Un revés en el Congreso contra el DNU 259/19 podría salvar al Gobierno del papelón por prohibir la utilización de colectoras por decreto y cambiar de idea dos meses después. Con esa salida casi administrativa, el gobierno diseña un esquema para abrir colectoras con distintos aliados. El motor del giro es el temor a perder en las próximas elecciones, especialmente en la provincia de Buenos Aires, primer distrito electoral del país donde no hay segunda vuelta y el resultado se define por un voto.
La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, aspira a negociar listas con los representantes provinciales de Alternativa Federal. Se trata de la primera movida que habilitó el presidente Mauricio Macri luego de un fin de semana cruzado por negociaciones internas en el PRO sobre el «Plan Y».
Tal como contó Tiempo en su edición del domingo, la posibilidad era analizada entre aquellos que sostenían la urgencia de ampliar los aliados territoriales de Vidal para las elecciones, y los que mantenían reparos porque la jugada favorable a la reelección de la mandataria podía perjudicar a las demás categorías como postulantes a diputados, intendentes y concejales.
Finalmente, Macri optó por la urgencia de reutilizar las colectoras, una instancia que originalmente le pidió el gobernador cordobés, Juan Schiaretti, principal garante de Alternativa Federal para poder promover en distintas provincias ese sistema y colgar listas provinciales a la candidatura de Cambiemos.
Esa posibilidad ahora funcionará en las negociaciones bonaerenses, pero también le permitirá al PRO abrir la mesa de ofertas con distintos aliados provinciales, cuando se acerca el último pelotón de comicios desdoblados del año antes de las PASO del 11 de agosto y las nacionales de octubre.
El guiño de Macri a Vidal para negociar colectoras tiene como principal destinatario al Frente Renovador (FR) de Sergio Massa, que ahora mantiene negociaciones con el PJ a nivel nacional, y también en la provincia de Buenos Aires, con las fórmulas Alberto Fernández – Cristina Kirchner y Axel Kicilliof y Verónica Magario. Además, pone en foco al resto de sus socios en Alternativa Federal: Juan Manuel Urtubey, Miguel Angel Pichetto y Schiaretti. Y busca interpelar al exministro de Economía Roberto Lavagna.
El decreto que Macri firmó en abril anuló la utilización de las colectoras, pero el DNU debe pasar por la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo para tener validez legal. La apuesta del Gobierno es que el texto no sea aprobado por sus miembros, aunque la decisión que habilitó el Presidente confirma que el sistema de colectoras sigue en pie.
A ese cuadro se suma que todavía se desconoce la decisión que adoptará la Justicia Electoral ante las impugnaciones que presentó el PJ.
Los números de Vidal
En el equipo de Vidal apuestan a conseguir un corte de boleta mínimo similar al de 2015. En la elección que la llevó a la Gobernación, Vidal se desmarcó de Macri y sumó un 7% más de votos: 39,4% contra los 32,9% de su jefe político. La apuesta es repetir ese escenario, aunque el contexto hoy sea muy distinto.
La idea es que la colectora de Alternativa Federal le permita a Vidal sumar esa diferencia y compensar así la pérdida de votos que la imagen negativa de Macri le restará en la elección. Hoy en las encuestas que manejan en La Plata, Vidal llega a un 40% de intención de voto sola, mientras que Macri sólo llega al 30% y no hay señales de que esa tendencia vaya a revertirse conforme se acerquen las elecciones.
La clave para la jugada de Vidal está en la decisión que tomará Massa: si seguirá dentro de Alternativa Federal o no. Incluso hoy trascendió que Vidal y Massa iban a reunirse esta tarde, antes de que la mandataria parta en gira a Colombia, aunque desde ambas partes negaron ese encuentro.