Oficialismo y oposición se alistan para una definición clave para el año electoral: suspender las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), previstas para el tres de agosto, o sostenerlas en el calendario. La resolución de ese debate tendrá consecuencias para todos los espacios políticos. El desenlace, además, repercutirá sobre los distritos que aún no convocaron a las urnas para cargos locales, como la provincia de Buenos Aires. Con esa prioridad en su agenda, la titular del justicialismo Cristina Fernández de Kirchner regresó de su descanso en el balneario bonaerense de Sauce Grande. Busca acordar una postura común del peronismo –si no unánime al menos mayoritaria– para el momento en que el proyecto se discuta en el Congreso.
En materia legislativa, la gestión de Javier Milei tiene un objetivo primordial para este 2025 (todo lo demás es accesorio). La Libertad Avanza quiere postergar hasta el último trimestre cualquier testeo en las urnas de alcance nacional: la fecha de las elecciones generales de medio término es el 26 de octubre. Para eso, asegura haber encontrado una fórmula de consenso. La alternativa que permitirá que los bloques aliados levanten las manos será la suspensión por este año de las PASO y la postergación hasta 2026 del debate sobre cambios más profundos como parte de una reforma política. Serían tratados cuando haya una nueva composición en las cámaras.
En la última semana, mientras Javier Milei partía a Estados Unidos para asistir a la asunción de Donald Trump, CFK descansaba con su hija y nieta en una playa del partido bonaerense de Monte Hermoso. Entre jueves y viernes la dos veces presidenta estuvo de regreso en la Ciudad de Buenos Aires, donde reside la mayor parte del año (aunque su domicilio registrado es de Río Gallegos mientras que su lugar de nacimiento, vale recordarlo, fue La Plata, detalles para una hipotética candidatura). Ya en CABA, Cristina analizó la marcha –bastante lenta, por cierto– de las sesiones extraordinarias. Fue el eje central de una conversación telefónica con el jefe del bloque de Unión por la Patria en Diputados, el santafesino Germán Martínez.
Respecto a las PASO, la definición llegará recién en la primera semana de febrero. Hasta entonces, CFK alternará distintas locaciones para reuniones políticas que se irán multiplicando: el Instituto Patria, su departamento porteño y el local del PJ en la calle Matheu del barrio porteño de Balvanera. Entre sus allegados restan énfasis a la versión que anticipaba que adoptaría la sede nacional del justicialismo como lugar de trabajo definitivo. “No está resuelto si allá o acá, es un tema variable, al igual que su agenda”, dijeron. Lo que sí está confirmado es que en los primeros meses del 2025 Cristina viajará a Corrientes, como anticipó Tiempo. El PJ correntino está intervenido y en marzo debe elegir autoridades en una elección interna.
Sobre el temario de las extraordinarias, la dos veces presidenta leyó la presentación del proyecto de Ficha Limpia como una prueba de que en la Argentina hay “sectores concentrados del poder” convencidos de que “ella no debe poder volver a presentarse a una elección”, según lo transmitió a este diario uno de sus colaboradores. “Ficha Limpia se debería llamar ‘Ley anti-Cristina’. Ella es la que concentra más la atención popular, la atención de un sector del peronismo. Y por más que ha pasado mucho tiempo de su gobierno, es la persona que siempre está presente. Saben que dónde esté Cristina va a defender al más débil. Lo saben incluso los que no nos votan”, reaccionó en diálogo con Tiempo uno de sus asistentes de mayor confianza en el Instituto Patria.
En el entorno de CFK, por otro lado, aseguraron que la presentación del proyecto de Ficha Limpia por parte del vocero Manuel Adorni y el jefe de Gabinete Guillermo Francos demuestra que nunca hubo “un pacto con Milei”. “El pacto con Milei no existe. Dicen ‘pacto’ y terminan sacando una ley que tiene como objetivo impedir que Cristina se presente”, subrayaron. En esa línea, señalaron que el desplazamiento de Ignacio Yacobucci de la Unidad de Información Financiera (UIF) y su reemplazo por el fiscal Paulo Starc se debió a la pelea de Santiago Caputo con Mauricio Macri. “Nos enteramos por los diarios. No somos parte de esa lucha de poder. Que en el medio nos utilicen es otra cosa”, insistieron.
