La exmandataria Cristina Fernández de Kirchner encabezará este lunes su primera reunión del consejo del PJ al mando del partido. Más que el temario, lo importante será el contexto en que tendrá lugar la actividad: la dos veces presidenta se encontrará con los consejeros del justicialismo dos días después del lanzamiento de la corriente política de Axel Kicillof, bautizada Derecho al Futuro. En el Instituto Patria la decisión de Kicillof fue muy criticada. La definieron como un «cisma». «Es una división del peronismo en el peor momento que se podía hacer», cuestionaron. Y reprocharon que la formalización del ‘axelismo’ como nuevo sector del peronismo restará espacio «al tema cripto, la estafa y las acusaciones contra Milei».

La convocatoria al consejo partidario había sido realizada varios días antes de que Kicillof difundiera el documento fundacional de su vertiente. La declaración se conoció ayer por la mañana. Bajo el eslogan «abrazar al pueblo y encender la esperanza», lleva las firmas de intendentes, dirigentes gremiales y sociales, centrales sindicales y sindicatos. Hasta el lanzamiento definitivo del ‘axelismo’, el plenario nacional del PJ iba a estar monopolizado por las derivaciones del ‘cripto-gate’. En particular, por la controvertida sesión del jueves en la que se rechazó un proyecto firmado por cinco senadores de la UCR que proponía crear una comisión investigadora de la maniobra con la criptomoneda $Libra. El voto de seis legisladores de esa misma fuerza fue clave para que no se alcanzara el número requerido para su aprobación sobre tablas. Se necesitaban 48 votos positivos; hubo 47. Los cambios de postura convirtieron la última sesión del Senado en otra jornada atravesada por suspicacias, recelos (que van más allá del radicalismo) y acusaciones. No es poco para una Cámara que vivió el affaire Kueider hace apenas dos meses y medio. Como ocurrió con el episodio protagonizado por el exsenador entrerriano, CFK siguió en tiempo real todo lo ocurrido. «Es muy rara la voltereta. Habrá que investigar a cambio de qué lo hicieron», advirtieron desde su equipo de colaboradores.

En el Instituto Patria, en ese sentido, plantearon que la resistencia del mileísmo a conformar una comisión investigadora demostró que la gestión de Javier Milei y su hermana Karina está en las antípodas de ser «transparente». «Si ellos no tienen nada que ver, ¿por qué no aportaron los votos para que se aclare?», remarcaron. Respecto a otros temas ligados al Senado, como la postergación del tratamiento de los pliegos de jueces postulados a la Corte, atribuyeron la demora a la falta de «pericia» del Gobierno. Sobre los nombres de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, en el petit hotel de la calle Rodríguez Peña -sede del Patria- destacaron que la Casa Rosada «no hizo absolutamente nada para que fueran designados». Aludieron así a la negativa que recibió la propuesta del interbloque peronista, que era aceptar a uno de ellos pero acompañado por una jurista mujer.

Otro de los temas pendiente para el Senado es el proyecto de ‘Ficha Limpia’. Si se aprobara, la nueva ley impediría que la expresidenta pueda postularse a cualquier cargo electivo. Sin embargo, en su entorno vaticinaron que, de tratarse en la Cámara alta, «el peronismo va a votar todo junto» y el interbloque lo bloqueará. De esa confianza podría desprenderse que Cristina ya tiene decidido asumir una candidatura. Y hacerlo este año, como en las legislativas de 2017. En su entorno, sin embargo, mantuvieron el misterio. Apenas reconocieron que CFK incrementará la intensidad de su agenda: el último jueves, por ejemplo, atravesó el Río de la Plata para reunirse con José «Pepe» Mujica y Lucía Topolansky en las afueras de Montevideo. Para las próximas semanas tiene previsto viajar a Corrientes, donde el PJ local está intervenido, y a Tucumán. En este último caso se trata de una invitación del diputado nacional Pablo Yedlin.

El miércoles pasado, la noche anterior a cruzar a Uruguay, la titular del PJ festejó su cumpleaños en San Telmo, en un predio que desde hace unos años utiliza el senador Mariano Recalde para hacer reuniones. Unas treinta personas fueron invitadas, entre ellas el senador Oscar Parrilli, los diputados Leopoldo Moreau, Cecilia Moreau y Paula Penacca; también el intendente de Merlo Gustavo «Tano» Menéndez. Otros comensales fueron el senador provincial y exministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni junto a su esposa, la diputada Agustina Propato. Lo mismo el senador nacional Eduardo «Wado» De Pedro, el publicista Jorge «Topo» Devoto, el diputado Eduardo Valdés, el intendente de Lomas de Zamora Federico Otermin y la diputada bonaerense Teresa García. Parte de la familia, del agasajo también participaron Alicia y Máximo Kirchner.

Ese mismo día, Axel Kicillof saludó a la exmandataria por el cumpleaños: lo hizo desde su cuenta oficial en la red X (exTwitter). El gesto no pasó desapercibido. Alimentó versiones que indicaban que la tensión entre CFK y el gobernador estaba empezando a descomprimirse. Si la relación se recuperó en algún momento, las (primeras) reacciones del entorno de Cristina tras el lanzamiento del ‘axelismo’ mostraron una cara distinta. Hubo opiniones duras. La constitución del movimiento ‘Derecho al Futuro’ fue leída como «un gran error». «Lo que Axel provocó con esto es que dividió al espacio político que lo hizo dos veces gobernador. Técnicamente, lo que hizo es dividir al peronismo: está diciendo ‘estos son míos, todos los que no están acá, no’. El Presidente (por Milei) debe estar feliz porque provoca un cisma cuando la agenda política estaba monopolizada con el tema cripto», cuestionaron. Y agregaron: «Aparte, si uno hace zoom sobre la situación que se creó, podés pensar que (Axel) también quiere dividir los bloques de la Legislatura». Por otro lado, los colaboradores de CFK objetaron que Kicillof no haya incluido en su espacio ni a Juan Grabois ni a Sergio Massa, quienes también forman parte de Unión por la Patria, recordaron.

Desde el recién estrenado ‘Derecho al Futuro’, el espacio ‘axelista’, la respuesta buscó desdramatizar. El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos “Carli” Bianco, aseguró que el lanzamiento de Kicillof no puede definirse como «una ruptura». “Si lanzáramos un frente electoral y dijéramos que nos vamos del peronismo sería una ruptura. Pero lo que nosotros hicimos fue organizar a un conjunto de compañeros que no estaban activos políticamente y que no se sentían contenidos en una referencia. Ésta no es ‘la orga de Axel’, es un movimiento bonaerense dentro del peronismo», respondió Bianco tras una consulta de Tiempo.

Y en relación a Grabois y Massa, aseguró que del mismo modo que esos dos dirigentes forman parte de Unión por la Patria desde sus respectivos espacios -Patria Grande y el Frente Renovador-, Kicillof tendrá ahora su vertiente para desde allí compartir la pertenencia común al peronismo y a UxP. «Nosotros no hemos roto nada. Y no puede ser que se rompa el bloque (de la Legislatura bonaerense) por difundir una nota. En el bloque existen legisladores del Frente Renovador y no se rompió en ningún momento: Unión por la Patria, queda claro, está compuesto por distintos espacios», concluyó Bianco.  «