En una entrevista con el nuevo sitio de análisis político internacional Tektónicos, el sinólogo español Xulio Ríos analizó el resultado de las recientes elecciones presidenciales en Taiwán y la situación que genera el triunfo de un soberanista como Lai Ching-te en el actual contexto geopolítico. Para el Partido Comunista de China, dice Ríos, la reunificación de la isla «es irrenunciable porque se trata de la última pieza territorial que falta en el puzzle de la modernización». Y agrega que el objetivo del gobierno chino es “poner fin a la larga decadencia iniciada en el siglo XIX y que, entre otras circunstancias, propició la entrega de Taiwán a Japón”.
Tektónikos es un portal del que participan especialistas latinoamericanos del talante de Telma Luzzani, Néstor Restivo, Gustavo Ng; Marisa Pineau, Eduardo J. Vior, Francisco de Zárate, Jorge Wozniak, Gabriel Merino, Javier Vadell y Sebastián Schultz. En esta entrevista que realizó Restivo, el autor de Taiwán, el problema de China, y Taiwán, una crisis en gestación, “aunque China llegue a afirmarse como la principal potencia del mundo en el siglo XXI, el proceso nunca estará completo si no consigue habilitar alguna fórmula integradora de Taiwán. Esto explica que Taiwán sea un ‘interés central’ o que las autoridades chinas no dispongan de holgado margen de negociación. Y también nos advierte sobre la disposición a sacrificar cuanto sea necesario para la resolución del problema. Cuando así lo afirman, no son palabras huecas. Modernización y unificación son las dos caras de la China del siglo XXI”.
El experto también sostiene que “aunque se especula mucho sobre la disposición de Beijing a adoptar la vía armada para lograr la reunificación, la pacífica sigue siendo la prioritaria. Su viabilidad exige la colaboración activa entre el PCCh y las fuerzas unionistas de la isla. El escenario de división prácticamente a la mitad entre quienes apoyan a los “verdes” (soberanistas) o “azules” (partidarios de la reunificación) acentúa la complejidad de la cuestión y abriga expectativas de tensión a corto y medio plazo”.
“El valor e interés geopolítico de la isla de Taiwán está fuera de toda duda. Ello deviene en razón de la importancia de la ruta comercial del estrecho y de su posición estratégica en la conocida como primera cadena de islas, esa especie de barrera geográfica que va desde el sur de Japón, pasa por Filipinas y corre hacia el mar del sur de China”, agrega el también asesor emérito del Observatorio de la Política China.
Ríos habla de la postura agresiva de Estados Unidos y de lo que podría ocurrir ante un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, lo que podría incrementar la guerra comercial entre ambas potencias. “Pienso que (el soberanismo) buscará acelerar las actividades económicas y de desarrollo, crear más empleos y construir viviendas asequibles. Esas serán algunas de las principales prioridades internas para preservar cierto favor social. Y se acompañará de una firme voluntad de empoderamiento militar y de mejora de los vínculos con otros países, en el afán de crear un espacio propio y especial para Taiwán en Asia y más allá”, puntualiza Ríos.
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