Argentina pierde cada año entre 21 y 24 mil millones de dólares por los impuestos que dejan de pagar empresas que operan en nuestro país pero eligen radicarse en paraísos fiscales. La cifra equivale a entre 4 y 5 puntos del Producto Bruto Interno, según un informe de la Universidad de las Naciones Unidas, a través de su Instituto Mundial para Investigación sobre Desarrollo Económico.
¿Qué pasaría si esas empresas, muchas de ellas de capital nacional y dirigidas por empresarios locales, sinceraran su actividad y empezaran a pagar impuestos en nuestro país? Por lo pronto, el gobierno contaría con un monto anual extra de $ 360 mil millones al cambio actual, según la hipótesis de mínima del estudio. Ese flujo de dinero serviría para sanear íntegramente el sistema previsional, eliminar el bache entre contribuciones al sistema y prestaciones que se pagan, mantener la fórmula de actualización cuyo reemplazo trata el Congreso y garantizar el 82% móvil para todos los jubilados.
Agujero fiscal
El cálculo sobre el dinero que se deja de cobrar a nivel mundial por las maniobras en paraísos fiscales fue realizado por dos investigadores de la Universidad de las Naciones Unidas. A partir de estudios previos del Fondo Monetario Internacional y luego de cotejar bases de datos más actualizadas, los economistas Alex Cobham y Petr Jansky lograron demostrar que el perjuicio es mayor para los países en vías de desarrollo y con ingresos medianos o bajos. A través de modelos y regresiones matemáticas, además, armaron una tabla que ordena a los países en función del daño que sufren. Argentina está en octavo lugar entre los 145 incluidos en la medición; deja de recaudar 5,1% de su PBI, estimados en U$S 24.710 millones a niveles de 2013, si se utilizan los números del FMI, cifra que baja a U$S 21.410 millones (4,42% del producto) si se consideran los datos del Centro Internacional para Impuestos y Desarrollo (ICTD, por sus iniciales en inglés).
El trabajo cuenta con el aval de Tax Justice Network (TJN), una organización no gubernamental con sede en Londres que se especializa en el daño que causan las empresas offshore. Son aquellas que establecen su sede legal en lugares donde la tasa impositiva es muy baja y registran allí los beneficios de los negocios que realizan en otros lados. De esa manera, escapan de la legislación del país donde desarrollan su actividad para incrementar su ganancia.
La práctica, muy difundida en el mundo empresarial, no es ajena a los actuales funcionarios del gobierno nacional. El presidente Mauricio Macri; el ministro de Finanzas, Luis Caputo; y el de Energía, Juan José Aranguren, entre otros, quedaron involucrados con firmas offshore en las investigaciones periodísticas internacionales conocidas como Panama Papers y Paradise Papers. «Ser director en estas firmas, como la operatoria de las mismas, no constituye un delito ni viola la ley», se defendió Aranguren. De hecho, la Justicia cerró la causa sobre Macri por presunto lavado de dinero a través de dos compañías radicadas en Brasil y en las Bahamas, aunque sigue investigando si hubo evasión tributaria.
Las sugerencias del Fondo
En noviembre del año pasado, al culminar su primera misión de revisión de la economía argentina en diez años, el FMI felicitó al gobierno por las reformas que había puesto en marcha, pero se manifestó preocupado por el déficit del sistema previsional, que a juicio de los visitantes se encaminaba a un callejón sin salida. «Corregir este desequilibrio requeriría de una combinación de cambios en la fórmula indexatoria… y bajar la tasa de sustitución (movilidad)», sugirió la entidad. Según el Fondo, las jubilaciones promedian el 72% de los salarios del personal activo, muy por encima del 60% que se abona en toda Latinoamérica o el 53% de los países de la OCDE. Para llegar al 82% móvil, se desprende, serían necesarios otros $ 170 mil millones.
El Ejecutivo dio por bueno el informe. Tanto, que envió al Congreso un proyecto para sustituir la fórmula de ajuste de las jubilaciones, imponiendo el criterio de hacerlo por la inflación en lugar de por los recursos de la ANSES que, se supone, crecerán paulatinamente. Así lo aprobó el Senado esta semana.
Si se aplicaran al sistema los 4,4 puntos del PBI que dejan de abonar las empresas offshore, se cubriría de sobra el 2,8% de déficit entre contribuciones cobradas y jubilaciones pagadas que calcula el Fondo. Dicho de otra manera, si se añadieran los $ 360 mil millones anuales que se eluden, según la denuncia TJN, a los $ 1,05 billones que tiene previsto recaudar la ANSES en 2018, se cubrirían todos los pagos a beneficiarios bajo el sistema actual, sin necesidad de ajustar hacia abajo la movilidad. Y con el sobrante se podría cubrir el saldo necesario para garantizar el 82% móvil para todos.
Pese a ello, urgido por la necesidad y siguiendo al FMI, el gobierno bajó los gastos del sistema jubilatorio. La pelea por una reforma impositiva en serio, que incluya los fondos offshore, se hace desear.
Reclamo a Macri por los paraísos fiscales
Una carta del ex primer ministro británico Gordon Brown podría poner en aprietos al presidente Mauricio Macri y a su Gabinete. En el texto, exmandatario británico detalla a Macri, en su carácter de presidente del G20, la iniciativa que en contra de los paraísos fiscales desarrolla Aavaz, «una comunidad global de movilización online», según reza en su página web y que incluye una campaña mundial que busca terminar con los paraísos fiscales. «Más de 1,1 millón de ciudadanos han firmado la petición Avaaz en apoyo de la campaña para terminar con los paraísos fiscales del mundo. También adjunto un desglose de los firmantes de cada uno de los Estados miembros del G20 que, espero, alentará a los países a tomar una acción conjunta para poner un límite a las jurisdicciones que no cumplen con la ley».
Brown recuerda en la misiva que «la preocupación sobre los paraísos fiscales ha surgido alrededor del mundo tras las revelaciones de Panama Papers y Paradise Papers».
El presidente Macri y varios de sus ministros fueron mencionados tanto en los Panama Papers como en los Paradise Papers, filtraciones sobre la existencia de sociedades offshore que se mantenían en secreto. «