El jefe de gabinete de Brasil, Luiz Eduardo Ramos, evitó confirmar la realización de la Copa América en su país y anticipó que este martesserá comunicada la decisión final, aunque aclaró que la organización del evento es un asunto entre privados, en un intento por desmarcarse del debate generado por la realización del certamen en medio de la pandemia de coronavirus.

«Todavía no se resolvió nada, quiero dejar claro eso. Estamos en el medio del proceso pero si nos preguntan, queremos atender la demanda, en caso de que esta sea posible de atender», dijo el general Ramos en el Palacio del Planalto, la casa de gobierno.

Ramos dijo que Brasil puso como condiciones que las delegaciones de los países sean no superiores a las 65 personas, que los partidos sean sin público y que jueguen como máximo diez selecciones el torneo sudamericano, además de «que todas las delegaciones estén vacunadas», según le dijo a la Agencia Estatal Brasil.

La definición de las ciudades sede, que se dará en medio de la pandemia, le corresponde a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) a partir de consultas con los estados, de los cuales han anticipado su negativa Pernambuco y Rio Grande do Norte para sus escenarios mundialistas de Recife y Natal, respectivamente.

La Copa América se jugará en Brasil

El secretario de Deportes, Marcelo Magalhaes, dijo en la misma conferencia que el Gobierno federal «apenas dará toda la estructura para la entrada de las delegaciones a Brasil». Tanto Ramos como Magalhaes consideraron que la Copa América «es un asunto entre privados» que debe contar con el respaldo estatal por una cuestión de logística.

El general Ramos, mano derecha del presidente, Jair Bolsonaro, y hombre fuerte del equipo ministerial, dijo que le llaman la atención las críticas a la realización de la Copa América en Brasil porque en el país «se está desarrollando el campeonato brasileño, se disputaron los estaduales y se juega también partidos de la Copa Libertadores de América».

La oposición del PT

El opositor Partido de los Trabajadores pidió al Supremo Tribunal Federal, la máxima corte brasileña, la suspensión de las negociaciones vinculadas a la realización de la Copa América en Brasil anunciada hoy por la Conmebol y el gobierno de Jair Bolsonaro bajo el argumento del «riesgo a la salud de la población, futbolistas y de las delegaciones extranjeras». Según un comunicado del PT enviado a Télam, el recurso es una «Acción de Descumplimiento de Precepto Fundamental» que deberá resolver el magistrado Ricardo Lewandowski, quien es el encargado en la corte de los asuntos judicializados vinculados a la pandemia.

«La realización de la competencia, de última hora y sin transparencia, es irresponsable y pone en riesgo a la salud de la población y las delegaciones extranjeras», dice el comunicado, que alerta sobre posibles nuevas variantes circulando en Brasil que puedan perjudicar aún más el escenario sanitario. Testimonios de especialistas contra la realización del evento fueron anexados al recurso.

El partido de los expresidentes Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2011-2016) acusa a Bolsonaro de violar el artículo 196 de la Constitución Federal que obliga al gobierno a garantizar la salud de la población.

También reclama impedir en forma cautelar cualquier acto entre la Conmebol y el gobierno federal y que sean intimados para dar explicaciones Bolsonaro, el jefe de gabinete, los ministros de Salud, Relaciones Exteriores y el secretario de Deportes, citados en un comunicado de la entidad sudamericana como responsables por la autorización del certamen en Brasil.