La primavera es alegría, flores, renacer, pero para las personas alérgicas puede ser un suplicio. Y no son pocas en el país. Desde el Hospital de Clínicas de la UBA remarcan que existe un alto grado de subdiagnóstico de pacientes con síntomas clínicos de alergia al polen que tienden a persistir en el tiempo «e incluso a agravarse». Y apuntaron que más del 20% suelen desarrollar síntomas.

Por tercer año consecutivo el Hospital-Escuela de la UBA organiza una campaña para detectarla y mejorar la calidad de vida de las personas. Más de 250 personas participaron de las jornadas anteriores, en las que se detectó que un 30% tenía sensibilidad al polen.

“La alergia estacional, también conocida como polinosis, es la que aparece durante ciertas épocas del año por la exposición a determinadas sustancias biológicas suspendidas en el aire, como los pólenes y suele extenderse desde la primavera hasta el otoño. Es una patología subdiagnosticada que puede aparecer a cualquier edad, aunque suele ser más frecuente en la infancia y en la adolescencia. Detectarla y tratarla de forma sostenida es fundamental para minimizar y controlar los síntomas, que afectan las actividades cotidianas”, comenta Raquel Rodríguez, jefa de la División Alergia e Inmunología del Hospital de Clínicas de la UBA. 

Según información provista desde el área, más del 20% de las personas suelen desarrollar una alergia al polen, pero aún existe un alto grado de subdiagnóstico por la baja consulta o derivación de pacientes con síntomas clínicos de rinoconjuntivitis (inflamación de las mucosas nasales y oculares) que tienden a persistir indefinidamente en el tiempo e incluso a agravarse, ya que el 40% de los pacientes puede desarrollar asma bronquial.

“El polen de ciertas plantas durante su etapa de floración puede encontrarse en altas concentraciones en la atmósfera. Tal es el caso de árboles como el fresno, el plátano y el ligustro, entre otros, y de gramíneas, como el lolium, la reina de los prados, cereales de cultivo y malezas. Los árboles tienden a polinizar en la primavera, las gramíneas al final de la primavera y principios del verano, y las malezas a finales del verano y principios del otoño. Todo este movimiento hace que se manifiesten cuadros alérgicos en personas sensibilizadas a uno o varios de estos pólenes”, resalta Rodríguez.

Las alergias y el factor ambiental

El calentamiento global y la polución ambiental son factores que están provocando que los períodos de polinización de las plantas se inicien antes de lo normal y que éstos sean más prolongados e intensos, según advierten desde el hospital-escuela. “Otra causa de la alergia estacional es la presencia en el aire de esporas de hongos pertenecientes al género AlternariaAspergillus, Cladosporium y Penicillium, que habitan naturalmente en la vegetación y son aerotransportadas como los pólenes”, alerta la especialista.

¿Cuáles son los síntomas frecuentes de alergia estacional? Rinitis alérgica, que es la inflamación de la mucosa que reviste la nariz, manifestándose con secreción acuosa, estornudos, obstrucción nasal y picazón de nariz, paladar y parte posterior de garganta.

Además, frecuentemente suele presentarse conjuntivitis alérgica con síntomas oculares como picazón de ojos, lagrimeo, congestión ocular e incluso edema de párpados. La especialista aclara que la presencia de tos y sibilancias bronquiales hace sospechar su asociación con el asma bronquial: «estos síntomas se presentan al aire libre, principalmente durante los días soleados, con mejoría los días de lluvia y empeoramiento cuando hay viento. Dependiendo de la concentración de pólenes en el aire, estos síntomas pueden agravarse y afectar las actividades diarias, como el rendimiento escolar y laboral, e incluso hay dificultades para dormir, generando un fuerte impacto en la calidad de vida, en el rendimiento laboral, educativo, en el deporte”.

Tips para cuidarse en esta época del año

-Para personas con alergia estacional, es importante conocer cuáles son los pólenes responsables de su afección y tener en cuenta ciertas medidas generales.

-Consultar al alergólogo y no automedicarse.

-Minimizar las actividades al aire libre en los horarios de 5-10 AM y de 19-22 h.

-Emplear lentes de sol envolventes y, ante síntomas muy intensos, usar mascarilla facial especial que cubra nariz y boca.

-Ducharse después de estar al aire libre y cambiarse la ropa para quitarse el polen adherido.

-Mantener las ventanas cerradas de casa y ventilar al mediodía.

-Emplear aire acondicionado o purificador HEPA para filtrar los alérgenos.

-No secar la ropa en el exterior.

-Evitar las actividades de jardinería, como cortar el césped o recostarse sobre éste.

-Viajar en auto con las ventanillas cerradas y usar aire acondicionado con filtro.

-Consultar el tiempo meteorológico para prepararse especialmente en los días soleados, secos y ventosos.

-Seguir la información sobre el recuento de pólenes en la web de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología, para permanecer el mayor tiempo posible en ambientes de interior durante los períodos de máxima polinización.