Desde La Libertad Avanza, mientras tanto, circula información contradictoria sobre la suerte que tendrá el paquete de leyes presentado en extraordinarias. Un primer conteo ensayado por Francos junto a los diputados Cristian Ritondo (PRO) y Rodrigo de Loredo (UCR) arrojó que los votos a favor de suspender las PASO orillan los noventa sobre un total de 257 (a una distancia importante de los 129 requeridos para la mayoría especial, porque se trata de una ley sobre cuestiones electorales). Sin embargo, en la misma semana, funcionarios mileístas de la vicejefatura de Gabinete de Interior –lo que antes era el ministerio de Interior– dejaron trascender en una reunión de trabajo que la Casa Rosada cuenta con apoyos de otros partidos para convertir en ley la suspensión de las PASO.
Los funcionarios en cuestión fueron el secretario de Provincias y Municipios de la Nación, Javier Milano, y la subsecretaria de Asuntos Políticos, Giselle Castelnuovo. Ambos forman parte de la estructura gubernamental que tiene a su cargo la organización del cronograma de elecciones. Según fuentes del oficialismo, los dos estuvieron analizando cuestiones logísticas y operativas del llamado a las urnas junto a un funcionario bonaerense, el subsecretario de Asuntos Electorales y Parlamentarios Javier Rehl. Fue en ese intercambio que los mileístas se manifestaron confiados sobre las chances de concretar el objetivo de suspender las PASO, sólo por este año.
Para la Provincia de Buenos Aires, lo que suceda con las primarias es central. Axel Kicillof tiene la potestad de fijar la fecha de las elecciones locales. Y ya hizo saber que primero esperará a ver lo que sucede con las PASO a nivel nacional. Si se suspenden, él presentará un proyecto en la Legislatura para hacer lo mismo en territorio bonaerense. Después seguiría el paso del jefe de gobierno porteño Jorge Macri: adelantar las elecciones del distrito desacoplándolas del cronograma nacional. Kicillof, por lo pronto, continúa con una serie de recorridas de estilo electoral. Como si ya estuviera en campaña, el próximo martes encabezará en Villa Gesell un acto con intendentes; el jueves hará lo mismo en los balnearios de Claromecó y Pehuencó. El PJ de la provincia, está claro, atraviesa un momento de fuerte tirantez. La tensión está concentrada en un punto: si Kicillof desdobla la elección provincial. Cerca de CFK previenen sobre el riesgo de que el debate electoral bonaerense quede focalizado en cuestiones de inseguridad, con episodios de violencia que además van ocupando espacio en la televisión, como un reciente episodio en Lomas del Mirador que terminó con golpes a equipos de exteriores de las señales América 24 y Todo Noticias. En el ‘axelismo’, por otro lado, pusieron el foco sobre unas recientes declaraciones del diputado bonaerense Alejandro Dichiara. Exintendente de Monte Hermoso, Dichiara contó que durante la visita de descanso de CFK en esa localidad ella le pidió que la Legislatura apruebe el presupuesto al gobernador “en febrero”.
El año electoral estará condicionado por lo que ocurra con las PASO en el Congreso Nacional. Y allí serán determinantes los 98 votos de Unión por la Patria en Diputados. Eso sí, habrá que ver si hay acuerdo y una postura única. El santafesino Eduardo Toniolli y el porteño Eduardo Valdés, por caso, están porfiados en que no votarán ni la suspensión ni la eliminación de las primarias.
“El Gobierno, aunque lo fundamente con argumentos fiscalistas, busca es fragmentar cada vez más a la oposición para empoderar a las fuerzas que tienen más cercanía con el capital concentrado. Van por una nueva década infame”, advirtió Toniolli. “No se debe realizar ninguna reforma política en un año electoral. Y menos cuando no se incorporó el presupuesto en las extraordinarias”, coincidió Valdés. «
