Las comparaciones siempre son odiosas. Además suelen llevar a ciertos errores de análisis. Sin embargo, hay un punto en que el actual oficialismo comienza ser percibido por la población con puntos de contacto con lo que fue la experiencia de la presidencia de Fernando De la Rúa. Una encuesta realizada por la consultora Ricardo Rouvier entre el 17 y el 21 de agosto, en la que se entrevistaron 1200 casos en todo el país, arroja una conclusión innegable: la mayoría de la sociedad cree que el gobierno del presidente Mauricio Macri no podrá mejorar su calidad de vida ni la situación del país en su conjunto.
En la campaña electoral, el actual mandatario, entre la infinidad de cosas que prometió, tuvo la audacia de ofrecer llevar la pobreza a cero en la Argentina, algo que no ocurre en ningún país del mundo. Hoy, con más de ocho meses en el poder, en los que las políticas del Ejecutivo crearon al menos 1.5 millones de nuevos pobres, el slogan proselitista parece haber perdido su efectividad. Ante la pregunta de si el presidente logrará reducir la pobreza, el 56,8% de los consultados por Rouvier contesatron que no; un 27,6 que dijo sí y un 15,6 que no quiso responder.
También fue negativo al balance a la hora de evaluar las tendencias económicas de los próximos seis meses. La expectativa negativa trepa al 53%, con 36,4 que piensa que empeorará la situación del país y un 16, 6 que sostiene que seguirá igual de mal. Los que todavía tiene cierto optimismo se ubican en el 43 por ciento, con un 31,9 que piensa que mejorará y 11,8, el más PRO, que señala que seguirá igual de bien.
Respecto de la inflación, que según el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay dejó de ser un problema, el sondeo arroja datos que ilustran que la sociedad no percibe lo mismo que el ex gerente del banco J.P Morgan. El 47,2 por ciento remarca que el alza de precios está creciendo. Hay un 27 que sostiene que sigue igual y sólo un 20 que piensa que está bajando.