Cuando comenzó a circular la noticia que la Corte Suprema rechazó el pedido de licencia de Ariel Lijo en Comodoro Py, en Casa Rosada reinaba el desconcierto. Es que sólo algunas horas antes de la resolución del máximo tribunal, la mesa política y judicial del presidente Javier Milei dejaba trascender con seguridad que el magistrado iba a asumir como quinto ministro en cuestión de días. No la vieron.

Las versiones del rechazo de la Corte comenzaron a circular desde la media mañana de este jueves. Por esas horas, los laderos del presidente libertario se encargaron de hacer saber que las mismas se trataban de una «operación» desde adentro del propio tribunal, con la intención de limar al Gobierno, que viene de semanas cargadas de traspiés autoinfligidos desde el estallido del escándalo $LIBRA.

En Balcarce 50, estaban convencidos de que la votación había quedado «empatada» entre Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz por la negativa y Ricardo Lorenzetti y Manuel García Mansilla por la positiva, y que las noticias sobre el rechazo eran versiones maliciosas. El paso del tiempo hizo caer la esperanza libertaria.

Minutos después de aquella primera reacción, desde el Máximo Tribunal se encargaron de hacer circular la resolución que dejó expresamente rechazado el pedido de licencia de Lijo. La negativa ante el pedido de receso que hizo el todavía titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal n.º 4 de la Cámara Nacional de Apelaciones fue una sorpresa para varios sectores. No sólo por la negativa de la Corte, sino por sus firmantes.

La sorpresa de la Corte Suprema la dio Mansilla

Al acompañamiento de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz, se sumó la llamativa postura de Manuel García Mansilla, nombrado hace tan sólo una semana en el máximo tribunal.

Aunque imprevisto, el movimiento del académico no llamó la atención en las esferas judiciales. Para quienes lo conocen, Mansilla no sólo no se siente cómodo con el mecanismo de nombrar jueces por decreto -acción que lo sentó en Corte-, sino que además su ponderada actividad como jurista lo lleva a chocar con los más de una vez cuestionados métodos que Lijo imprimió durante las dos décadas que lleva adelante en Comodoro Py.  

Desconcierto en el Gobierno por la decisión de la Corte Suprema e incertidumbre por el futuro de Ariel Lijo
Manuel García Mansilla tomando juramento en la Corte Suprema.

Pese a no dar entidad a estas versiones, lo cierto es que en Casa Rosada no esperaban que el nuevo ministro rechazara con su firma la licencia de su ex compañero de candidatura. Desde el inicio, los operadores judiciales del oficialismo hicieron saber en cada una de las negociaciones -tanto con la oposición como con las entidades judiciales- que eran «los dos o ninguno», por lo que el movimiento de Mansilla de quitarse de encima la responsabilidad de decidir sobre el futuro de Lijo es, a los ojos del oficialismo, cuanto menos desleal.

Abrazados a la misma institucionalidad que muchas veces critican, cerca del presidente afirman que pese a la jugada de Mansilla no tomarán ninguna represalia sobre el magistrado. “Tiene poder de decisión propia. Lo elegimos para que actúe conforme a derecho”, sentenció una fuente al tanto de las negociaciones judiciales.

El futuro de Ariel Lijo, una incógnita

Respecto al futuro de Lijo, en el gobierno afirman que no retirarán el pliego del magistrado y que dependerá de su decisión personal continuar o no frente al juzgado de Comodoro Py para ingresar a la Corte. Además, en caso que el juez acepte presentar su renuncia, en el oficialismo sostienen que buscarán aprobar el mismo a través del Senado, tal como vienen intentando desde hace más de nueve meses. Días antes de que la cámara alta hiciera caer la votación en el recinto, en el oficialismo afirmaban que contaban con los votos necesarios para aprobar el pliego del magistrado, por lo que en el gobierno volverán a la carga en búsqueda del apoyo que, irremediablemente, deberá darle la bancada de Unión por la Patria.

En este sentido, los leones libertarios tienen más que una complicación. El jefe de la bancada peronista, José Mayans, no sólo había anticipado semanas antes de la votación que UxP rechazaría cualquier designación por decreto, sino que tras el escándalo que involucra al presidente en una estafa cripto multimillonaria, el peronismo presentó un pedido de juicio político contra el primer mandatario y volvió a la carga opositora como nunca.

Cercados, el gobierno deberá volver al barro y negociar con otro traje ante un peronismo nuevamente empoderado. Tal como contó este medio, parte de los pedidos que pusieron sobre la mesa los interlocutores designados por Cristina Fernández de Kirchner fueron la necesidad de ampliar el número de magistrados de la Corte y acordar el nombre del Procurador. También, en el Patria tienen particular interés por los más de 150 pliegos de jueces federales que el Congreso deberá tratar para cubrir las decenas de tribunales vacantes. Restará esperar el próximo movimiento del oficialismo que, nuevamente, quedó a merced del no vencido justicialismo.

La resolución de la Corte Suprema sobre la licencia de Lijo