención en todo el sistema de salud pública”.

60 mil dosis

El Jefe de Gobierno anunció que el distrito encaró “la compra de 60.000 vacunas”. Esto representa aproximadamente un tercio de la población de la primera franja a vacunar, de 15 a 19 años. Según el censo 2022, había 183.570 jóvenes de esa edad en la Ciudad de Buenos Aires. Mucho menor es la proporción sobre el total de la población a vacunar, de 15 a 39 años: eran 1.126.148 en CABA según el último censo.

“Creemos que una campaña nacional de vacunación requiere la coordinación y la definición del trabajo con el Gobierno Nacional”, dijo Macri, pese a que la indicación nacional es que cada distrito gestione su estrategia. “Hemos encarado la compra de 60.000 vacunas que nos van a permitir vacunar a los grupos prioritarios. Que haya vacunas este año, que no tuvimos el año pasado, no resuelve la enfermedad ni la posibilidad de un brote pero ayuda, acompaña, limita y nos permite combatir, pero es imprescindible el compromiso de cada uno de ustedes”, insistió Macri.

En total, se dispondrán 12 vacunatorios, distribuidos en los distintos barrios de la Ciudad, incluyendo Hospitales, CeSACS, y postas extrahospitalarias.

Al mismo tiempo, el GCBA asegura que trabaja en el espacio público para evitar que el mosquito se reproduzca. Pero la insistencia está puesta en la responsabilidad individual: “Es necesario que los vecinos hagan un trabajo en sus casas, que consiste en poner atención en el descacharreo, y también denunciar los posibles focos de reproducción del mosquito en el 147, a través de BOTI (11 5050-0147) o en el link ‘Denunciá criadero’”.

“Es necesario que todos se involucren para atacar este problema, porque el mosquito mayoritariamente vive en las casas. Es imprescindible que cada vecino se ocupe de que no haya agua estancada. Hay que sacar el agua, raspar con un cepillo de cerda dura o tirar agua hirviendo donde había agua estancada, en floreros o frascos con plantas”, remarcó el GCBA, que en los próximos días comenzará una campaña de difusión para impulsar estos mensajes.

En paralelo y de cara a un brote que es casi un hecho, se apunta a reforzar la la capacidad de respuesta del sistema de salud pública para cuando aparezcan los primeros casos. A las 18 unidades febriles de atención que funcionan en los 14 hospitales generales de agudos, los dos hospitales pediátricos, el Hospital Muñiz y el Ferrer, se suman 4 nuevos hospitales de día que podrán atender más de 3 mil consultas diarias en el verano, la etapa de mayor circulación del virus.

También está en marcha un nuevo estudio de Seroprevalencia que busca estimar cuántos vecinos han tenido la enfermedad. Lo llevan adelante equipos de enfermeros y encuestadores que visitan viviendas y hacen un test rápido a residentes para determinar la presencia de anticuerpos IgG. El mismo estudio que se realizó previo al último brote de dengue arrojó que la población de la Ciudad tiene valores serológicos que están muy por debajo de otras regiones con circulación intensiva.