“A la medianoche tuve que ir a una guardia médica. Fui al hospital privado que suelo ir por mi prepaga (las que aumentan lindo) y solo atendía código rojo (riesgo de muerte). Fui a 2 privados más: las guardias cerradas por la noche y hablo de los ‘mejores’ hospitales de La Plata”.
Las palabras de la periodista Rosario Ayerdi narran su periplo del último fin de semana que tuvo final feliz: llegó a un hospital público, la atendieron, la diagnosticaron, le dieron medicación y a la madrugada pudo regresar a su casa. Pero esto está cada vez más lejos de ser una postal aislada.
El código rojo es un signo de lo que muy posiblemente vendrá y que hoy es incipiente. Guardias o sectores de clínicas que ya empiezan a priorizar a quién atender, o que cancelan atenciones. En tiempos donde las prepagas ya anunciaron aumentos del 40 al 50% en enero (cuando aún no estaba vigente el DNU pero hablando de una supuesta ‘retroactividad’) y se viene otro 30% en febrero, los servicios en centros privados empiezan a caer, y los copagos suben, aún a quienes pagan todos los meses su cobertura privada. Hoy hay pacientes con prepaga que deben abonar hasta más de 10.000 pesos por una consulta. Los copagos, que empezaron siendo una excepción post pandemia, ya son una realidad, aún teniendo prepaga.
En La Plata ya se vio lo del Código Rojo en los hospitales Rossi y Español. El Sanatorio Argentino no tuvo guardia días atrás, o el Ipensa tampoco tenía para chicos. La situación se repite en zonas del Gran Buenos Aires (sanatorios importantes de San Isidro están sin doctores para cubrir todas las operaciones). Y también en la Ciudad de Buenos Aires, donde el mayor inconveniente es la falta de suficiente personal. El problema se agudiza pasadas las 22 horas, sobre todo los fines de semana.
Registrados
La Asociación de Médicos de la Actividad Privada (AMAP) representa a todos los profesionales médicos que trabajan en el sector privado que se encuentran comprendidos en los diferentes convenios colectivos. Implica centros de atención médico con y sin internación. Si bien no tiene injerencia con honorarios de prestadores de las prepagas u obra sociales.
Su secretario gremial, el doctor Fernando Araneo, apunta: “Estamos en una realidad que nos preocupa. El principal trabajo de la AMAP es la cantidad de profesionales médicos no registrados que trabajan en la salud privada. En CABA se revirtió desde 2011, antes el 70% aproximadamente de los médicos estaban no registrados y hoy el 70% lo está. Pasando la General Paz se estima que el 90% de los médicos no está registrado en el ámbito privado”.
Y acota: “Por eso nos preocupa el DNU 70/23, ya que regulariza las formas laborales precarias, algo que desde la AMAP siempre venimos luchando, y está en ver la historia del trabajador médico”.
Admite la escasez del personal médico: “faltan cubrir vacantes en algunos centros, no están cubriendo las licencias por vacaciones. Es una realidad que cuesta conseguir personal médico por las malas condiciones de trabajo y la precarización y banalización que las empresas de salud hacen para con el profesional médico. Otro tema para abordar es que utilizan a los residentes (médicos en formación) para cubrir esos espacios, a costos bajos, mano de obra barata. Venimos tratando de que se comprenda que el residente es un trabajador más y debe tener los derechos como tal”.
Pacientes
“No nos extraña lo del Código Rojo, o situaciones de suspensiones de servicios o que falte personal. Los aumentos de las prepagas a sus afiliados en nada se traduce en aumento de honorarios a las médicas o los médicos. Ya venía habiendo una baja de profesionales de cartillas, y ahora muchísimo más. Al médico le conviene atender por su cuenta. Es muy dura la situación para todos, y los profesionales de la salud no están exentos”, comenta una fuente del sector privado de la salud.
