El programa “Cine en cárceles”, que depende del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), es uno de los tantos afectados por las medidas que se publicaron este lunes en el Boletín Oficial. Bajo una resolución titulada “Suspensión de erogaciones económicas en el marco de racionalización de recursos”, se estableció la interrupción de fondos y aportes económicos destinados al Instituto.
La serie de medidas de recorte presupuestario en la entidad que hoy preside el economista Carlos Luis Pirovano incluye la no renovación de contratos de personal monotributista que vencen el 31 de marzo (alrededor de 170 trabajadores), la “imposibilidad” de realizar nuevas contrataciones bajo la misma modalidad, el cese de pago de horas extra a los empleados, la eliminación de gastos adicionales en concepto de seguridad en todos los edificios del Instituto, la suspensión de los viajes del personal, los gastos de telefonía celular, la compra de comida y el pago de viáticos.
Estas medidas implican una parálisis en el fomento y la difusión del cine argentino. Algunas de las iniciativas que el organismo lleva adelante incluyen las plataformas cine.ar y cine.ar Play (cuyo cierre inminente fue anunciado por el gobierno), setenta salas de Espacios INCAA (el cine Gaumont, tal vez una de las salas más conocidas, sería vendido al sector privado, según comunicó el oficialismo), festivales emblemáticos como el de Mar del Plata y programas específicos que se desarrollan a lo largo de todo el país, entre los que se cuentan “Cinemóvil”, “Museos de película”, “Las escuelas van al cine” y “Cine en cárceles”.
Con el paquete de medidas que firmó Pirovano en el Boletín Oficial, la continuidad de estas actividades se encuentra en riesgo.
«Cine en cárceles» y los recortes
En diálogo con Tiempo Argentino, Camilo Moreira Biurra, responsable del programa “Cine en cárceles”, expresó: “La suspensión de los viáticos, de las comisiones (lo que significa que no tenemos cobertura de ART para trabajar fuera del INCAA) y de los gastos de combustible no nos permite trasladarnos a los territorios. Nosotros trabajamos en contextos de encierro en unidades y alcaldías de todo el país (ndr: Rawson, Bariloche, Jujuy, Tierra del Fuego, Misiones, Trelew, La Plata, Marcos Paz, Ezeiza y Chapadmalal son algunos de los lugares que visitaron). Esto nos impide ir a las cárceles, lo que limita el desarrollo de nuestra actividad cotidiana”.
“Cine en cárceles” funciona desde el año 2017 con el objetivo de garantizar el derecho a la cultura de las personas privadas de su libertad. “Sólo tienen restringido el derecho ambulatorio, por lo que deberían poder gozar del resto de los derechos en plenitud”, apunta Biurra. Además de proyectar películas en penales, el programa genera actividades de formación e intercambios entre los directores y actores de la industria audiovisual y las personas detenidas.
La conexión con personas que desarrollan sus actividades extramuros y el acceso a diversas historias de vida brindan a los detenidos “un impulso de creación de posibles futuros fuera del ideario de la marginalidad”, indican desde el proyecto.
En Argentina, recuerda Biurra, no existe la cadena perpetua. “Eso significa que en algún momento van a salir y la pregunta que tenemos que hacernos es cómo queremos que salgan. El programa apunta a brindarles herramientas para su tránsito en los contextos de encierro y también para el futuro. Entendemos a la cultura desde una dimensión amplia. En el caso del cine, esto implica tanto poder gozar de una película así como también ser parte de ella a través de la reflexión, en un proceso en donde se va resignificando la obra audiovisual”, dijo.
«Cine en cárceles», películas en contextos de encierro
Uno de los trabajos centrales del programa “Cine en cárceles” tiene que ver con la instancia previa a la exhibición: la curaduría. “Proyectar una película en contextos de encierro implica una gran responsabilidad. Estamos hablando, en la mayoría de los casos, de una población que proviene de sectores vulnerables, con historias de vida singulares. Hay ciertas problemáticas que a veces abordan las películas que pueden generar reacciones totalmente alejadas de los objetivos que nos proponemos con el programa”, afirmó.
“Más que nada – continuó – porque no siempre se cuenta en los penales con contención psicológica”.
“Pensamos en películas que puedan actuar como disparadoras para poner en discusión determinadas problemáticas y la verdad es que el cine es una herramienta maravillosa porque es un arte multidisciplinario como ninguno. Dentro del cine podemos encontrar la literatura, la fotografía, el teatro, la música, las artes plásticas y siempre por algún lado le llega al espectador”, agregó y contó que en muchos casos las personas detenidas tienen la oportunidad de ver una película proyectada en una pantalla grande por primera vez en sus vidas dentro del contexto de encierro.
La experiencia de ver una obra audiovisual como si estuvieran en el cine genera fascinación tanto en las personas privadas de su libertad como en los artistas que asisten para conversar sobre sus películas.
El programa «Cine en cárceles» y la experiencia en penales
El director de cine y guionista Demian Rugna, creador de la multipremiada Cuando acecha la maldad, expresó a este diario: “Tuve diversas experiencias en penales y siempre sentí que llevábamos un poco de luz a lugares oscuros. Lo entendía como un puente para que los que están cumpliendo pena conecten con la cultura, que tengan espacio para reflexionar junto a los artistas. No creo haberlo hecho sólo por ellos, sino por toda la sociedad”, dijo.
El año pasado se proyectó el documental Chacarera, dirigido por Miguel Miño y producido por Peteco Carabajal. Después de la exhibición, además de realizar una charla, el compositor cantó canciones de su repertorio en un espectáculo del que participó una pareja de bailarines de La compañía «chacarera y liberación».
Al finalizar, Carabajal dijo: “Estas son inyecciones de emoción, que vienen bien, que hacen que uno ponga los pies sobre la tierra, te brindan un poco de realidad dura, y estoy feliz por devolver un poco de alegría a quien lo necesita”.
Movilización por el cine argentino
Este jueves 14 de marzo a las 17 horas los trabajadores de ATE INCAA organizan una acción cultural federal con conferencia de prensa. Marchan por la reincorporación de los despedidos en el instituto, la defensa de los festivales federales, los espacios Incaa y las Escuelas de Cine, y exigen que la TV y las plataformas del instituto sigan abiertas. La movilización tendrá su epicentro en los siguientes puntos:
- CABA: A las 17, Cine Gaumont (Rivadavia 1635)
- CÓRDOBA: A las 17. Espacio INCAA Cine Arte Córdoba (27 de abril 275)
- ROSARIO: frente a Plataforma Lavardén, ENERC y EPCTV