Detrás de Conexiones Necesarias hay una historia que comenzó con la iniciativa de tres fotógrafas, Alejandra Malcorra,, Soledad Quiroga y Paola Olari Ugrotte. Las tres conforman el colectivo Ruta Documental que además de este proyecto que comenzó en 2020 y su concreción puede verse ahora, ha trabajado y continúa trabajando en otros. A las tres las une el interés por la fotografía documental, el gusto por contar a través de la fotografía historias de la gente común y profundizar en determinadas temáticas. Además de fotografías, en sus proyectos también hacen entrevistas y elaboran una pieza audiovisual.

El comienzo del proyecto Conexiones Necesarias –le cuenta Malcorra a Tiempo Argentino- tiene que ver con la pandemia, cuando estábamos todes aislados. Con Paola y con Soledad comenzamos a charlar entre nosotras sobre nuestro entorno familiar, nuestros adultos mayores más cercanos, nuestros padres, nuestras madres. Comentábamos cosas “como mi papá me pidió tal cosa o tal otra para hacer un trámite virtual” o que hacían videollamadas para estar más conectados,  que mandaban mensajes por WhatsApp y stickers como una manera de vincularse en el momento en que estaba restringido el hecho de poder verse.”

Y agrega: “La pandemia tuvo una restricción difícil de sobrellevar pero también abrió otras posibilidades: comprobamos, por ejemplo, que nuestros padres habían aprendido a hacer trámites virtuales, a pagar servicios online, cosas que antes de la pandemia hacían de manera presencial  porque había una cierta resistencia a hacer esos trámite por vía virtual y, de repente, se abrió una posibilidad de aprendizaje forzado por las circunstancias.  Este aprendizaje les permitiò tener más autonomía”.

La charla de las tres fotógrafas en torno al tema prosiguió y decidieron dar cuenta de esta  experiencia a través de su oficio. Fue así que comenzaron a  hacer capturas de pantalla de las conversaciones que tenían con sus familiares más cercanos y les pidieron a ellos que, a su vez, hicieran sus propias capturas de pantalla cuando dialogaban con sus familiares y amigos.

“En un momento, dice Alejandra, las tres comenzamos a pensar la forma de combinar esos materiales con otros que teníamos nosotros y a hacer collages. Para nosotras fue una forma de vincularnos. Cada una buscaba seguir creando y estableciendo vínculos y todo eso se iba transformando”.

De este modo, lentamente, comenzó a gestarse el proyecto Conexiones Necesarias, aunque las tres fotógrafas quizá todavía no lo supieran.

Lo que sí quedó claro es que, por necesidad imperiosa, los adultos mayores vencieron la resistencia y comenzaron a utilizar la tecnología  a la que antes de la pandemia pensaban como inaccesible.  Este descubrimiento fue el punto de partida de Conexiones Necesarias.

Conexiones Necesarias: se abre una nueva etapa

Luego de este descubrimiento, el grupo comenzó a tener charlas con adultos mayores para que les contaran sus experiencias. Algunos referían que la  tecnología les había gustado y que la curiosidad y la necesidad imperiosa de comunicarse los había llevado a vencer la resistencia. A veces, solicitaban la ayuda de sus hijos y comprobaban que avanzar en ese conocimiento les permitía, por ejemplo, ver películas,  hablar con los nietos a los que no podían ver debido a la pandemia, hacer trámites, seguir el contacto con amigos

“Con Conexiones Necesarias –dice Alejandra- nosotros rescatamos además del vínculo con la tecnología también la capacidad y la posibilidad de los adultos mayores de seguir teniendo autonomía, de seguir aprendiendo, de seguir disfrutando, de tener actividades con otras personas. Por eso, como ponemos en los textos que generamos,  hablamos de Conexiones Necesarias como registro y reflexión sobre estos adultos mayores.”

El material que se verá en la exposición es el producto de un trabajo colectivo que comenzó con las capturas de pantalla que llevó al grupo a pensar de qué manera generar una materialidad con esas capturas y las fotos que tenían previamente o las que seguían haciendo.

La segunda etapa del trabajo consistió entonces en ampliar el círculo familiar donde había nacido el proyecto. Las tres fotógrafas se plantearon vincularse con adultos mayores que no pertenecieran a sus respectivas familias, que no tuvieran ningún vínculo con ellas.

El grupo mantuvo con estas personas entrevistas vía zoom. “La relación con estos adultos mayores entonces fue otra, porque ya no eran familiares, por lo que podíamos hacerles otras preguntas”, dice Alejandra

La tercera etapa del trabajo

Esta etapa está relacionada con el fin del encierro, lo que le dio al colectivo la posibilidad de salir a hacerles fotos a las personas con que se habían relacionado. Nacieron así cuatro historias referidas al tema que estaban tratando.

“Todo lo hicimos las tres juntas, dice Alejandra. Luego realizamos una selección de esas fotos, pero en ninguna de ellas aparecen nuestros nombres porque  fueron el producto de un trabajo colectivo, de una edición colectiva y de pensar el proyecto también colectivamente.”

El primer lugar al que fueron de manera presencial luego de haber tenido las reuniones por zoom fue el comedor Honrar la vida. Esa fue la primera historia.

Luego fueron a Quilmes, el lugar de la segunda historia, Coincidir,  de Sofía y Agustín, una pareja que tiene una casa rodante.

Su siguiente punto fue Villa Las Rosas, en Córdoba, donde le hicieron fotos a Iris.  

La protagonista de la cuarta historia es Rosalía, que había sido entrevistada por zoom, pero la entrevista presencial no pudo concretarse porque Rosalía falleció.  “Si bien no pudimos encontrarnos con ella, aclara Alejandra,  nos conectamos con sus familiares que nos permitieron hacer fotos del entorno de Rosalía”.

A través de Conexiones Necesarias, el colectivo reivindica la idea de los adultos mayores tienen la posibilidad de seguir aprendiendo porque sienten el deseo de hacerlo y de compartir con otros.

“Los adultos mayores  -concluye Alejandra en nombre del colectivo Ruta documental-  tienen muchas posibilidades que está muy bien potenciar. La vejez cómo proceso de deterioro ha dejado de ser un concepto absoluto».

Conexiones Necesarias se inaugura el 31 de julio a las 18 y se puede visitar hasta el 15 de agosto. La entrada es libre y gratuita y debe presentarse DNI. Es en la Sala de Exposiciones Manuel Belgrano de la Legislatura Porteña, Subsuelo Acceso por Perú 160. Los días 7 y 15 de agosto a las 17. el colectivo realizará dos conversatorios junto a referentes en el tema compartirán sus experiencias para reflexionar en comunidad.