Una vez más, las diferentes jurisdicciones de nuestro país se enfrentan a los coletazos del dengue que, desde hace años, llegó para quedarse. Sin embargo, y pese a la experiencia acumulada, cada año la administración porteña entra en una especie de “borrón y cuenta nueva” y emprende la lucha contra la enfermedad con escasos recursos e insumos, poca campaña de difusión y faltante de personal.

Desde diferentes sectores sociales se exigen respuestas inmediatas y un trabajo interministerial. Especialistas y profesionales de la salud coinciden en estos reclamos y advierten sobre la necesidad de profundizar las medidas de prevención en uno de los distritos más afectados por el virus.

Frenar al mosquito

La semana pasada, el Ejecutivo porteño anunció que el miércoles 18 comenzaba el proceso de asignación de turnos para la vacunación gratuita contra el dengue en adolescentes de 15 a 19 años. A los pocos días, dio marcha atrás y postergó el inicio hasta el miércoles de esta semana. De esta manera, el gobierno aseguró que la vacunación iniciaría el lunes 30 de septiembre.
“Para esta enfermedad, desde el año pasado se sumó la vacunación como medida de prevención, pero hay varias medidas y todas ellas tienen que aplicarse. Una de las cosas que venimos viendo de esta enfermedad es que hay una continuidad en la circulación del mosquito que es el vector que transmite el virus. Esa continuidad hace que sea una amenaza. Además estamos en medio de cambios climáticos, por lo cual el trabajo de prevención tiene que hacerse lo antes posible y de manera continua”, advierte en diálogo con Tiempo Daniela Hozbor, profesora titular de la UNLP e investigadora principal del CONICET.
La especialista asegura que la comunicación por parte del gobierno porteño es clave y que existe una gran falencia en este punto. “Hay poca comunicación pero también hay poca adquisición de vacunas, cuando ésta fue aprobada por nuestro ente regulador en abril del 2023, y la adquisición de las dosis tendría que haber sido con bastante anterioridad para poder anticiparnos y tener a la población inmune”, agrega Hozbor
Por último, la investigadora advierte sobre la falta de estrategias integradas en el territorio. “La vacuna se suma como una medida más de la prevención. La compra de 60.000 dosis por parte de la Ciudad resulta poco eficiente porque la población objetivo es mucho más grande que 30.000 personas, dado que cada habitante necesita dos dosis para estar inmune”.

La participación ciudadana en la tarea de prevención es fundamental, pero para activar ese compromiso el gobierno porteño debería invertir fuertemente en una campaña de difusión. “Los vecinos, los lugares académicos, las comunas, la Legislatura, necesitamos de todos los sectores del Estado y de todos estos recursos. Es por eso urgente la necesidad de que haya una gran campaña de información aclarando dudas, es imprescindible. Porque la prevención no tendría que quedar exclusivamente en manos de los gobiernos, pero sí hay que exigirle tanto a Ciudad y a Nación campañas públicas urgentes y por supuesto la vacuna”, señala a este medio la licenciada Ana Díaz, jefa de cuidados Críticos del Sanatorio Trinidad de Palermo, directora de revista Epidauro y miembro de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva y de la Sociedad Argentina de Enfermería en Cuidados Críticos.

Para la profesional de la salud y especialistas en cuidados críticos, la prevención es fundamental. “Uno de los puntos centrales durante el COVID era la situación de los niños en las escuelas. Por eso tiene que haber un trabajo conjunto entre el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación porteño: en las escuelas y universidades tiene que haber grandes campañas. En general en todos los lugares donde acumula gente también hay que informar que los resultados de las vacunas son muy buenos”, agrega Díaz.

Concientizar desde la política

En la semana, la Legislatura porteña organizó el encuentro “Frenemos el Dengue”, a cargo de los diputados Matías Barroetaveña y Alejandro Grillo de Unión por la Patria. Durante la jornada, se presentaron los proyectos legislativos del bloque para combatir el vector y se evaluó la falta de campañas de prevención y vacunación en la Ciudad.

«El año pasado el Gobierno Nacional declaró el alerta en este sentido y nosotros, desde que llegamos aquí en la Legislatura, presentamos algunas propuestas complementarias. Creemos que la prevención es algo fundamental. Primero, porque achica el costo social de la gente que no tiene dengue, y porque también achica el costo económico», explicó a Tiempo el diputado Grillo. «Este es un tema que atañe también a las conductas individuales. Nosotros consideramos que vamos a tener que cambiar hábitos. Independientemente de lo que haga el Estado, es fundamental que la ciudadanía en todos sus niveles tome para sí nuevos modos de conducta”, sumó.

El reclamo de los hospitales porteños

El gobierno porteño habilitó ocho puntos de vacunación en una primera instancia: uno de ellos se encuentra en el Hospital Durand, otro en el Pirovano, y el resto se realiza en algunos Centros de Salud como el Cesac N° 11, el Cesac N° 1 y el Cesac N° 3, entre otros.

“Necesitamos la vacunación de todo el personal de los 34 hospitales porteños y centros de salud. Pero también necesitamos la fumigación en todos esos hospitales y la compra de repelentes para los trabajadores y pacientes”, exclama el licenciado en enfermería y delegado de ATE en el Durand Luis Ortiz.

La falta de personal es clave y desde hace meses vienen reclamando más recursos humanos. “Necesitamos enfermeros suplentes porque los de planta se contagian del dengue y no vamos a contar con la cantidad suficiente para los servicios porque obviamente cada hospital no tiene una sala preparada para pacientes de dengue así que nosotros vamos a denunciar el martes 24 a las 11 en las puertas del hospital Durán toda la situación sanitaria de la salud pública, la falta de profesionales y la falta de vacunación y medidas preventivas”, expresó Ortiz.  «