Boca se autoinflingió una de las derrotas más inesperadas y fuertes de su historia moderna. Y en La Bombonera. Su eliminación en la fase 2 de Copa Libertadores, o sea en la etapa preliminar, ante Alianza Lima de Perú supone un golpe múltiple. No terminó febrero y para Boca -que ganó 2 a 1 la revancha, tras el 0 a 1 en la ida, pero perdió por penales- ya se le terminó el año internacional a nivel Conmebol.

-Sin Libertadores ni Sudamericana en 2025. Tras un gran mercado de pases en el verano, formado para ganar la Copa Libertadores -o el menos para pelearla-, Boca no fue capaz de pasar ni siquiera la fase 2. Si ganaba, debía jugar contra Iquique, de Chile, para recién entonces entrar a la fase de grupos. Lógicamente, el fracaso de anoche comenzó en un mal 2024, sin objetivos cumplidos.

-Segundo año seguido sin Libertadores. El golpe doble de la eliminación en fase 2 es que Boca tampoco jugará la Sudamericana, el consuelo que había tenido el año pasado. Si hubiera pasado a la fase 3 y perdido contra Iquique, al menos habría jugado el segundo torneo continental del año. Boca ya no había jugado la Libertadores en 2024. La última vez que Boca no jugaba fase de grupos de Libertadores en dos años seguidos había sido en 2010 y 2011.

-La situación de Fernando Gago. El entrenador, que rezó en la definición por penales -desbordado por la situación-, quedó contra las cuerdas: este año, salvo el Mundial de Clubes, ya no tiene competiciones internacionales. Aunque no asumió hace tanto tiempo, octubre, una derrota de este tipo lo deja sin respaldo ante el público: más allá de la elminación inesperada, el equipo juega mal hace rato y la Bombonera en todos los partidos se lo hace saber a los jugadores. Al menos en las horas siguientes, la dirigencia sostiene al técnico. Boca se entrenará por la tarde.

Boca sin los penales

¿Por qué Agustín Marchesín pidió el cambio? Una de las grandes incógnitas de la noche. ¿Estaba lesionado? ¿Lo superó la presión? Ya en el tiempo de descuento, el arquero de Boca, figura en la serie, especialmente en Perú, se comunicó con el banco de suplentes para anunciar que no podía/quería atajar en la definición por penales. Sin haber hecho precalentamiento, entró el joven Leandro Brey, que no atajó ningún remate. Boca hasta parece haber perdido su idilio con los penales.

-Riquelme en su laberinto. Es un nuevo fracaso para la presidencia del ídolo, desorientado en lo futbolístico y con un millonario ingreso económico perdido. La Bombonera cantó «Que se vayan todos, que no quede ni un solo», un reclamo que incluye a jugadores, técnico y también dirigentes. Lógicamente, su enorme respaldo popular lo mantiene al margen de las críticas más severas pero esta derrota, y el largo año por delante, no le resultarán gratis, ni a él ni al Consejo de Fútbol. La oposición aprovechará este golpe.

-Lo que sigue. Boca recibirá este viernes a Rosario Central por el torneo Apertura, en la Bombonera. Irónicamente, el cambio de fecha se debe a que el equipo de Gago, se suponía, tenía que jugar contra Iquique el próximo martes. Anoche los jugadores se fueron insultados. A Boca le quedan cuatro competiciones en el año: Mundial de Clubes, Copa Argentina, Apertura y Clausura. La Bombonera volverá a expresarse.