Como parte de un plan de lucha general por las condiciones laborales, los trabajadores y trabajadoras ceramistas agremiados en la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (Focra) iniciaron una huelga nacional de 96 horas. La protesta, que empezó el jueves y finalizará el domingo, se resolvió ante “ante la decisión de las empresas de intentar una rebaja salarial”, señalan desde el gremio.
Los trabajadores denuncian que las patronales de la actividad -representados la Cámara de Fabricantes de Pisos y Revestimientos Cerámicos y la Cámara Industrial de Cerámica Roja- quieren cerrar la paritaria 2023/2024 “con una rebaja del salario real y extender su vigencia sin aumentos por los meses de mayo y junio, congelando así los salarios hasta fin de año o hasta tanto ellos consideren que están en condiciones de otorgar nuevos aumentos”.
Con aumentos por debajo de la inflación y una negociación anual que debió cerrar el 30 de abril pasado pero sigue abierta por la postura de las empresas, el sindicato reclama “un 33% de aumento para mantener el poder adquisitivo de los salarios hasta el 30 de abril de 2024, y comenzar la nueva ronda paritaria que irá del 1 de mayo al 30 de abril de 2025”.
Pero hasta ahora las Cámaras se muestran reacias y dilatan el eventual acuerdo con propuestas insuficientes. “La última fue de un 30% en cuotas de 10% que recién se cobraría en su totalidad en septiembre, pero además incluyen en ese aumento los meses de mayo y junio de 2024”, ejemplifican desde Focra.
El contexto
En el comunicado, además, recuerdan que las empresas del sector están lideradas “por Cerámica Alberdi, propiedad del presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y vicepresidente de la UIA Nacional, y por el grupo económico que componen las empresas Palmar, LaterCer, Cerámica Quilmes, Fanelli y Cunmalleu”. En ese sentido, señalan que atraviesan una crisis, “pero se niegan a presentar los balances de todas las empresas para que podamos analizar si han ganado o perdido en los últimos años”.
A la vez, los trabajadores remarcan que las patronales buscan intimidarlos y envían “cartas documento diciendo que serán despedidos los huelguistas con justa causa” utilizando la reforma laboral impulsada por el gobierno como argumento. “Estamos decididos y dispuestos a seguir luchando para recuperar nuestros salarios rebajados por las empresas cómplices de un gobierno cuyas políticas no sólo castigan a los trabajadores y trabajadoras, sino que terminará perjudicando a toda la industria argentina”, concluye el gremio en medio de una huelga que seguirá hasta el domingo.