Los empleados de la histórica pizzería Roma, ubicada en Lavalle entre Suipacha y Esmeralda, encontraron este jueves cerradas y tapiadas las puertas del local en el que hasta la noche anterior habían trabajado de manera normal. Los 40 empleados de la firma no habían recibido ninguna señal de un cierre próximo ni ningún síntoma que hiciera prever este desenlace.
El edificio está en estos momentos ocupado por sus trabajadores, quienes convocaron al Sindicato de Pasteleros. Los dueños de la pizzería Roma son Fernando Sarlenga y sus dos hijos, quienes son también propietarios de la pizzería Nápoles de Callao y Rivadavia en Congreso. Uno de los dueños se presentó en la pizzería al enterarse de la ocupación pero no habló con los trabajadores y se retiró.
El rubro gastronomía es uno de los más golpeados por la recesión. Las Cámaras empresarias del sector denunciaron que en los últimos tres años no hubo prácticamente ninguna apertura de nuevos restaurantes y en cambio se multiplicaron los cierres.