Madrid, España
El gigante español de las energías renovables Abengoa, al borde de la quiebra desde hace un año, anunció unas pérdidas netas de 5.413 millones de euros en los nueve primeros meses del año.
Antiguo estandarte de la industria verde española, Abengoa consiguió evitar a finales de octubre la liquidación judicial tras recibir el apoyo del 86% de sus acreedores al plan de reestructuración de su deuda.
Este plan, que debería evitar una de las mayores quiebras empresariales en la historia del país, fue aprobado por la justicia y todavía debe ser validado por la asamblea extraordinaria de accionistas el 22 de noviembre.
Las pérdidas de este 2016 son consecuencia de una «ralentización del negocio de forma generalizada en todas las actividades», señaló en un comunicado el grupo, forzado a detener o vender una gran parte de sus activos por sus dificultades financieras.
El plan de reestructuración de la deuda, que a finales de septiembre se elevaba a 5.743 millones de euros, implicará que varios bancos y fondos especulativos tomen el control del grupo a cambio de la inserción de liquidez.
Abengoa sufrió las consecuencias de una política de inversiones desenfrenada y un crecimiento mal gestionado a nivel internacional, especialmente en el continente estadounidense, basado en el endeudamiento.
Su facturación en los primeros nueve meses del año fue de 1.043 millones de euros, un tercio de la conseguida un año antes.
En este tiempo también se produjo una importante reducción de plantilla: de 31.800 trabajadores en septiembre de 2015 a 17.400 un año después, un 27% de ellos en España.