Las callecitas de Buenos Aires tienen cada vez menos ese no sé qué. Y amontonan, por el contrario, armatostes bien concretos. Los negociados del Gobierno de la Ciudad y sus empresas amigas vienen transformando las arterias capitalinas. Primero fueron las peatonalizaciones con sobreprecios y los «palitos amarillos», luego la invasión de los bolardos y, más recientemente, los semáforos para peatones «distraídos». Ahora, un nuevo elemento inunda la fisonomía urbana: las enormes macetas de hormigón, que se multiplicaron en los últimos meses. La última licitación del rubro revela números exorbitantes. En julio, el Ejecutivo a cargo de Horacio Rodríguez Larreta aprobó la compra de 624 macetas a una firma muy cercana a su gobierno, Vivero Cuculo SRL, por 9,7 millones. Cada maceta costó 15.610 pesos.
«MB1 Provisión e Instalación de Macetas para Intervenciones en Ochavas» se denomina la Licitación Pública N° 873/SIGAF/2017, del 12 de julio pasado, que estipula la compra de 624 macetas de hormigón armado. El valor total asciende a $ 9.741.001. Desde la Ciudad argumentan que las macetas tienen «el objeto de mejorar la circulación vehicular y peatonal del área, priorizando la optimización de las condiciones de movilidad de los ciudadanos, mejorando así la seguridad vial y la circulación», a pesar de que su gran tamaño y su ubicación podrían incrementar la posibilidad de accidentes. «A través del diseño geométrico, se propicia persuadir a los conductores de reducir la velocidad de circulación, creando así una conciencia de responsabilidad y prudencia con respecto a las maniobras que realicen. Asimismo, se estima un impacto directo en lo referente al estacionamiento y detención de vehículos, toda vez que la instalación de macetas en las ochavas no permitirá a los conductores detenerse allí; lo cual redundará en una mejora para el tránsito de los peatones», agregan. Las macetas de mayor porte tienen 90 centímetros de altura y un metro de diámetro. El proyecto incluye la provisión, transporte, colocación y fijación de las macetas, con vegetación y material orgánico, en 52 ochavas porteñas. Vivero Cuculo no fabrica las macetas. Las más de 1200 ya colocadas en esquinas de la ciudad las hizo la empresa mendocina Cimalco, especializada en premoldeados de hormigón. «No son simples. La grande se hace vibrando el hormigón, es más compactada y antivandálica: resiste golpes y tiene pintura antigraffiti», explica Emma Zuccardi, directiva de Cimalco. El Gobierno de la Ciudad los instó a ser proveedores del Estado porteño, desde que les compraron las primeras hace poco más de tres años, pero en la última licitación agregaron el rellenado de las macetas, con plantas incluidas. «Así que no nos podemos presentar, no es nuestra especialidad», explica Emma. Cuculo, entonces, se las compra a 6500 pesos más IVA cada una, mientras cobra en la licitación más de 15 mil la unidad. «El mayor costo de la licitación se lo lleva la fabricación de las macetas, que es lo nuestro acotan desde Cimalco. Indudablemente, al Estado le saldría más barato comprar directamente los insumos». Claro, Cuculo aporta el mantenimiento por un año, un período muy acotado para este tipo de mobiliario urbano. Y aunque la Ciudad tiene una Subsecretaría de Mantenimiento del Espacio Público y otra de Higiene Urbana, ambas con personal especializado, en este caso optan por tercerizar el servicio. Podas especializadas, construcción de espacios verdes, venta de tierra fértil, son algunos de los servicios que ofrece Vivero Cuculo. La empresa familiar existe desde hace 30 años. Desde 2012 ya obtuvo más de 35 millones de pesos en contratos de obra pública en la Ciudad. Es la misma firma que montó los polémicos «jardines verticales» en puentes sobre el ferrocarril Sarmiento, en Caballito, por 8 millones de pesos, criticado por los vecinos por su alto costo y escasa funcionalidad. El 22 de abril último, Cuculo sumó 1.800.000 pesos más para construir caniles en el Parque Tres de Febrero. La reciente licitación de los macetones estuvo a cargo del subsecretario de Tránsito y Transporte, Esteban Galuzzi, del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, cartera que, como informó este diario, pagó sobreprecios en 44 de las últimas 55 licitaciones. «
En el centro, colgantes
Otras macetas polémicas son las adquiridas en 2016 por la Dirección General de Mantenimiento del Espacio Público Comunal, a través de la Licitación Pública N° 9603-1463 para «la instalación y provisión de mil macetas ornamentales colgantes dobles con vegetación floral en las calles semipeatonales del micro y macrocentro», por $ 6,6 millones. Dinamic Group Service SA fue desestimada por «no cumplir con los requerimientos establecidos en los pliegos». Y la ganadora fue Ambientación y Paisajismo, Obras y Servicios SA, que obtuvo 6600 pesos por maceta. Según un artículo de la revista Qué, la empresa beneficiada fue creada en 2006 por Santiago Héctor Carlos Kelly del Moral, «acusado por crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura en Entre Ríos, y que además estuvo prófugo», hasta ser detenido en 2010. También fue una de las firmas responsables del Programa de Saneamiento Integral de Villas, incumplido hasta hoy.