El periodismo no está en crisis, lo que cruje es el modelo de negocio que hasta ahora lo sostuvo. Esa es la idea que sobrevoló los distintos espacios de la Ciudad Cultural Konex que desde el jueves hasta ayer desbordaron de computadoras, tabletas y celulares. Allí se reunieron tanto periodistas cansados de condicionar su oficio por los intereses de las patronales, como programadores y tecnófilos que quieren ayudar a cambiar las cosas. Todos forman parte del capítulo argentino de Hacks/Hackers, una red internacional que plantea la necesidad de «reiniciar el periodismo» y que parte de una certeza: sólo será posible potenciando esa alianza.
Ojo Público es el primer sitio de investigación periodística digital de Perú. Nació en 2014 por iniciativa de cuatro periodistas de diarios masivos que se inspiraron en un Foro sobre Periodismo de Investigación realizado en Brasil y en una edición porteña de Hacks/Hackers realizada en Buenos Aires. La sucesión de eventos tuvo mucho que ver: en el segundo encuentro vieron todo lo que al primero le había faltado. «Hoy el periodismo no son sólo contenidos, sino llegar a la audiencia», resume Oscar Castilla, premiado investigador y director del portal.
Lo siguiente fue armar el capítulo de Hacks/Hackers en Perú y, a través de esa red, hicieron los vínculos con los programadores que hasta hoy desarrollaron todas sus herramientas online. «No hay forma de trabajar sin ellos», cuenta Castilla a Tiempo. «Nosotros hacíamos las notas pero no sabíamos cómo llegar al público. Ellos, por otra parte, se alimentaron de la mística del oficio y de la influencia positiva que generan los contenidos producidos. Así perciben un valor agregado que en otras áreas de trabajo donde se demanda programación y matemática no hay», explica.
Esa alianza estratégica es también una de las claves de su estructura. Ojo Público es una ONG que se financia en un 40% de las herramientas tecnológicas que desarrollan y venden a terceros. «Como no hay mucho desarrollo en el área informativa, nosotros lo hacemos. Pero ofrecemos la estructura, no hacemos contenidos para otros», aclara.
El 60% del financiamiento restante proviene de cooperación internacional, un área que alimenta a muchos de los sitios latinoamericanos que avanzan en el denominado «periodismo sin fines de lucro». Entre ellos están La Silla Vacía (Colombia), Agencia Pública (Brasil) o Animal Político (México). Según Castilla, el modelo les da independencia y no les hace perder influencia a pesar de ser apenas nueve periodistas en la redacción y tener presencia sólo digital. «Todas nuestras investigaciones son replicadas en los medios masivos porque hacen mucho ruido», explica.
Periodismo a pesar de todo
«En nuestro caso, son los lectores los que nos garantizan la independencia», explica Esther Alonso, directora de Marketing y Desarrollo de eldiario.es, el medio español que cambió el paradigma entre los nativos digitales. Su modelo de negocio, que inspiró al de Tiempo en esta etapa autogestionada, se sostiene en el aporte de un grupo de lectores interesados en el periodismo independiente que aportan cinco euros mensuales (88 pesos) y se transforman en socios, lo que les da una serie de beneficios. Así lograron pasar de una decena de periodistas amontonados en una oficina en 2012 a más de 70 sólo en la oficina de Madrid en 2016, sin un solo aporte adicional al que los propios miembros fundadores habían hecho.
Hoy los 19 mil socios aportan el 40% de los ingresos del medio y, con eso, «ningún anunciante individualmente tiene peso para generar compromiso editorial». Lo valioso, añade Alonso, «es que en las encuestas los socios nos dicen que no aportan por los beneficios, sino que les interesa apoyar el periodismo y hacerse cómplices». Así se entiende que la tasa de desafiliación sea menor al 2% anual.
Su sustento, entonces, son los contenidos. Aquellos que los han llevado a acumular cinco millones de visitantes únicos al mes y que hoy los posicionan entre los diez medios españoles más leídos y en el top tres entre los nativos digitales (compitiendo aún con los «agregadores de contenido» que anteponen los clicks a la calidad).
En febrero de este año, el programa de Google para innovación en medios premió a eldiario.es por su modelo de socios. El lauro, sin embargo, no será invertido exclusivamente en ellos, sino en mejorar la experiencia de lectura de los lectores que acceden sin pagar. Sólo de ese modo, explica Alonso, el lector se convence de que vale la pena comprometerse y apoyar un proyecto de estas características.
Alonso cuenta su estrategia de marketing sin temor a la crítica superficial: su equipo analiza la audiencia constantemente y trabaja con los periodistas para entender «cómo funcionan mejor las notas». Claro que, añade, la «línea roja» es el periodismo. «No es una competencia por clicks, sino el desafío de entender qué hace que la gente lea la información que a nosotros nos parece relevante.»
Esos detalles del modelo de negocio, que las empresas tradicionales de prensa siempre han procurado mantener en la oscuridad, se cuentan a viva voz en el encuentro de Hacks/Hackers. Porque ya no se puede hacer periodismo como antes. Este es otro Tiempo. «
Desde Rusia: grandes temas y naipes
Ivan Kolpakov trabajaba en el diario independiente más grande de Rusia y el quinto en ventas de Europa hasta hace dos años, cuando un cambio de dueños terminó con el jefe de redacción y buena parte del equipo periodístico. Entonces consiguió un par de inversores y con 14 compañeros decidieron continuar por su cuenta en la Web. Meduza, el medio que crearon hace 20 meses, tiene hoy 5,7 millones de usuarios únicos por mes y 40 empleados. De ellos sólo la mitad son periodistas, diez son programadores y otros diez diseñadores o administrativos. Tomamos algunas decisiones clave, cuenta Kolpakov en un prolijo inglés: Hacer menos (no teníamos que cubrir todos los temas sino los más relevantes); privilegiar los hechos a las opiniones; explicar los grandes temas; y preparar contenidos para cada plataforma de distribución posible. El último punto importante en su agenda, señala, es combatir el aburrimiento. Todos los días en Rusia se consumen noticias malas que generan apatía en la población, al punto de que la gente deja de leer. Nosotros pensamos que tenemos que ayudarlos a sobrevivir y no ser tan serios, cuenta para introducir los juegos políticos que aparecen en su web. El último de ellos es House of Cards, un juego de naipes virtual lanzado al mismo tiempo que se estrenó la última temporada de la serie homónima. En el juego, cada carta representa un jefe de Estado que tiene el valor equivalente al porcentaje de votos logrado en su última elección. Se juega a una mano de tres cartas cada uno, y quien gana cada enfrentamiento suma un punto.
Quinto encuentro de una red con 7000 miembros
Permítanme que saque una foto antes de hablar, o no me van a creer en Australia que se juntó tanta gente para escucharme, pidió al auditorio Charis Palmer, oradora y directora de Estrategia Digital de The Conversation. Más de mil personas participaron el jueves del primer día de la Media Party de Hacks/Hackers realizada en la Ciudad Cultural Konex. El número bajó los dos días siguientes pero, aun así, se mantuvo como el encuentro más populoso de la red de programadores y periodistas. Este fue el quinto encuentro organizado por el capítulo local de Hacks/Hackers en igual cantidad de años. La Argentina es el país que tiene la comunidad más grande de la red con 7000 integrantes.