“No fue un límite a José Mayans, fue un límite a Mauricio Macri”, dicen fuentes del Senado cercanas a los bloques peronistas. Se refieren al posteo en el que la expresidenta Cristina Fernández pidió «pericia psiquiátrica» para aquellos que dicen que la vicepresidenta Victoria Villarruel es peronista. La reacción de la expresidenta desató distintas interpretaciones, pero ninguna se entiende si se excluye el contexto. “Algunos trasnochados sueñan con el juicio político a Javier Milei”, remarcan las fuentes .

Cristina sentó posición al dejar en claro que no considera que el peronismo deba embarcarse en intentonas de remover al mandatario y remarcó los límites democráticos, hacia adentro del movimiento, pero también hacia afuera, escenario en el que Mauricio Macri hace un juego de pinzas que la tiene a Villarruel como aliada.

“Cristina no salió a criticar a Mayans, que dijo muchas otras cosas más de las que quedaron en los títulos. No salió a pegarle a un compañero, lo que ella hizo fue ordenar, enfatizar que todo se hace dentro de los límites de la democracia. Salió a ponerle límite a los que, por abajo, fantasean con una alianza con sectores antidemocráticos”, explicó una fuente legislativa a Tiempo Argentino.

Las fuentes del Senado destacaron que el peronismo nunca impulsó un juicio político a un presidente. «¿En qué momento de la democracia?», se preguntan. Y destacan que hace sólo ocho meses que está gobernado. «¿En qué cabeza cabe eso si la gente lo acaba de votar hace diez meses con el 56% de los votos?».

Las mismas fuentes ponen el acento entonces en el año electoral que se avecina. «Para que se vayan no lo tienen que votar, hay que ponerle límites a Milei, pero son los límites de la democracia». El juicio político, sostienen, es una herramienta de la democracia, pero tiene que haber un causal. «A este proyecto político se le gana políticamente no con juicio político por insania”, destaca una figura que se sienta en una de las bancas importantes de Unión por la Patria.

En el bloque peronista reconocen que la seguidilla de eventos que involucraron a Mayans, jefe del interbloque, como el discurso de cierre en el que propuso «profundizar la amistad» con Villarruel y las notas que dio en los medios, envalentonaron a “los trasnochados” que no son los que abierta y públicamente hablaron a favor de Villarruel, como Sergio Berni y Guillermo Moreno, sino los compañeros que “por abajo” pueden interpretar que Mayans, con el cargo institucional que porta, podría haberse subido a esa movida.

Foto: Prensa / Senado

Horas después del tuit de Cristina, el Senado se oscureció aún más. El acto que la reivindicadora del terrorismo de estado Victoria Villarruel este miércoles, en el que anunció que quería desde el Poder Ejecutivo intervenir para juzgar militantes montoneros, si bien es impracticable en los hechos, activó las alarmas entre los organismos de Derechos Humanos, que por la noche le pidieron a Mayans una reunión de urgencia con los senadores de Unión por la Patria.

Si bien gran parte de la dirigencia peronista se encontraba participando de una actividad de formación en el PJ Nacional, varios senadores se conectaron por video llamada con los y las referentes de los organismos. Estuvieron Juliana Di Tullio, presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Anabel Fernández Sagasti, el propio Mayans, Silvia Sapag, Nora Giménez, Fernando Salino. En la mañana de este jueves, UxP emitió un comunicado de fuerte repudio a la actividad de propaganda del terrorismo de Estado y a su principal gestora.

Por lo pronto, el jefe de bloque pareció ordenarse y la idea del juicio político parece haberse calmado. “Hay que ganarle políticamente a Milei, no de otra manera. La gente lo votó», remarca una de las fuentes del Senado. «La gente lo votó, que lo eche la gente, sino no se va más. ¿Quieren que se vaya Milei? Salgan a buscar los votos. La definición de Cristina fue a Macri, para que no cuente con nosotros y no llegue a los dos tercios. ¿Qué quieren? ¿Darle la llave a Macri?”.