Esta es una historia de años. Pero dio que hablar hace unos días a partir de una publicación en X del periodista Hernán Panessi. Mostró imágenes del proceso de restauración del edificio de la Società Unione Operai Italiani, un ícono del art noveau en el centro porteño, que atesora un pasado rimbombante y un futuro controversial: será sede central de la Cienciología en Argentina.

Esta creencia religiosa, famosa por tener entre sus miembros a celebridades de Hollywood como Tom Cruise y John Travolta, fue blanco de acusaciones diversas que la señalan como una secta, y a la vez está formalmente reconocida en muchas partes del mundo. A nivel local, fue reconocida por la Secretaría de Culto en 2008. Ya tiene una sede en el país: funciona en Ayacucho al 1000. Pero va por más. A tono con estos tiempos.

Desde 2011 es dueña del edificio de Sarmiento 1364, una construcción de la década de 1880 por cuyo salón de actos pasaron desde Julio Argentino Roca hasta Juan Domingo Perón. Albergó tanto la primera escuela laica para mujeres de la colectividad italiana como una bailanta, ya en los ’90.

“Es uno de los monumentos más representativos de la historia y de la cultura de los italianos en la República Argentina”, según la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, que tiene incidencia sobre el inmueble desde 2022, cuando fue declarado Monumento Histórico Nacional.

La Cienciología, un edificio histórico y un proceso conflictivo

En diciembre de 2013 hubo concierto y cena para la presentación oficial de la nueva sede de Scientology Argentina (así, en inglés, la nombran quienes la integran). Entre una variada lista de invitados se vio al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg. Por entonces, se decía que la inauguración oficial sería en 2015. Después empezaron las postergaciones.

“Desde 2011 lo tenemos y ya estaba destruido. No se pudo empezar la obra hasta 2023, porque el proyecto definitivo la iglesia lo presenta en 2017 y tardaron cinco años hasta darnos permisos, con pandemia en el medio”, repasa Gustavo Libardi, presidente de la Cienciología en el país. “Hubo que comenzarlo de nuevo el edificio. Porque la estructura es la que estaba en malas condiciones, no era pintar una pared. Antes de diciembre de 2026 es imposible que esté terminado”, anuncia a Tiempo.

Según dijo a este diario la Secretaría de Desarrollo Urbano de CABA, “durante los primeros años (que la Cienciología tuvo al edificio) hubo bastante controversia porque lo dejaron caer mucho (…) Ahora es positivo, pero durante varios años hubo conflicto porque el edificio lo tenían mal, habían empezado en un momento a hacer reformas que no tenían permitidas. Se les pararon las obras. Fue conflictivo el proceso pero ahora finalmente la obra fue autorizada porque viene de algún modo a subsanar todo el maltrato que tuvo el edificio cuando lo compraron”.

La libertad avanza

Claro que no sólo el aspecto edilicio está signado por la controversia. Para Libardi, el avance de la nueva sede “tiene que ver con el desarrollo mundial de la iglesia. Hoy, excepto en algunos países donde las libertades están sumamente cuestionadas, está en todo el mundo. La expansión es muy fuerte. A pesar de las tonteras que se dicen de nosotros. Son todas estupideces acerca de que es una secta, lava el cerebro, bla bla. Es lo que pasa con todas las religiones, cuatro o cinco apóstatas que hemos echado por hacer lo que dicen que nosotros hacemos”.

Las ‘tonteras’ y los ‘cuatro o cinco apóstatas’ dieron lugar a causas judiciales, libros y documentales con denuncias –por abusos económicos y de otro tipo– hacia esta iglesia o algunos de sus miembros. En 2012, por caso, se confirmó una condena en Francia por “fraude organizado” contra los dos principales centros cienciológicos locales, por “el uso sistemático de tests de personalidad sin valor científico, con el único objetivo de vender servicios y productos”. Se impuso una multa de 600 mil euros, pero no se prohibió su funcionamiento en ese país.

El año pasado, sir ir más lejos, llamó la atención la flamante sede cienciológica en Saint-Denis, Francia, donde se instaló la villa olímpica durante los Juegos 2024. En declaraciones al diario español El Confidencial, el teólogo y cofundador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas, Luis Santamaría del Río, decía por entonces: “es muy significativo que hayan elegido un emplazamiento como este en París y se haya inaugurado con la suficiente antelación para estar abierto en los Juegos Olímpicos. Es habitual que lo hagan también en otras partes del mundo, donde eligen iglesias ‘ideales’ y centros de celebridades para proyectarse y atraer famosos”. «

Foto: Pedro Perez
Proclama libertaria, contra las drogas y la psiquiatría

“Scientology no es una religión dogmática en la que a alguien se le pide que crea algo por fe solamente. Al contrario, uno descubre por sí mismo que los principios de Scientology son verdaderos aplicando sus principios y observando o experimentando los resultados. Verdadera ilustración espiritual y libertad es la meta final”, dice la web oficial.

Además de la proclama libertaria, la Cienciología tiene entre sus ejes la lucha contra las drogas. Todas. “El tema de las drogas ilegales no se va a solucionar hasta que no se confronte que la mayor venta es legal: los psicofármacos”, apunta Libardi, al frente de una iglesia que cuestiona a la psiquiatría.

Durante un encuentro en la Casa Argentina en Roma sobre la influencia italiana en la arquitectura local, Libardi coincidió con la por entonces canciller de Javier Milei, Diana Mondino. “Le entregué un libro de la biografía del fundador –el escritor estadounidense de ciencia ficción Ron Hubbard- y le comenté que el objetivo filosófico es la libertad total del ser humano con responsabilidad. Ella dijo ‘comenzamos bien’, pero no hubo otro contacto con el actual gobierno”, relató el cienciólogo.