Mientras el Gobierno de la Ciudad vuelve a mostrar su urgencia por la vuelta presencial a clases, el Gobierno nacional ya piensa en el comienzo del ciclo lectivo 2021, y lo hace junto a la Cámara de Diputados, estudiando los diferentes escenarios que podría entregar la pandemia en cada distrito y pensando en un acompañamiento integral de los estudiantes.
El Ministerio de Educación convocó en la semana nuevamente al Consejo Federal (CFE) para fijar criterios de cara a un comienzo «seguro» del nuevo año escolar en todos los niveles y modalidades, con la presencia de ministros de las 24 jurisdicciones, legisladores, representantes de universidades y de los gremios con representación nacional. El encuentro prometía fuertes cruces entre el ministro Nicolás Trotta y su par de Ciudad, Soledad Acuña, luego de las declaraciones mediáticas de la funcionaria que responde a Horacio Rodríguez Larreta en las que anunció que la Ciudad iniciará el ciclo lectivo 2021 el 17 de febrero, dos semanas antes del comienzo formal. Esas declaraciones sólo quedaron en los medios afines. Acuña en ningún momento lo manifestó delante de Trotta ni del resto de los 23 titulares de las carteras educativas.
“Un punto que queremos trabajar es cómo fortalecer el programa Acompañar, para revincular y contener a los estudiantes que han tenido baja o nula continuidad pedagógica”, señaló el ministro nacional, con la idea de crear una base federal de alumnos e identificar aquellos desvinculados del sistema educativo y orientar políticas específicas para ellos. El CFE también aprobó los 180 días de clases obligatorios, pero el inicio y la finalización serán establecidos por cada jurisdicción, bajo tres modalidades: presencial, no presencial y combinada, teniendo en cuenta la situación sanitaria que atraviesen.
“Más allá de la voluntad política, hay que ver lo que indica la realidad de cada establecimiento. Realizamos un relevamiento en el 50% de las escuelas de todo el país, y la mayoría no está en condiciones de recibir alumnos”, explicó a Tiempo el titular de la Unión de Docentes Argentinos (UDA), Sergio Romero. “Muchas son de CABA, por eso lo primero que hay que hacer antes de hablar del retorno es solucionar el tema de la infraestructura”. Falta de agua potable, baños rotos, filtraciones, problemas con pozos cloacales y carencia de limpieza en tanques de agua, son algunas de las falencias descriptas. “Otros de los temas que planteamos es la apertura de paritarias y un fuerte respeto a las condiciones de trabajo. Si se cumplen estos tres puntos, hay chances de presencialidad”, acotó.
Ninguno de esos pedidos fue contemplado por Acuña, cuando el viernes sumó otra acción separada del resto de sus colegas, con el anuncio de que el gobierno porteño habilitaba el regreso a los colegios a partir ya de este lunes, desde maternal hasta adultos, lo que generó un sinfín de cruces entre padres, docentes, direcciones e inspecciones. Nadie entendía por qué nadie había sido citado antes del anuncio, realizado de nuevo a través de medios afines y redes sociales, sin contacto con las partes. Cada institución, apuntaron desde el Ejecutivo de CABA, será la que establezca de forma gradual el modo de regreso en función de sus características.
Los gremios no sólo hicieron hincapié en la desprolijidad del anuncio, y en el peligro de un virus que aún no se fue. También enfatizaron en que en estos ocho meses no se hizo ningún trabajo de mejoras en las escuelas ni de adaptación preventiva al escenario pandémico. «Larreta y Acuña hacen anuncios que son un fraude. Interrumpen la continuidad pedagógica asediando a docentes y familias con burbujas imaginarias», apuntó Eduardo López, secretario de UTE–CTERA, en referencia a la modalidad anunciada de instalar «burbujas» simbólicas de hasta ocho niños en salas de 3 y 4, y de hasta 10 en primario y secundario, sin dar mayores detalles. «Insisten con el marketing, banalizan la educación y ponen en riesgo la salud», agregó.
En tanto, el oficialismo presentó en Diputados un proyecto de ley para fortalecer las trayectorias educativas afectadas por la emergencia sanitaria, que incluye un programa coordinado con las 24 jurisdicciones de acompañamiento, para después de la vacuna y la baja de casos.
“Nadie tiene definido el horizonte de cuándo arranca la pospandemia, cómo y en qué condiciones los chicos se van a ir reintegrando”, advirtió a este diario la diputada nacional Blanca Osuna (FdT), que preside la Comisión de Educación. El objetivo es lograr una atención integral de las problemáticas educativas relacionadas con factores sanitarios, sociales, culturales, económicos, geográficos y pedagógicos, profundizadas por la emergencia sanitaria; promover la continuidad de la trayectoria escolar y garantizar la finalización de los estudios. «