En la mañana del sábado, el jefe de bomberos de la policía de San Luis, Rafael Godoy, anunció que el estado meteorológico mejoró y eso permitió que los incendios fueran dominados aunque aún no sofocados del todo. Un segundo foco de incendio sigue activo en la zona de Estancia Grande y El Durazno alto, pero el fuego se desplaza hacia el norte coronando el cordón serrano donde es casi imposible llegar y no representa peligro para pobladores por el momento. La zona de Virorco sigue en fase de observación dado que las llamas se encuentran en lo alto de las serranías. Esa situación hace imposible el acceso y pone en riesgo la integridad de los bomberos.
El jefe de bomberos afirmó que el incendio comenzó hace dos semanas cerca de Potrero de los Funes, y desde allí se separó dando origen a los dos focos que se expandieron por cerca de 400 kilómetros, en el norte y centro de la provincia. El hecho no produjo víctimas fatales pero sí varias familias tuvieron que ser evacuadas y algunos afectados por el humo que debieron ser atendidos por los médicos.
El principal causante de la dificultad para controlar el incendio fueron los fuertes vientos que se registraban en el lugar. Los cuerpos de Bomberos voluntarios y de la policía están trabajando en diferentes frentes; hasta el viernes, no contaban con la ayuda de los aviones hidrantes del Servicio del Manejo del Fuego, que no podían despegar por las fuertes ráfagas de viento.
El gobierno provincial por precaución había comenzado la evacuación de los habitantes de Los Molles y Villa de la Quebrada, a 30 kilómetros al norte de la ciudad capital, además de cortar la circulación de la autopista puntana 25 de Mayo. Las malas condiciones climáticas que impidieron el accionar de los bomberos produjo demora en la contención de las llamas y se consumieron miles de hectáreas en el bosque serrano.