Gran parte de las prepagas tienen clínicas propias (Swiss Medical, Medicus, Británico, Alemán). Las que no poseen consultorios suelen pagar más. En especial Osde. En enero 2024 los valores van desde 6000 pesos por consulta del Plan 2 210, 6500 el 310 y 7800 el 410, hasta 11.500 el 450 y 18.500 el 510.
Sin embargo, un problema es la fecha de cobro. Hay obras sociales que pagan de 1200 a 1500 por consulta de prestación (por ejemplo OSPERYH), pero en casi todos los casos se abona de 30 a 90 días, según cada empresa.
“Sanatorio Güemes no paga por paciente sino por hora, a veces se estira a los 90 días; Swiss Medical ha pagado a 5 meses la prestación, ahora anunció un aumento en los honorarios pero eso se verá reflejado recién en abril cuando te paguen con suerte lo facturado en enero. Con una inflación del 25% mensual terminan perjudicando al médico”, revela un médico del sector a este diario.
Y apunta que en su centro de salud “ya se empieza a notas en los pasillos que se ven bajas de clientes de las prepagas para pasar a su obra social de base, o se bajan del plan. Seguramente se vea más en febrero y marzo cuando tengan que sumarle los aumentos de las tarifas, la escuela y el transporte”.
Si algo no les faltará a las prepagas son ingresos: fueron el primer sector en anunciar aumentos post DNU, aún cuando el Decreto de Necesidad y Urgencia aún no estaba vigente. Uno de sus mayores exponentes es Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Entidades de Salud (UAS), quien admitió que las principales firmas se juntaron para pactar los aumentos. Su mano derecha, Miguel Carlos Blanco, fue designado por decreto por el presidente Javier Milei como nuevo titular de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), el organismo encargado del sistema de control interno del Estado.
Alquiler
Quizás no todos lo saben, pero hay prepagas que cobran alquiler a los médicos. Suelen cobrar los módulos de 4 horas. Es el caso de Swiss Medical que en la sede de Santa Fe y Pueyrredón puede llegar a llevarse más de la mitad de los 5000 pesos que se le paga al médico la consulta, en concepto de alquiler. Incluye el espacio y la secretaria.
En Galeno no cobran alquiler, pero tiene prestadores monotributistas. “Le facturo a Galeno para atenderle sus pacientes, un monto que está estimado según el plan, ronda entre los 2.500 y 4.000 pesos por paciente, más o menos”, explica a Tiempo un doctor que trabaja para Galeno.
“Otro ejemplo es el Sanatorio Güemes, que no te cobra alquiler, pero tenés que atender los pacientes de ellos. O sea, vos tenés que cumplir un horario, atender los pacientes que te ponen en el Sanatorio, de todas las 100 prestaciones que da, entre obras sociales y prepagas, y te paga por hora. Están en una relación encubierta, lo que coloquialmente referimos ‘en negro’, y ahí el pago ronda unos 4500 pesos la hora neta. Quien está en relación de dependencia tiene otra ventaja: si no te viene ningún paciente, vos lo cobrás igual; en el caso de las prestaciones, si el paciente no te viene, no te pagan”.
El problema de falta de servicios o precios excesivos para pacientes pronto se trasladará al sistema público, que se verá colapsado y asfixiado de gente, mientras habrá otro gran número de personas que preferirá no atenderse o no comprar medicamentos por falta de fondos. O priorizar a qué especialidad preferirá pagar para atenderse y a cuáles no, y qué remedios optará por comprar en detrimento del resto. Como en otras esferas cotidianas, parece que lo peor aún está por venir.
Carolina Ragazzon
15 January 2024 - 11:27
Pero somos "libres"!!! No es lo que se votó? La "LIBERTAD"?? ah, no se dieron cuenta que era la LIBERTAD de los ricos. Y bueno, todos nos moriremos. Ellos también. Con una pequeña diferencia: nosotros laburamos y los mantenemos, pero no podemos acceder a servicios de salud. Ellos (LA CASTA) son mantenidos, hacen como que trabajan, y van a usar TODO. vivirán algo más, pero no serán eternos aunque se la quieran creer.