Los contagios ocurrieron luego del recambio del personal de la Base Esperanza en la Antártida. El miércoles de la semana pasada una persona comenzó con los primeros síntomas: fiebre y dolor de cabeza. Inmediatamente desde la base habilitaron la realización de test de antígenos a todos los trabajadores del lugar. El resultado: 24 tenían coronavirus, y nueve de ellos fueron evacuados porque no habían sido aún inmunizados debido a que permanecían en la Base desde el 2020, tiempo antes de que comenzara la campaña nacional en nuestro país.

El Comandante Conjunto Antártico, Edgar Calandin, afirmó que en la Antártida habían decidido no iniciar el proceso de vacunación “para evitar posibles efectos adversos de la vacuna». El sábado pasado las autoridades del Estado Mayor Conjunto, decidió llevar adelante evacuación de las personas que no fueron vacunadas con el objetivo de evitar cualquier tipo de riesgo a pesar de que estaban asintomáticos. «La evacuación del personal fue exitosa», manifestó, Calandin. A las 10 de la mañana despegó desde la ciudad de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz, el avión Hércules con destino a la Base Marambio, en cuya pista de aterrizaje subirían más tarde los nueve trabajadores contagiados para iniciar su regreso a Buenos Aires

Las personas fueron trasladadas al Hospital Militar, donde cinco permanecen internadas para cumplir con el aislamiento necesario ya que tienen residencia fuera la Ciudad y necesitan viajar. La operación tuvo una duración de alrededor de 12 horas. Los 15 contagiados que ya estaban vacunados porque eran recién llegados a la Base permanecen en ella, se encuentran aislados y sin síntomas.

El protocolo de Covid-19 se implementó en el territorio argentino de la Antártida por orden del Ministerio de Defensa en el año 2020 y luego se actualizó a medida que se diseñaban nuevas políticas sanitarias. Al viejo protocolo del año 2020 el personal de la Antártida le agregó varios elementos para extremar el control.

¿Qué establece el protocolo?

Para viajar a la Antártida es necesario realizar un PCR y, en caso de ser negativo, se hace una cuarentena de 14 días en distintas instalaciones ubicadas dentro de Campo de Mayo, la cual finaliza con la realización de otro PCR y a partir de ese momento se autoriza el ingreso a través del avión Hércules o una unidad naval. El sábado en la Base Esperanza había 43 personas, entre quienes se encontraban 15 científicos y unos 22 familiares que disponen de instalaciones. «Normalmente la base tiene entre 80 y 100 personas porque ahí van las familias y hay una escuela (la N° 38 Raúl Ricardo Alfonsín). Pero es una etapa de mantenimiento y de ciencia exhaustiva porque hay una pingüinera con 200 mil ejemplares alrededor», aportó Calandin.

Ubicación y objetivos

La base Esperanza está ubicada en Punta Foca, en la bahía de igual nombre, al norte de la península Antártica. En ese lugar se levantan las instalaciones argentinas en medio de dos caletas: Águila al oeste y Choza al este.
Es una estación científica que junto a la chilena Villa Las Estrellas son los únicos establecimientos de la Antártida en donde había personal temporal cumpliendo funciones militares, científicas o de servicio, acompañados de sus familias. En un primer momento se llamó Base de Ejército Esperanza hasta que en la década de 1990 su nombre fue modificado a Base Antártica Esperanza. Dentro de las tareas científicas se encuentran varios grupos especializados: uno dedicado a la mareografía; otro que estudia la sismografía; uno especializado en la sismología y análisis de datos sísmicos; además de estudios que apuntan a la glaciología, biología, monitoreo de colonias de pingüinos, geología, paleontología limnología y ecología, entre otras.