Se estrena Ciudad Oculta, que por esas cosas de las autorías corresponde adjudicar a Francisco Bouzas, pero que tiene una elaboración colectiva, que como tal tiene un tiempo, un origen, una maduración y resultados diversos. Entre otros el que quedó registrado, un fantástico con momentos de alta emocionalidad, mezclados con otros lúgubres y con el siempre presente ritmo de las murgas con sus cuerpos expresándose en su singular comunicación.

“Todo empezó en el 2012 que llego a Ciudad Oculta por una invitación de un grupo de amigos que está acompañando a un grupo de adolescentes del barrio armar una murga -racconta Bouzas-. Había algo que me parecía muy potente: un grupo adolescente de un barrio como la Oculta querían armar una murga de forma autogestiva y totalmente horizontal, que al fin y al cabo es un grupo de expresión artística colectiva. Me parecía que era una forma de juventud de los barrios que no trascendía, generalmente la juventud de los barrios estaba retratada con otras desde otro lugar o con otros adjetivos. Y un poco me invitaron al principio para sacar unas fotos y después esa foto se transformaron en un corto (Los locos no se ocultan, 2015) y empecé a meterme en la murga también y ahí un poco que empezó. Además del tiempo compartido en la murga, desarrollamos distintas películas.” Entre ellas, La cuarta dimensión (2018), premiada en el 20 Bafici y que hoy se puede ver gratis en YouTube. 


En 2017 apareció Todo lo cercano se aleja, “un registro de ficción con la idea de los sueños y los muertos que aparecen en los sueños y deambulan por el barrio; ahí fue la primera vez que nos acercamos a trabajar en la idea de la película de Ciudad Oculta”. Que cuenta que debajo hay otra ciudad donde habitan los muertos, donde deberá dirigirse Jonás, uno de los protagonistas, luego del asesinato del joven futbolista Iki Dosantos, su amigo con que el sueña recurrentemente. De esa de 2017 también quedó plasmado el equipo de producción, del que también saldría el elenco de todas “las películas: siempre es el mismo”.  

“A través de una vivencia personal de uno de los chicos que venía al principio de la murga, que falleció, surgió un poco la necesidad de hablar también de la proximidad a la muerte a la cual están expuestos un montón de jóvenes en los barrios. Y tratar también de acercarnos a este tema sin perder como lo la posibilidad de hacer una fábula o contar una historia con los condimentos fantásticos que tiene el carnaval.”

Ciudad Oculta.

De ahí que en Ciudad Oculta todo sea tan natural y fresco, desde los diálogos a las escenas, pasando por los registros, las perspectivas y los encuadres, que dan la sensación de que todos hubieran nacido en el mismo barrio, cuando está claro que Bouzas viene de afuera y no comparte el origen social de esos pibes y pibas. “Son relaciones de mucho conocimiento entre nosotros, de mucho tiempo y de colaboración muy larga. Entonces la confianza o la familiaridad con el ambiente de trabajo; no sé, en el barrio nos conocen mucho por la murga, entonces como que hay como ya una sensación de confianza muy como muy grande y también hicimos mucho hincapié de tratar de no sabotear la situación más de familiaridad que tenemos nosotros ahí en el barrio y presenta la murga. Los rodajes eran muy tranquilos, no era como algunos que parecen extraterrestres, que caen con camiones y se modifica toda la dinámica. Todo parecía como un día más en el barrio.”

Ese lazo que Bouzas construyó y tan bien se ve reflejado en la película, implicó romper otros: el que el cine genera con quienes lo hacen, por lo general personas de las clases medias, muchas veces puestas a representar miradas y sentires de un sector social al que no pertenecen. “Hoy tengo 35 años, arranqué a los 18 trabajando como técnico de cine y la verdad que nunca me planteé hacer películas hasta que empecé con todo el proceso este con la murga. Y prácticamente todas las películas que hice están relacionadas a este mismo grupo y con este mismo elenco. Es lo que me interesa. Hay cosas que no me interesan como salir a hacer un casting para buscar actores o pensar, no sé, ideas: es como que toda mi idea de cine se formó en base a esto. Había algo que nos enseñaban bastante en la facultad es la idea -yo venía más relacionado al documental- de que para retratar bien un mundo tenías que tener una distancia y cierta objetividad que te permita tener como una mejor visión general de aquello que estás queriendo retratar. Y la verdad es que era algo de lo cual me quise alejar en todo momento. Y opté por un camino totalmente contrario: tratar de vivir lo más posible aquello con lo cual me voy a relacionar y tener un compromiso afectivo lo más genuino posible con las personas con las que voy a trabajar. Para mí no era cosa de llegar, hacer un corto y después decir: mirá, hice un corto sobre una murga en una villa. Me parecía que era un camino como bastante fácil y predecible. Y me parecía también que cinematográficamente es importante tener otro comportamiento a la hora de acercarnos a otra realidad. No ser tan extractivistas de ir, sacar nuestra película y no volver nunca más, sino estar más flexibles, disponibles, más frágiles a lo que puede suceder y encontrarse, al menos como en mi caso, con uno de los grupos no sé que hoy en día forma parte de mi vida: un grupo de amigos y de colaboración artística muy fuerte.” 

Francisco Bouzas.

-Estás para teorizar en la academia.

-No, no, no (dice entre risas). Es difícil. Por ejemplo, plantear hacer una película como Ciudad Oculta, en cómo se filmó y en la forma que tuvimos de producirla, sin haber estado diez años antes yendo regularmente, participando de la murga del barrio -que además a partir de la murga armamos una agrupación cultural que se llama Cultura Oculta con la que hicimos un montón de festivales y otras tareas y ahora estamos construyendo un Centro Cultural- probablemente hubiera salido una película sin muchas de las cosas que hoy está rescatando mucha gente de la película.

Ciudad Oculta

Dirección: Francisco Bouzas. Elenco: César Languidey, Ezequiel Martino Dosantos, Belen Ramirez, Nelson Pereira, Liz Lovera y Fernando Gonzalez. Estreno 16 de mayo, Cine Gaumont (hasta el miércoles 22 en tres horarios) y ocho salas en todo el país.