La marea feminista vuelve a fluir y esta vez se hace ola en el sur, en Trelew, adonde este sábado comenzó el 33° Encuentro Nacional de Mujeres. Con una afluencia que no merma a pesar de la distancia, con más de 50 mil mujeres llegadas desde toda la Argentina, desde otros países y con una gran presencia de organizaciones de mujeres de la Patagonia, se extenderá hasta el lunes, cuando se lea el documento de cierre y se decida la próxima sede.
Dos ejes entre los muchos reclamos que animan la agenda del movimiento de mujeres se muestran a priori como los centrales de este encuentro. Por un lado, la revalidación de la lucha por la legalización del aborto, que asimiló el golpe del voto negativo de los 38 senadores “percha” y lo hizo cristalizar en el convencimiento de que no vale aflojar, de que la necesidad de garantizar para todas las personas gestantes el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo sigue siendo una disputa central e impostergable. Por el otro, el reclamo del Movimiento de Mujeres Indígenas, ya esgrimido durante el año pasado en Chaco, de rebautizar el Encuentro como “Plurinacional”, en pos de la visibilización de las posturas diversas, en términos de territorialidad y género, que aportan al debate las representantes de las 36 naciones originarias que habitan el suelo argentino.
Con una creciente presencia de niñas y adolescentes comprometidas con el movimiento de mujeres, y la participación renovada de referentes que llevan años motorizando los Encuentros, las actividades en Trelew comenzaron desde las 8 con la acreditación y la inscripción en los distintos talleres, en el Autódromo Mar y Valle, y se abrió oficialmente pasadas las 10. A las 13 se abrió la feria gastronómica “¡Al horno el Patriarcado!” De 15 a 18 se desarrollarán los 74 talleres que integran la nómina este año. Y desde las 18 habrá una Marcha contra los Travesticidios y Transfemicidios.
Respecto de la Campaña Plurinacional, que generó alguna polémica en las horas previas al Encuentro, la elección de Chubut podía leerse en esa dirección, haciendo foco en la persecución al pueblo mapuche, que el año pasado derivó en la muerte de Santiago Maldonado. El cartel de bienvenida, “Trawun kom pu zomo ta inchiñ!” (¡el Encuentro somos todas!) resume el espíritu multicultural de la cita.
Poco después del acto de apertura, la comisión organizadora del ENM33 dio a conocer un comunicado en el que expresa que “las compañeras originarias de Mujeres por el Buen Vivir tomaron la decisión de irse (de la comisión) argumentando que no eran ni sus modos ni sus formas. A esto respondemos: La CO está integrada por diversas identidades políticas con orígenes históricos, socioculturales y económicos múltiples. A pesar de esto no hubo encubrimiento de nuestras identidades políticas individuales y en más de una oportunidad no hemos compartido ni modos ni formas. Aun así, logramos sortear y construir consenso porque la tarea que teníamos por delante era prioritaria. La organización del encuentro se hubiese enriquecido con la participación activa de las hermanas, lamentamos profundamente que no fuese posible.”
El comunicado agrega que la CO entendía que la propuesta de la Campaña Plurinacional “debía ser compartida en el Encuentro, que es el espacio de intercambio legítimo donde se toman posiciones a partir de los procesos horizontales de discusión”. Las integrantes de la Campana Plurinacional declinaron finalmente participar del acto de apertura.
“Responsablemente asumimos la necesidad de revisar nuestras propias prácticas políticas, sin miedo, sin utilizar herramientas difamatorias que desacrediten tantos años de resistencia lucha y organización”, cierra el comunicado, acerca de un debate que recién se inicia y que, en definitiva, ilustra el fuerte compromiso que anima al movimiento de mujeres en todas sus vertientes respecto de los reclamos que integran su heterogénea agenda.