La empresa taiwanesa Gold Apollo salió a aclarar que los beepers o localizadores que estallaron el martes en Líbano y Siria, causando al menos 12 muertos, incluidos niños, y más de 2.800 heridos, en un ataque atribuido a Israel, fueron fabricados por una compañía con sede en la capital de Hungría, Budapest.
Gold Apollo indicó en un comunicado que mantiene «una asociación de larga data» con una empresa identificada como BAC Consulting KFT y que, «según el acuerdo de cooperación», la compañía taiwanesa permite a la segunda «el uso de la marca para la venta de productos en regiones designadas». «El diseño y fabricación de los productos es responsabilidad de BAC», ha dicho.
En tanto crecen las críticas hacia Israel, a quien autoridades del Líbano, tras las acusaciones de las autoridades libanesas y el partido-milicia chií Hezboláh -que prometió una «dura respuesta»- y medios estadounidenses atribuyen la autoría de los ataques mediante la explosión telecomandada de beepers.
«La coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert, deplora el atentado (…) en todo el Líbano, que ha dejado miles de heridos, muchos en estado crítico, y que ha matado al menos a nueve personas, incluidos niños», dijo el vocero de la oficina, en una declaración.
Por su parte, el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, condenó este miércoles el ataque con los «buscapersonas» que estallaron el martes en Líbano y Siria, causando al menos nueve muertos y más de 2.800 heridos, asegurando que elevan la tensión y provocaron «graves» daños colaterales.
«No puedo sino condenar estos ataques que ponen en peligro la seguridad y la estabilidad del Líbano y aumentan el riesgo de escalada en la región», aseguró el jefe de la diplomacia europea en un comunicado tras una llamada al ministro de Exteriores libanés, Abdallá Bou Habib, sobre el ataque atribuido a Israel.
Los gobiernos de Rusia e Irán calificaron a la operación como «acto de terrorismo». Para Rusia «se trata de un nuevo acto de guerra híbrida» contra el país. Los iraníes, por su parte, recalcaron que se trata de «un asesinato en masa».
El ministro interino de Sanidad libanés, Firas Abiad, apuntó que la cifra de heridos se sitúa entre 2.750 y 2.800, entre ellos 300 en estado grave. Así, ha detallado que 1.850 de ellos resultaron heridos en la capital, Beirut, mientras que otros 750 eran residentes en localidades del sur y 150 en el valle de la Bekaa (este).
Abiad valoró la respuesta de los equipos sanitarios ha jugado un papel importante a la hora de garantizar la respuesta por parte de los hospitales y ha apuntado que algunos de los pacientes fueron evacuados a Siria e Irán para recibir tratamiento, según ha recogido la cadena de televisión libanesa LBCI.
Si bien las explosiones habían sido atribuidas en un principio a un ataque informático, funcionarios estadounidenses han confirmado al diario ‘The New York Times’ que la Inteligencia israelí había logrado ocultar material explosivo dentro de un nuevo lote de unos 3.000 ‘buscas’ importados a Líbano.
A estos aparatos se les habría introducido material explosivo de entre 30 y 60 gramos junto a la batería de cada ‘pager‘ y un sistema que podía activarse de forma remota para la detonación a su llegada a territorio libanés, tras lo que Hezbolá los distribuyó entre sus miembros en Líbano, Siria e incluso Irán por indicación de su líder, Hasan Nasrala, debido a la escasa seguridad en la comunicación con teléfonos celulares.
Todos estos beepers que estaban encendidos recibieron un mensaje a las 15.30 horas (hora local) que acabó activando los explosivos tras un pitido de notificación de varios segundos. Si bien se cree que muchas de las víctimas son miembros de Hezboláh, entre los fallecidos hay dos niños y se desconoce cuántos son realmente integrantes de la formación y en qué cargos operan.
Tras las masivas explosiones, el movimiento Hezboláh prometió continuar sus operaciones en Gaza y una «dura respuesta» a Israel que «debe esperar ante la masacre que infligió al pueblo libanés».
BB con Sputnik, Europa Press y NA