Néstor Aguilar Soto, el acusado de matar a la influencer Catalina Gutiérrez, se encuentra “apto” para asistir al juicio por jurados, por lo que el debate comienza este jueves en la ciudad de Córdoba.

Así lo confirmó en diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, Carlos Hairabedián, el abogado de la familia de la víctima, quien sostuvo “fue examinado y está apto”.

El imputado por el femicidio de la estudiante de arquitectura estaba internado en el Centro Psico-Asistencial de la ciudad de Córdoba por pedido de su defensora, Ángela Burgos, para que se someta a una pericia interdisciplinaria.

En este contexto, el juicio por jurados populares, que estaba previsto para el 27 de febrero pasado, fue suspendido hasta que Soto esté en condiciones de acudir a las audiencias.

Tras conocerse la noticia de que Soto está “bien”, se determinó que el proceso se inicie este jueves a las 9 en la Cámara en lo Criminal y Correccional de 11° Nominación, el cual durará hasta el 19 de marzo, según precisó Hairabedián en declaraciones a este medio.

Según sostiene la pericia psiquiátrica, el acusado presentaba «un episodio emocional agudo reactivo a su situación procesal», una característica que incluye angustia, irritabilidad, ansiedad, llanto espontáneo y pensamientos suicidas.

El estudio indicó que el sindicado tiene “factores de orden psicopatológico que determinan un estado de riesgo cierto e inminente grave de daño para sí”, al tiempo que no habría realizado tratamiento psicológico.

Soto está imputado por el delito de homicidio calificado por alevosía y por mediar violencia de género (femicidio).

El femicidio

Catalina había pasado a buscar a Soto por su casa el 17 de julio de 2024 para asistir a una reunión con amigos. Sin embargo, esa salida nunca ocurrió. Se supo que Gutiérrez fue golpeada y estrangulada dentro de la vivienda y luego el agresor trasladó el cuerpo de su amiga hasta su Renault Clio.

Desde su casa condujo hasta barrio Ampliación Kennedy donde, antes de abandonarlo, lo prendió fuego para eliminar las pruebas, algo que finalmente no sucedió porque el vehículo no llegó a incendiarse por completo.