“Breve historia del planeta verde” es la tierna y feliz última película de Santiago Loza, autor, entre otras obras de cine y teatro, de “Cuatro mujeres descalzas” (2004), “La invención de la carne” (2009), “Los labios” (2010), “Si estoy perdido no es tan grave” (2014), “Malambo, el hombre bueno” (2018), y “La noche”, “Nada del amor me produce envidia”, “Tu parte maldita” y “Mau Mau”.

“Breve historia…” cuenta un momento en la vida de Tania, una chica trans que hace shows en las discos de Buenos Aires, muy amiga de Pedro, una criatura de la noche, y Daniela, que acaba de romper una relación amorosa que la dejó en una profunda melancolía. Amigos de toda la vida (o amigues, como le gusta decir a su director), cuando Tania se entera de la muerte de su querida abuela emprende un viaje hacia sus pagos para darle el último adiós. Pedro y Daniela la acompañan.

“Me cuesta pensar si hubo un origen de la película -dice Loza respecto a la casi obligada primera pregunta sobre la génesis- . El deseo de contar varias cosas, por un lado; una suerte de tributo a los amigos o amigues en un viaje ideal; el deseo de hacer una película que tuviera un elemento fantástico, que se vinculara a ese cine de los 80, que era un cine que me gustaba mucho ver pero con el cual no dialogué cuando pude hacer cine; y también trabajar lo trans: no sólo porque un personaje es trans sino porque la película muta a esa cosa de género fantástico y de comedia y humor y de mucha melancolía. Eso era, el deseo de hacer una pequeña fantasía queer, rara y abierta a todo público.”

-¿Por eso aparece como una película “vintage”?

 -Tiene algo vintage: no hay celulares, la gente sólo habla por teléfono, tiene la necesidad de hablar y estar con el otro; y hay algo el vestuario y del arte que remite un poco de una manera lógica a ese imaginario del cine de los 80, cine de pura diversión. Siento que la película permanentemente fue tomando las influencias de la gente que iba trabajaba en la película y de los problemas con los cuales nos íbamos encontrando. Y esa impronta ha quedado en la película. Se rodó en gran parte en Tierra del Fuego, y era incómodo pero muy intenso y alegre. Fue muy heroico todo el trabajo del equipo, una fuente de diversión y de emoción estar haciendo una película de marcianos.

Claro, porque “Breve historia…” tiene contacto con la vida extraterrestre, un hiperclásico de los 80. Con todo lo visto y tantas veces visto, las referencias inmediatas a ET, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo y todo el cine Clase B que un niño y adolescente de aquel tiempo pudo haber visto, aparecen apenas se ve a ser de otro planeta. Sumar gente a la idea de una película de tal características, incluso con el prestigio de Loza, no habrá sido sencillo.



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“Conocía a los actores y escribí el guión pensando en ellos”. Lo fui chequeando con los tres a medida que lo escribía. Paula (Grinszpan) es una gran actriz del teatro off, a Luis (Sodá) lo conocía un poco por la danza y por la vida, y a Romina (Escobar) llegué buscando una actriz trans; no quería una actriz que hiciera un personaje trans. Me la propusieron, me junté con ella en un café y supe que era adorable, que podía ser una gran actriz. Los tres tuvieron una paciencia increíble. Y fuimos sacándole fotos con Edu Crespo y mientras ellos se sometían a fondo en esas jornadas interminables que tiene el cine, cuando fue la posibilidad de rodar la película habían construido una amistad que hizo posible que se sostuviera el rodaje. Y algo de la amistad que transmite la película se fue generando en el rodaje. Creo que la película tiene algo trans, algo mutante qué fue cambiando de forma en el proceso de hacerse.”

-¿Creés que en parte por eso tiene esa frescura que también parece remitir a otra época?

-Y si, tiene algo de un tiempo de pandillas, de grupete de gente que se traslada. Quizás en otro momento ese grupo era siempre masculino, y acá  es un grupo queer,  donde está muy presente lo femenino y permanentemente parece que todo puede ocurrir. Y todo siempre con un tono amoroso. Tenía la sensación de que en la película nada grave tendría que ocurrir, que incluso los episodios de intolerancia que aparecen no impactar de manera negativa en la historia, y que esa alianza que tenían los tres se desarrollara sin que hubiera lastimados ni ofendidos.

Loza también destaca en este -como en otros films- por el trabajo que hace con la música: no toma preponderancia sobre el resto de los elementos que cuentan la historia como sucede más de una vez con festejados directores norteamericanos, ni tampoco sólo acompaña, o está de relleno. “La música con el montaje fue crucial para poder terminar la película con los montajistas Lorena (Moriconi) y Michel Attías nos dimos cuenta de que la música iba a ser como el conductor emocional de la película. Antes del rodaje en el guión tenía una presencia permanente la voz de un niño que relataba este cuento que es la película, y con Edu Crespo nos dimos cuenta de que no queríamos esa voz en off, que la película tenía que prescindir de ese relato omnisciente. De inmediato sentí que la música jugaba ese rol de narrador emocional. La opción siempre fue la música original de Diego Vanier que es un genio total y con quien ya he trabajado en Doce Casas (serie que se emitió en Canal 7 y ganó el Martín Fierro). Creo que un poco también trabajó inspirándose en esas bandas de sonido orquestadas del cine de los ochenta, pero tomando la esencia, destilando esa ampulosidad.

-Por último: ¿es lo mismo escribir para teatro, cine o literatura (en 2017 publicó su primera novela, El hombre que duerme a mi lado)?

-Para mí son como distintas bocas de salida de la misma expresión. Siento que una salen las cosas que en otras no sé cómo nombrar, pero la necesidad es la misma. Con el tiempo me di cuenta de que se han ido retroalimentando. La novela también se remite al cine de los 80, que es algo que vengo trabajando en el teatro, y en el cine empezó a aparecer algo del humor que manejaba en el teatro. El hecho de ir probando formatos y vías de escape o maneras de drenar la intensidad propia, es un intento o prueba de ser más libre en lo que se hace. Que ése es el intento, finalmente; o lo que uno trata; o lo que uno puede.



Breve historia del planeta verde

Se puede ver en: Sala Leopoldo Lugones, 21.30 hs; Sala Cine Select de La Plata, 21.30 hs; Showcase Haedo,  Sala Amancay (Neuquén), Cine Teatro Pico (La Pampa).



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