Las escenas se repiten en los canales de televisión en loop: una niñita grita desesperada mientras es arrancada de los brazos de su mamá para ser depositada en un auto que arranca y se va rápidamente. Podría ser un secuestro si no fuera por el gran operativo policial y la presencia de una defensora de menores, una psicóloga, una trabajadora social, una tutora legal y la orden de la jueza de Niñez, Adolescencia y Familia N°1 de Resistencia Claudia Karina Feldmann que se proponen revincular forzosamente a la Niña Cielo con sus abuelos paternos. Y a vivir en la casa de ellos, donde hace tres años fue abusada por su progenitor.
Según dictaminó el juzgado, la nena deberá vivir con sus abuelos paternos sin contacto con su mamá hasta febrero. Dictó una prohibición de acercamiento y fijó la audiencia de revinculación para el 10 de febrero de 2025. En los videos y también en los testimonios de quienes formaron parte del operativo (hay incluso filmaciones) la niña dice que no quiere ir a la casa de sus abuelos. Sin embargo, pasando por encima de todos sus derechos, es llevada por la fuerza.
El caso de la Niña Cielo data de hace tres años cuando su mamá detectó que algo andaba mal con su hija. Hasta que finalmente la nena puso en palabras lo que sufría en la casa de su papá, donde pedía por favor no pasar las noches con él.
Organizaciones feministas que trabajan intensamente en la defensa de los derechos de lxs niñxs coinciden en que el caso no es único en Chaco, y que hasta el año pasado, había una intervención estatal llevada a cabo por la secretaría de Género y Derechos Humanos que en la actualidad no existe más.
Persecución
El fallo de la revinculación, que lleva la firma de la jueza Feldmann, busca con insistencia criminalizar a la mamá denunciante, quien, apenas advertida del abuso que sufrió su hijita, lo denunció ante la Justicia. Como es habitual en los casos de violencia sexual, la revictimización es cruda y constante, ya sea de mujeres o de, como en este caso, una niñita. Pero en estos últimos, cuando son abusos intrafamiliares, se suma una severa persecución judicial sobre la mamá denunciante que termina en muchos casos en criminalización.
Luego de denunciar, la mamá de la Niña Cielo fue demandada constantemente por la familia del progenitor. Hoy ella, su familia y activistas que la acompañaron tienen un bozal legal, es decir, no pueden nombrar el caso y si lo hacen tienen que pagar una multa de 50 mil pesos por día.
La Justicia se maneja con un patrón, además de criminalizar, cuando despliega el amparo contra los violentos, que en general son personas vinculadas al poder. Sea poder económico, político o judicial. En este caso, el progenitor y los abuelos de la nena son empresarios de comercio y tienen además medios de comunicación.
La causa por el abuso sexual se espera que llegue a juicio el próximo año. Para llegar allí, se realizó una Cámara Gesell con resultados de características concluyentes. También están los testimonios de profesionales de la salud mental que fueron recusados por la defensa del progenitor y que hoy no forman parte de la causa. El progenitor de la Niña Cielo fue condenado por haber ejercido violencia de género contra la mamá de la nena hace cinco años, cuando Cielo era una beba. En ese momento, se dictaron medidas de protección ante el constante hostigamiento que sufría la mujer.
Este terrible suceso en Chaco se enmarca en una ofensiva del poder ejecutivo nacional contra las madres protectoras que denuncian los abusos sexuales contra sus hijes. «