Hay quienes dicen que Jorge Macri es el mejor alumno de Javier Milei, porque ajusta tanto en Educación y Salud como el presidente libertario. Quienes proclaman esa afirmación es porque, quizá, todavía no saben que desde hace 18 años la Ciudad de Buenos Aires viene ejecutando una transferencia de recursos del sector público al sector privado, tanto en materia educativa como sanitaria. La pregunta sería entonces: ¿quién es el alumno?

En las últimas horas, familias que integran la comunidad educativa porteña resisten el cierre de al menos otros dos jardines de infantes de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata del Jardín de Infantes Nucleado A DE 06, perteneciente a la Escuela Primaria Nº 01 DE 06; y del Jardín JIN C de la Escuela 20 DE 8 anexado a la Escuela primaria N° 20 Eloy Fernández Alonso.

La mala costumbre del cierre de escuelas

De concretarse estas clausuras, se sumarían al cierre de otros dos jardines de infantes que el GCBA tiene en agenda para este año y que fueron anunciados en este medio. Se trata del Jardín de Infantes Nucleado JIN B del DE 6 del barrio de Almagro; y del JIN A DE 5; donde asisten niños y niñas de 1 a 5 años tanto en jornada simple como completa.

cierre de jardínes de infantes

“Respecto al JIN A DE 6 se habla de cierre hace mucho tiempo, la peor parte llegó en 2024 cuando no abrieron la inscripción para la sala de 4 años, y a los niños que ya estaban les dijeron que no iba a haber sala de 5 y comenzaron las migraciones. Regresamos en febrero sin saber lo que iba a pasar y se suprimieron los cargos de las salas de 4 años, los cuales dejaron una docente en disponibilidad y 2 suplentes cesadas”, explicó a Tiempo una docente de esa escuela que pidió mantener el anonimato por temor a represalias.

El resto de las docentes están a la espera de la resolución del cierre total, la cual implica un total de cinco docentes que pasarían a disponibilidad y dos docentes suplentes más que cesarán en sus cargos. Desde el GCBA argumentan que estos cierren se deben a la baja matrícula de estudiantes inscriptos. “Lejos estuvo desde el ministerio fomentar el acrecentamiento de la matrícula, o pensar en alguna opción que conserve los puestos de trabajo de las docentes, como por ejemplo, transformarlo en jornada completa y ofrecer lo que les sirva a las familias”, agregó la docente.

En el barrio de Boedo se encuentra la Escuela Primaria N° 20 DE 8 Eloy Fernández Alonso, que tiene anexado el jardín de Infantes Nucleado JIN C, otras de las Escuelas Infantiles que resiste el cierre definitivo.

Belén González tiene un hijo de cinco años que asiste a ese jardín y denuncia que el cierre del mismo traerá graves consecuencias, no solo para la organización de decenas de familias sino ante la imposibilidad de conseguir vacantes. “En cuanto a la organización es complicado por el hecho de que los dos hermanos más grandes de Santiago van a primaria en la misma escuela, entonces el cierre me complicaría muchísimo porque, bueno, tengo que llevar a los hermanos más grandes a primaria, después llevarlo a Santiago a otro lado. Y a la salida es peor, porque son 15 minutos de diferencia para ir y llegar a otro lugar”, explicó a este medio.

Belén agregó un dato real: en ese barrio no hay jardines de infantes cercanos al JIN C. “Va a ser muy difícil conseguir una vacante cercana. Esto mismo está pasando en un jardín que tenemos a cinco cuadras, que es anexo de esta escuela también, por lo cual no sé qué solución nos daría al darnos una vacante”, agregó la mamá de Santiago.

En ese sentido, Vanesa, otra mamá del Jardín C de Boedo, manifestó a este medio que “a principio de año ya nos habían informado las maestras que el jardín corría peligro de cierre por el tema de que son pocos niños. Desde el Gobierno dicen que no hubo inscripciones y este año la sala de tres directamente no se abrió, y la sala de cuatro y cinco las agruparon en una sola”, detalló. Esta fusión y cierre parcial del JIN C ya provocará el despido automático de una docente titular que primero fue suspendida y luego pasada a disposición.

“Las familias estuvimos viendo las posibles soluciones que podría haber para que la maestra no estuviera sin trabajo, y entre todos pudimos entender que la mejor opción era pasar de jornada simple, a jornada completa y sumar la mañana con la tarde. De esta manera pasarían a ser más alumnos y ninguna maestra quedaría fuera de la institución para trabajar”, explicó Vanesa.